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Plan de Desarrollo con corazón grande

El gobierno presentó el Plan de Desarrollo: hacia un Estado Comunitario, en el cual se plantean, entre otras propuestas, crear cerca de dos millones de nuevos empleos en cuatro años y ampliar considerablemente los cupos educativos. A pesar de sus buenas intenciones hay quienes lo han calificado como pretencioso y conservador. Para otros es una forma del gobierno para cumplirle al FMI. El representante a la Cámara, <b>Omar Flórez,</b> escribe sobre el tema.

Semana
3 de marzo de 2003

Actualmente se discute el Plan de Desarrollo: Hacia un Estado Comunitario(2002-2006), previo amplio estudio efectuado por el Consejo Nacional de Planeación; se efectuaron 32 foros, igualmente se realizó en Manizales el VII Congreso Nacional de Planeación Participativa con la presencia de 1.500 delegados, representantes de los consejos municipales, departamentales y regionales de Planeación. Se estima que fueron escuchadas cerca de 12 mil organizaciones sociales. Es decir, la comunidad ha sido protagonista muy importante en este proceso.

El documento presentado por el gobierno a consideración del Congreso, está bien intencionado como todos los planes de desarrollo de los anteriores gobiernos, que lamentablemente se han convertido en un catálogo de sueños y al final un mar de frustraciones. El objetivo central del Plan es mejorar la calidad de vida de toda la comunidad, y encontrar soluciones a una economía cuyas características más sobresalientes son:

- Cierre de mercados externos y vecinos con muchos problemas.

- Altos niveles de inseguridad y baja inversión privada.

- Gran inequidad e incremento de la pobreza.

- Un Estado gigante, ineficiente, politiquero y corrupto, con un enorme déficit fiscal y una deuda pública insostenible.



Dentro de este escenario el Plan de Desarrollo contempla cuatro estrategias:

- Seguridad democrática.

- Renovación del Estado.

- Restauración del crecimiento y la generación de empleo.

- Distribución más equitativa de los frutos de ese crecimiento

Con la seguridad democrática y con el ejercicio pleno de la autoridad legítima del Estado se aspira a proteger a todos los colombianos y a disuadir a los violentos.

Para recuperar el crecimiento y el empleo, necesitamos una macroeconomía equilibrada (finanzas públicas viables que estabilicen la razón de deuda pública al producto interno bruto). Las recientes reformas tomadas por el Congreso apuntan a lograr un ajuste fiscal y nuevos incentivos para recuperar la tasa de crecimiento de la economía de tal suerte que controle el desaforado crecimiento de la deuda pública.

Otra tarea es incrementar la inversión y el ahorro, privados y públicos, de la grande, pequeña y mediana empresa, e incentivar el retorno del capital fugado en los últimos años. Otro propósito es aprovechar el potencial de nuestros recursos naturales.

Si tenemos éxito en la ejecución del Plan esperamos que al final de este período la economía esté creciendo al 4,5% y que el desempleo haya bajado al 10%.

Para distribuir equitativamente los frutos del crecimiento, el Plan cuenta con siete herramientas básicas:

Revolución educativa

Ampliación y mejoramiento de la seguridad social;

Apoyo a la economía solidaria;

Eficaz manejo del campo y de los recursos naturales;

Nueva política para los servicios públicos

Desarrollo de la pequeña y mediana empresa para que haya nuevos actores de la economía; y

Calidad de vida urbana.

Finalmente, para crecer más y repartir mejor los resultados del crecimiento se hace necesario una severa reestructuración del Estado. El presidente Uribe ha propuesto la reforma política, la reforma a la justicia y la reforma administrativa del Estado. La reforma política deberá conducir a una nueva definición de la forma de hacer política y un nuevo papel del Congreso. La reforma a la justicia se propone recuperar credibilidad y confianza en la comunidad y a que ésta sea expedita. Y, finalmente la Renovación Administrativa.

La Renovación Administrativa se enmarca dentro de lo que el Presidente Uribe ha llamado el Estado Comunitario, con énfasis descentralista. Este dedicará sus recursos a erradicar la miseria, construir equidad social, dar seguridad y eliminar la burocracia innecesaria, el clientelismo y la corrupción.

En resumen, el Plan aspira a 1,5 millones de nuevos cupos escolares, la generación de 2 millones de nuevos empleos. En la administración del presidente Uribe, el plan contempla recursos por $ 112 billones en cuatro años para programas que van desde el fortalecimiento de las Fuerzas Militares hasta la ampliación en la cobertura de salud, educación, vías y vivienda.

Uno de los puntos que más controversia suscita es el atinente a la distribución de recursos para cada uno de las regiones, dependiendo del número de habitantes y las necesidades básicas insatisfechas, entre otros factores. Planeación Nacional hizo una distribución regional, siendo la de Occidente la más beneficiada ( $23,2 billones), seguida del Centro Oriente con $18,7 billones; a la Amazonia sólo le corresponden $ 2 billones.

Ojalá sea verdad tanta belleza, como dicen las abuelas y así tengamos simultáneamente con una mano firme con los delincuentes, los terroristas, lo corruptos.

* Representante a la Cámara - Ex alcalde de Medellín. Ponente de la Ley del Plan









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