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Populismo insostenible

El petróleo pudo haber hecho de Venezuela la nación más educada y desarrollada del mundo, pero hoy es una de las más anárquicas.

Rafael Rodríguez-Jaraba
8 de marzo de 2013

Tras la muerte del Presidente Chávez, Venezuela tiene la oportunidad de revertir o reafirmar su camino. Ojalá que la razón y no la pasión, asista a los venezolanos.

Lo fácil es que sigan embriagados y bajo el efecto del populismo; lo difícil, que intenten construir una social democracia amplia y sostenible, inmune a la corrupción, el caudillismo y la ideología obligatoria.

El petróleo pudo haber hecho de Venezuela la nación más educada y desarrollada del mundo; sin embargo, hoy es una de las más anárquicas. En el sur del continente americano, a la razón la vence fácil la pasión y a la ciencia la ideología.

Para Suramérica, la primavera del siglo XXI parece perdida. Estos primeros años del siglo, están siendo signados por el resurgimiento del populismo demagógico que socava el tenue afianzamiento que habían logrado algunas democracias de la región. Esta aventura regresiva, es un camino hacia la incertidumbre que predice pocas esperanzas de progreso.

La demagogia populista, vieja estrategia política que enciende emociones y desata pasiones desmedidas en el pueblo, de nuevo florece en América Latina. Su retórica, que ofrece concesiones que halagan la sensibilidad de los ciudadanos más pobres, ha conseguido embaucar a la población y apoltronarse en el poder.

Este retroceso, posterga la utopía posible de hacer de América Latina una sociedad civilizada, sostenible y determinada por la educación, el respeto, la libertad y el orden.

El nacionalismo exacerbado, propio de sociedades autárquicas y de aldeas primitivas, está suplantando la integración y la cooperación entre naciones. Los discursos incendiarios contra las naciones desarrolladas y las sociedades y las inversiones extranjeras, solo consiguen promover odio y resentimiento en la población y dificultar la integración a la económica mundial.

La región no debe seguir el sendero perdido del comunismo, que tanto atraso y abuso trajo al mundo. Pareciera que para Chávez y sus obsecuentes sucesores, Cristina Fernandez, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega, el rotundo fracaso de los regímenes comunistas no les fue suficiente y quieren experimentar su doctrina de nuevo. 

El revisionismo del orden jurídico y su desacato, explica la anarquía de muchas comunidades, que ingenuamente creen, que en la arenga, la tropelía, la expropiación, la injuria y la calumnia, está la resolución de sus problemas. En contrario a sus anhelos, estas manifestaciones solo siembran caos y vivifican el subdesarrollo.

La retórica del populismo pretende remplazar la planeación y el desarrollo sostenible por medidas cortoplacistas de buen recibo popular pero aventuradas y cuyos efectos son incapaces de superar el corto plazo.

La caridad, la filantropía, los subsidios y la beneficencia, si bien tienen un efecto positivo temporal, terminan siendo inútiles pues solo remedian las consecuencias y no las causas que originan los problemas estructurales de las sociedades.

Contrario a los postulados que predica la izquierda radical tolerante con la violencia, el aumento desmesurado del gasto público, agudiza el déficit fiscal, provoca endeudamiento, encarece impuestos, desata inflación, causa desempleo y finalmente, pauperiza aun más la pobreza.

Es claro que los gobiernos del mal llamado eje bolivariano, por haber desbordado su capacidad de gasto no tuvieron alternativa distinta a obstruir la monitoria de sus políticas monetarias y cambiarias. Por eso no es aventurado esperar, más caos y desorden en sus finanzas, nuevas expropiaciones, nacionalizaciones, aumento de impuestos y hasta emisión furtiva de dinero para engañosamente financiar su desmesurado gasto. Este libreto regresivo no es nuevo.

El populismo siembra ilusiones y solo cosecha frustración y pobreza. Ojalá que su paso asolador por la región ayude a preparar líderes capaces de modificar su rumbo.

* Director y Socio de Rodríguez-Jaraba & Asociados. Consultor Jurídico y Corporativo especializado en Derecho Comercial, Financiero y Contratación Internacional. Profesor Universitario.

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