Por un Caribe autónomo

Desde hace décadas en esta región Caribe se mantiene vigente el deseo de la autonomía regional, como fórmula para lograr el desarrollo integral de los ocho departamentos que la componen y que poseen, de cara al TLC y en el proceso de globalización de la economía colombiana, ventajas clave: infraestructura portuaria suficiente, riqueza en el subsuelo (carbón y níquel), refinerías de gasolina, servicios públicos eficientes y una industria petroquímica sólida, así como cada vez más inversionistas extranjeros afincados en ella.

Los aires autonómicos nunca nos han abandonado desde su puesta en marcha durante la candidatura presidencial de Evaristo Sourdis en la década de los ochenta, que no llegó a feliz término pero cimentó de manera definitiva ese anhelo regional. A esto debe sumarse el estímulo que el gobierno nacional ha venido otorgando con la política centralista que ha fortalecido el eje Bogotá-Cundinamarca-Santander-Boyacá-Medellín- Antioquia que concentra gran parte de la inversión pública.

También es reconocido entre nosotros la forma como se ignora la cuenca del Gran Caribe, ámbito natural de la Costa Atlántica, al punto de que fueron suprimidas las embajadas de Belice, Haití, Trinidad y Tobago (sede de la Asociación de Estados del Caribe), y Guayana (sede del Caricom), los dos organismos de cooperación multilateral de mayor importancia en nuestra cuenca. La embajada de la República Dominicana está acéfala desde hace muchos meses, cuando es precisamente hacia allá donde están dirigidas nuestras mayores exportaciones, por encima de países como Brasil, México y Argentina. Y se habla del payanés José Chaux Mosquera como futuro embajador quien no tiene afinidad cultural con estos pueblos y mucho menos interés en manejar una agenda comercial que nos favorezca.

Es por eso que actualmente se realiza un foro virtual por un Caribe autónomo que busca ser un gran referendo que conduzca a la recogida física de firmas para que reglamenten los artículos 306 y 307 de la Constitución Nacional que dan paso a la constitución de entes territoriales autónomos. Esta iniciativa sido emprendida por siete personas que aspiraron al Concejo Distrital de Barranquilla y a la Asamblea del Atlántico que decidieron tomar las banderas que desde hace mucho tiempo ha defendido el gobernador Eduardo Verano De La Rosa para la consolidación de la Región Caribe colombiana.

En la dirección www.elgrupodelosiete.es.tl se entra a la página del referendo y allí los internautas pueden, por una sola vez, registrar su voto a favor o en contra. Si en el portal la cifra de visitantes por el SI supera la mitad de las cincuenta mil personas (aunque se esperan muchas más), los organizadores podrán pasar a la segunda fase, recogida física de firmas para impulsar la reglamentación del 306 y 307 de la carta por parte de la comisión de Ordenamiento Territorial.

Cabe aclarar que no se trata de separatismo a la manera de Santa Cruz en Bolivia sino al deseo y la necesidad de trabajar en forma conjunta por la consecución de los sueños y el “Caribe que queremos para nuestros hijos y para nosotros en el futuro”, en palabras de Gustavo Santís, uno de los miembros del G-7 integrado además por Carlos Rendón, Carlos Dennos, Luís Alberto Gómez, Aldo Montalvo, Javier Crespo y Carlos Ariza.
 
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