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El 6 de marzo a caminar

Por la dignidad de todas las víctimas

Semana
5 de marzo de 2008

Escribo esto pensando en Teresita Gaviria la presidenta de las Madres de la Candelaria que ya va a ser 10 años que no volvió a ver a su hijo porque un día, cuando se encontraba viajando de Medellín hacia la capital, se lo llevaron los hombres del paramilitar Ramón Isaza y el joven nunca regresó a su casa; pensando en Marisol la hermana de Jaime Garzón, el Garzón de todos, el que nos hacia reír diciendo las verdades que nadie se atrevía y por eso lo mataron; pensando en María Eugenia Cobaleda, que perdió a sus dos hermanos ambos abogados, uno de ellos era personero de Dabeiba y por cumplir con su deber, los paramilitares lo amenazaron obligándolo a tomar la decisión de renunciar, su hermano lo acompañaba a radicar su carta de renuncia y nunca regresaron a su casa, los desaparecieron.
Escribo pensando en la madre a la que el paramilitar Hernán Giraldo le asesinó a su niño de 14 años que todavía jugaba con carritos de manera equivocada, en las víctimas y los habitantes de San Onofre, La Gabarra, El Aro, El Salado, Trujillo, Chengue, Macayepo, Samaniego, Granada, Bojayá, San José, de cientos de municipios y corregimientos agredidos brutalmente por la guerra y la violencia de un conflicto que no termina. Escribo pensando en Luis Carlos Galán, en Silvia Duzán, en Mario y Elsa, en Héctor Abad Gómez, en Carlos Pizarro, en Bernardo Jaramillo, en Jaime Pardo Leal, en José Antequera, en sus familias, sus esposas, su hijos e hijas a quienes les arrebataron la presencia de sus seres queridos porque un hecho violento planeado y deliberado les quitó la vida.
No puedo nombrarlos a todos, pero es por todas aquellas personas que tienen un profundo dolor y están en el olvido, a quienes además de perder a sus seres mas amados les ha tocado huir, les dañaron su buen nombre, les violaron a sus hijas y han soportado en silencio y soledad tragedias inimaginables.
Porque todos ellos y ellas, voy a caminar e invito a toda la sociedad colombiana a caminar por su dignidad el próximo 6 de marzo.
Caminaremos por una Colombia incluyente, en la que se reconozca el dolor de todas las personas que han sufrido como consecuencia de la guerra y la violencia, caminaremos con los pisadas de las miles y miles de familias campesinas que fueron expulsadas de sus tierras, caminaremos con el latido del corazón de las madres, de todas las madres que un día sin razón dejaron de ver los ojos de sus hijos porque fueron arrebatados a las malas de la vida, caminaremos con la verdad, muchos años escondida, maltratada, caminaremos para revivir la memoria de quienes soñaron con fuerza la posibilidad de una sociedad amable en la que la vida fuera posible a bocanadas.
Caminaremos porque todas las víctimas, todos los muertos y las muertas reclaman nuestros pasos, nuestra presencia, reclaman que sus vidas no se mueran en el olvido para siempre.
Caminaremos porque todos los desaparecidos tienen rostro, porque nos duele su silencio como si fuera un hueco sin fondo en nuestro corazón.
Caminaremos por la libertad de los secuestrados, porque los queremos tener vivos, libres y en paz y porque no hay ninguna razón que justifique su tortura.
Caminaremos porque Colombia somos todos y lo primero que tenemos que hacer es una cruzada de esperanzas para defender juntos la vida, la libertad, el respeto, la verdad y la justicia.
Caminaremos el 6 de marzo y seguiremos siempre caminando por la vida, hasta lograr una Colombia en paz llena de oportunidades y democracia para todos.


 
*Presidenta colegiada de REDEPAZ  e integrante de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación.