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Colombianos en el exterior

Por los que están afuera

En las pasadas elecciones para Congreso los colombianos residentes en el exterior eligieron por primera vez un representante a la Cámara.

Semana
24 de junio de 2002

Según cifras del DAS, desde 1996 hemos emigrado cerca de 1,3 millones de personas. Se calcula que en la actualidad más de cinco millones de colombianos viven fuera del país. Por eso se ha vuelto de vital importancia que la comunidad se organice para generar ideas, debates y aportes a los temas que afectan la calidad de vida de los colombianos en el exterior.

Actuamos bajo la premisa que cada colombiano es un embajador del país en el extranjero y que requerimos una representatividad en organismos consultivos, de decisión y de legislación.

La ley colombiana, a través del artículo 176 de la Constitución de 1991, creó la curul de representantes de minorías, negritudes y colombianos en el exterior. En las pasadas elecciones del 30 de marzo la elección de representante a la Cámara por los colombianos en el exterior recayó en Jairo Martínez, un cartagenero que emigró a Estados Unidos hace 20 años y que se ha dedicado al apoyo de nuestra dignidad, diversidad y multiculturalidad.

Debido a la variedad de temas, el Congreso divide sus labores en siete comisiones correspondiendo a la comisión segunda -de la que hará parte el representante Martínez- los proyectos de ley consecuentes a los temas de política internacional, defensa nacional, tratados públicos, relaciones parlamentarias, comercio internacional e integración económica, nacionalidad, extranjeros, zonas francas y libres comercio, entre otros.

Por supuesto, esta curul hará énfasis en los aspectos sociales y bienestar de los colombianos que se encuentran en diferentes partes del mundo y de sus familias que se encuentran en Colombia, a partir de la atención a sus derechos y promoción de sus deberes frente a personas o instituciones públicas y privadas, nacionales o extranjeras. Por tanto se requieren promulgar conceptos para que tengamos un discurso claro y conciso. Para emprender esta labor a partir del próximo 20 de julio el representante Martínez se ha instruido debidamente para determinar prioridades, principalmente en los de mayor afectación social.

Y es precisamente en los aspectos sociales donde el diagnóstico es más complejo. Todos reconocemos que carecemos de apoyo al talento humano, que somos subestimados y que por acción de unos pocos se afecta a nuestra comunidad. Los diagnósticos muestran problemas con compatriotas privados de la libertad por violación a la ley del país que lo acoge, pasando por planes como promulgar campañas de prevención contra conductas delictivas, hasta proyectos específicos como gestionar programas de acción que dignifiquen la asistencia a compatriotas privados de su libertad.

También reconocemos que nuestras representaciones oficiales en exterior adolecen de gestión para dar igualdad normativa frente a los derechos y deberes especialmente en derechos humanos y asesoría legal laboral, puesto que el respeto al trabajo es nuestra fortaleza e incluso para que se canalicen debidamente los requerimientos sobre nuestra excelente mano de obra. De hecho algunos países, como España han optado por permitir la migración amparada por un contrato de trabajo firmado con lo que a su vez se respalda la seguridad social.

De otro lado, las últimas informaciones de organismos especializados comprueban que las remesas de los colombianos que viven en el exterior son equivalentes a la suma que el país recibe por las exportaciones de café y carbón combinadas y siguen en un aumento sostenido, lo que se traduce en una fuente importante de ingresos por transferencias para el país. De acuerdo con la revaluación del peso y el aumento de reservas internacionales se debe plantear una fórmula justa y un tratamiento equitativo a la comisión por la intermediación financiera que hacen las empresas de envíos de dinero.

Así de importante es el tema de la repatriación de capitales, que toma actual interés a causa de la confianza que ofrece el nuevo gobierno y que en algunos casos los colombianos no han encontrado productividad con el dinero o inversiones fuera de Colombia. Es el momento de incentivar una inversión extranjera en el país así como también lo indican el incremento de nuestra exportaciones, con lo que el proceso tiene doble vía. La irrupción de tratados comerciales como el Atpa y el Alca abren las puertas a diversos productos, principalmente agrícolas. Incluso los colombianos en el exterior podemos ser receptores de esos productos y generar una gran economía de distribución e intercambio.

Podemos empezar por hacer un censo para determinar las variables cuantificables y calificables, encuestas y generar otros mecanismos de comunicación e ínteractuación para que nuestro contacto sea efectivo y así cumplir mejor nuestra labor legislativa.

*Asesor de Jairo Martínez, representante a la Cámara por los colombianos en el exterior.
jcramirez@1hemisphere.com