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Procurando cruzadas

Mientras se debate su reelección, la cruzada que el Procurador inició en 2010 contra el Misoprostol sigue dando resultados.

Semana
24 de febrero de 2012

La reelección de los funcionarios que dirigen los organismos de control me parece inconveniente para la democracia colombiana. Pero la del actual procurador me parece que es además peligrosa. Una de las razones por las cuales al país le vendría bien un cambio en la dirección de la Procuraduría, es que en los últimos años esta institución se ha encargado de desarrollar una agenda religiosa en materia de derechos humanos, usando incluso maniobras engañosas, y esto ha jugado en contra de la garantía efectiva, laica y democrática de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y de los derechos de otros grupos sociales.

Uno de los ejemplos más claros de esta agenda son las actuaciones de la Procuraduría frente a la interrupción voluntaria del embarazo –IVE-. Aunque desde el año 2006 la Corte Constitucional reconoció que no se puede penalizar en tres casos específicos, y que desde entonces haya aclarado también que las mujeres que se encuentran en esas tres situaciones tienen derecho a acceder a una interrupción voluntaria segura, económica y oportuna, la Procuraduría se ha encargado de desplegar diversas acciones encaminadas a evitar que ello ocurra.

Entre dichas acciones se destaca la cruzada iniciada para que no se apruebe la inclusión del Misoprostol en el POS, pues refleja con claridad el tipo de artimañas que la Procuraduría ha usado como parte de su agenda reduccionista del alcance de los derechos.

El Misoprostol es un medicamento considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “esencial” para la interrupción temprana del embarazo, pues ha demostrado ser altamente eficaz y seguro, además de económico. Debido a esto y a estudios técnicos en el país que recomendaron su inclusión en el POS, la Comisión de Regulación en Salud –CRES- decidió considerar dicha inclusión, junto con la de otros medicamentos, y abrió un proceso de Participación Ciudadana.

Finalizada la consulta, los argumentos técnicos señalaban que resultaba procedente e incluso necesario incluir el Misoprostol, en especial porque el POS no ofrece muchas alternativas para que una mujer que se encuentra en alguna de las tres situaciones señaladas pueda acceder a la IVE, y todas ellas son invasivas y mucho más costosas. Sin embargo, al momento de tomar la decisión, para la CRES parece haber pesado más una intervención de la Procuraduría en la que la conminaba a suspender la inclusión del Misoprostol en el POS, que los conceptos técnicos y el respaldo jurídico que tenía dicha inclusión.

La intervención de la Procuraduría en ese caso fue, por decir lo menos, engañosa y vergonzosa, pues intentaba sostener que el Misoprostol no responde a las necesidades de salud pública y es riesgoso para las mujeres, citando incorrectamente y tergiversando documentos de la OMS. Es decir, haciendo decir a estos documentos lo que no querían decir. ¿Será conveniente reelegir a un Procurador que no tiene problema en usar artimañas de este tipo?

La decisión de la CRES del 13 de junio de 2011 fue incluir los otros dos medicamentos que estaban en consulta, y aplazar la decisión respecto del Misoprostol, argumentando simplemente que “el tema generó todo un debate”, como sostuvo su vocera oficial.

Ocho meses después, la situación no ha cambiado y la inclusión del medicamento sigue suspendida. En consecuencia, el POS sigue sin ofrecer la alternativa más confiable, segura y económica para las mujeres cobijadas por la sentencia del 2006 de la Corte Constitucional. Así, esta decisión técnica, que parece haberse convertido en política, ha retrasado la posibilidad de actualizar adecuadamente el POS para estas situaciones, y limita el acceso adecuado a un “medicamento esencial”.

Este tipo de intervenciones de la Procuraduría difícilmente pueden ser consideradas una forma de cumplir con sus funciones, pues implican promover el retraso en el cumplimiento efectivo de la jurisprudencia de la Corte. Pero además, mientras esperamos que el Ministerio de Salud se decida a acoger los estudios técnicos realizados y finalmente incorpore el Misoprostol, el análisis de estas acciones permite profundizar en el debate sobre el tipo de Procurador que necesitamos todas y todos los colombianos.

*Investigadora del Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad –DeJuSticia (www.dejusticia.org).