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La pataleta

Señores del No, ustedes deben entender que pueden seguir pidiendo todo lo que se les ocurra. Pero no pueden olvidarse de que esto es una negociación y debe ser aceptado por la contraparte. Ya nos han dicho que tienen voluntad de paz. Ahora solo les queda demostrarlo con propuestas serias y no con este chiste de documentos…

Federico Gómez Lara, Semana.Com , Federico Gómez Lara
14 de octubre de 2016

Siempre he tenido la mala costumbre de prender el televisor apenas me meto a las cobijas y dejarlo así, con el volumen bajo, hasta quedarme dormido. Sin embargo, en ciertas noches en las que conciliar el sueño resulta difícil y el sonido se vuelve un obstáculo para lograrlo, mi estrategia es apagarlo y buscar algún texto aburrido. Así, en completo silencio, voy leyendo y, al cabo de unas cuantas páginas, caigo como una piedra.

Bueno, pues justamente eso me pasó anoche: eran casi las tres de la mañana y no había logrado pegar el ojo. Desconcertado, pues hoy tenía que madrugar, cogí mi celular y empecé a ver bobadas en distintas redes sociales. Cuando llegué a Twitter, descubrí que yo no era el único que no podía dormir anoche. A esa hora también estaba despierto, y muy activo en las redes, el senador Álvaro Uribe. En uno de sus trinos había puesto un link que contenía el documento de 26 páginas que presentó el Centro Democrático a los negociadores del gobierno. Encontrarlo fue una sensación extraña, pues por primera vez, en mucho tiempo, me sentía inmensamente agradecido con el ex presidente; ¿qué mejor herramienta para quedarme profundo que un texto de 26 páginas escrito por Paloma Valencia, María Fernanda Cabal, Carlos Holmes Trujillo y compañía?

Feliz con mi hallazgo, me dispuse a leer. Cuando iba ya por la mitad del texto, la indignación me tenía más despierto de lo que estaba antes de empezar la lectura. Al avanzar las páginas me fui dando cuenta de que el documento podía dividirse en 4 grandes categorías: 1) La pataleta. 2) Las repeticiones. 3) Las modificaciones posibles. 4) Las modificaciones imposibles. Con esa idea en la cabeza, decidí aproximar esa lectura de otra forma. Resignado ya, a que tenía más lógica pasar derecho que dormir un par de horas, pedí a domicilio 4 resaltadores de colores diferentes, y me puse en la tarea de volver a leer el texto, pero esta vez subrayando cada párrafo con el color de su categoría. Así podría determinar cuántas de esas 26 páginas corresponden realmente a propuestas sensatas y cuántas son carreta.

Al terminar el experimento obtuve los siguientes resultados:

Si se quitan los títulos y los subtítulos, queda un texto de 5.665 palabras que se divide en 4 categorías, a saber:

La Pataleta (28.76% del texto):

Compuesta por 1.641 palabras, esta categoría encierra las referencias a hechos pasados, quejas contra el gobierno, carreta innecesaria y todo lo que no tiene carácter propositivo. En la categoría Pataleta hay un par de páginas dedicadas a describir cómo fue el proceso del plebiscito; cuál fue la votación; por qué ganó el No; a pedir que se respete la voluntad popular; a quejarse de no haber tenido recursos; a protestar por la manera como se formuló la pregunta en el tarjetón; a solicitar un gran acuerdo nacional; en síntesis, a gastar tinta en todo lo que ya sabemos y los hemos visto decir en televisión. En esta categoría también entran párrafos con peticiones obvias: que en Colombia se debe cumplir la ley; que se debe respetar la Constitución; que los acuerdos deben divulgarse antes de implementarse, etc…

Las repeticiones (31.57%):

Esta categoría, que incluye lo que ya está en la ley o en los acuerdos, y que es la más extensa, está compuesta por 1.794 palabras. Aquí están comprendidos párrafos que citan artículos de la Constitución o de la ley, o que hacen propuestas ya incluidas en los acuerdos, como las referentes a la amnistía general para los guerrilleros rasos, las penas de 5 a 8 años, el desarme, la concentración, el acompañamiento de la ONU, el cese al fuego, etc. Sorprende ver cómo tratan de disfrazar tantas cosas que ya estaban acordadas.

Modificaciones posibles (23.21%):

Esta, que es la categoría que debería ser más amplia, cuenta apenas con 1.311 palabras e incluye ajustes factibles de ser aceptados en la mesa, dada la nueva realidad política (no se nos puede olvidar que esto es una negociación y no un sometimiento). En esta categoría se pide:

-Que el acuerdo no sea firmado como acuerdo especial.
-Que se hagan ajustes factibles a la reforma rural integral.
-Que se aclaren los límites de la extinción de dominio.
-Que se corrija la redacción referente al estatuto de la oposición.
-Que no sean ocupadas las curules a dedo por quienes cometieron delitos de lesa humanidad.
-Que las personas asignadas a la seguridad de los guerrilleros pasen por escrutinio previo de la Policía.
-Que las FARC den el listado de sus bienes y que ellos sean usados para la reparación de las victimas.

Modificaciones imposibles (16.46%):

Esta categoría, aunque en extensión es la más corta, pues sólo tiene 919 palabras, representa el obstáculo más grande y es la que hace difícil destrabar el proceso. Aquí el Centro Democrático ataca de frente todo el sistema de justicia transicional planteado en los acuerdos de La Habana, así como los puntos esenciales que lo componen:

-Piden la participación de todos los partidos políticos en las 16 Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz. - Solicitan remover el esquema de financiación del movimiento político que surja del desarme de las FARC; desconocer la conexidad del narcotráfico con el delito político; y crear un nuevo ¨Tribunal Transicional¨ que sea sólo para juzgar guerrilleros. -Piden que los militares y empresarios sólo puedan ser juzgados por ese tribunal si se presentan de forma voluntaria. (¿Cómo les explicamos eso a las madres de Soacha y a las víctimas del Estado?) -Piden crear fiscalías para la paz. -Solicitan que las pruebas que lleguen a ese tribunal sólo puedan venir de la justicia ordinaria. -Piden que se deje claro que el secuestro de soldados y policías no puede ser amnistiable. (Así podrían terminar todos los guerrilleros en la cárcel). -Solicitan la creación de unas Cortes para la paz dentro de la justicia ordinaria. Etc….

Así las cosas, si sumamos las categorías 1, 2 y 4, encontramos que el 76.79% de las palabras escritas en este documento, no aportan al debate ni sirven para mucho.

Señores del No, ustedes deben entender que pueden seguir pidiendo todo lo que se los ocurra. Pero no pueden olvidarse de que esto es una negociación, y que para que el acuerdo llegue a firmarse, debe ser aceptado por la contraparte. Ya nos han dicho que tienen voluntad de paz. Ahora solo les queda demostrarlo con propuestas serias y no con este chiste de documentos…

En Twitter: @federicogomezlara

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