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¿Qué le espera a la movilidad de Bogotá en el año 2011?

La ciudad y su demanda de pasajeros han crecido más rápido que el ritmo de la construcción del sistema Transmilenio.

Semana
13 de enero de 2011

Hace pocos días se cumplieron 10 años del inicio de las operaciones del sistema Transmilenio en la ciudad, noticia que paso sin grandes bombos, como lo fue su inauguración. A la fecha por diferentes razones, que no vendrían al caso mencionar, sólo tenemos dos fases construidas y operando; la tercera, compuesta por la Calle 26 y la Carrera 10, debería entrar en operación a mediados del año entrante.
 
En total el diseño completo del sistema contempla ocho fases y faltan corredores importantes como la Avenida 68, la Avenida Boyacá, la Calle 13 y la Avenida Primero de Mayo entre otros. Por supuesto la ciudad y su demanda de pasajeros han crecido más rápido que el ritmo de su construcción, por lo que en algunos tramos de corredores en especial los de la fase uno en determinadas horas del día se observan estaciones en donde la demanda de viajes de pasajeros supera la capacidad del sistema.

Entonces, ¿qué hacer? La solución no radica en la adopción de una sola medida, en la misma intervienen temas que estarán en debate en el año 2011: como son los cambios al pico y placa de los vehículos particulares, la entrada en operación del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), la construcción de nuevas troncales como la Carrera Séptima y la decisión de iniciar la construcción de un sistema metro para la ciudad.
 
Aunque los cuatro puntos anteriores son los más álgidos, no son los únicos que pueden mejorar la movilidad de la ciudad, ya que podríamos y debemos complementarlos con otros, tal como los trabajados en los talleres organizados por la Secretaría Distrital de Movilidad con el doctor Luis Willumsen a finales de Septiembre pasado, en donde se propusieron las siguientes medidas:
 
1- Modificar los horarios laborales y escolares en la ciudad, no todo debe iniciar a las 8:00 de la mañana y terminar a las 05:00 de la tarde como hoy sucede.
 
2- Uso racional del vehículo particular, dando preferencia en horarios o corredores a vehículos con más de un ocupante, no como sucede hoy a las ocho de la mañana en la Carrera 30 donde la mayoría de vehículos particulares sólo van con un pasajero: el conductor.
 
3- Mejoras electrónicas para el transporte masivo en corredores donde existen un gran número de intersecciones semaforizadas como en la Avenida Caracas en donde los buses articulados tendrían la prioridad en la circulación.
 
4- Integrar de forma física y real la red de ciclorrutas al sistema de transporte masivo, hasta ahora sólo se han construido pocas estaciones intermedias en donde los usuarios puedan llegar al sistema en bicicleta y guardarla antes de entrar al sistema, como funciona desde hace tres meses en la Estación de Alcalá en la Calle 136 con Autopista Norte.
 
5- Crear el centro de control de tráfico para la ciudad, lo que permitiría monitorearla y atender rápidamente incidentes como accidentes que incrementan la congestión en la ciudad, al respecto la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) ya esta licitando la fase uno del Sistema Inteligente de Transporte, el cual esperemos se pueda integrar a los otros centros de control con que ya cuenta la ciudad.
 
6- El empleo de rutas empresariales, como el buen ejemplo que nos da todavía el Ministerio de Transporte y el INVÍAS que todos los días laborales llevan y traen a sus funcionarios de puntos estratégicos de la ciudad, desmotivando el empleo del vehículo particular y su consecuencia del estacionamiento durante ocho horas laborales en el CAN.
 
7- Control del estacionamiento en la vía pública y políticas de motivación al privado para la construcción de parqueaderos en espacios privados fuera de vía.
 
8- Ampliación del horario del comercio para permitir cambios de hábitos de los usuarios.
 
9- Cobro por uso de paradas en algunos horarios para temas de cargue y descargue de mercancías.
 
10- Establecer zonas amarrillas para los taxis y que los mismos no estén circulando vacios congestionando la ciudad en búsqueda de pasajeros.
 
11- Pagos por uso de la vía mediante implementación de peajes electrónicos o incrementos a la sobretasa de la gasolina para los vehículos particulares que son los que más uso dan a la infraestructura de la ciudad.

Como se puede ver, las anteriores medidas son de fácil implementación y menor costo y permitirán mejorar los índices de movilidad de la ciudad, antes de implementar las grandes decisiones mencionadas al inicio, las cuales profundizaremos a continuación:

Pico y Placa

Entre el 27 de Diciembre y el 14 de Enero de 2011 tendremos un buen laboratorio para saber que le puede pasar a la ciudad si se levanta la medida de pico y placa para particulares, es probable que las congestiones en vacaciones se concentren en el horario de la tarde, ya que la dinámica de la ciudad cambia; aunque se espera que la gente salga de la ciudad en vacaciones, hay que tener en cuenta que debido a la ola invernal que se está presentando y el daño que ha ocurrido en varias carreteras del país, la decisión de viajar pueda verse afectada. Esperemos que las congestiones vehiculares no se incrementen con la eliminación temporal de la medida y que si así pasa, nos pongan a reflexionar sobre las bondades de la misma, en especial recordando que el 5 de Febrero del 2011, la administración distrital nos deberá decir que cambios se plantearán al pico y placa, incluyendo la promesa de eliminar la restricción de las 14 horas. A nivel personal, considero que la mejor opción es, por ahora, dejarla igual, no cambiar por cambiar, mientras en la ciudad se terminan las grandes obras que se están realizando y que se espera sean inauguradas antes de Diciembre de 2011.

Sistema Integrado de Transporte Público (SITP)

Se espera que a mediados de Julio entren a operar los primeros buses en Usaquén, San Cristóbal, Engativá y Fontibón, los cuales permitirán una tarifa integrada con el actual sistema de transporte masivo Transmilenio.
 
Este cambio debe ser gradual, aprendiendo de experiencias de otras ciudades, que no nos pase lo que sucedió en Santiago de Chile el 10 de Febrero de 2007, con el inicio de operación de Transantiago que generó graves crisis sociales y políticas en el gobierno de Michelle Bachelet. Al inicio, el caos podrá ser mayor, ya que tendremos por un tiempo el actual sistema de rutas tradicional compartiendo y compitiendo por la demanda de pasajeros con el nuevo sistema de rutas del SITP. La ciudadanía se debe informar y tener presente que indiscutiblemente se debe cambiar gradualmente hacia el nuevo sistema de rutas integradas al sistema Transmilenio, ya que como es claro, al final de la implementación, que, a nivel personal, espero no dure más de un año, todo el actual sistema tradicional de rutas de transporte público deberá desaparecer. Estas nuevas rutas de transporte SITP, son el hermano menor de Transmilenio, que lo alimentarán incrementando su demanda, pero permitiendo al usuario con una tarifa reducida utilizar ambos sistemas.

Construcción de nuevas troncales

Como ya se mencionó antes hasta ahora estamos construyendo la tercera de ocho fases que tiene el sistema de Transmilenio, considero que debemos continuar su construcción y aumentar su cobertura hasta completar todo el diseño original. Por supuesto, si vamos a construir un nuevo corredor como la Carrera Séptima, su obra debe tener una vida útil de por lo menos unos veinte años y no pensarla mientras llega el metro, el cual tal vez llegue al final de ese periodo. Es muy importante tener todos los diseños completos, aprobados e integrados; aprendamos de lo que puede estar pasando en otras obras de la ciudad y del país, en donde se contratan construcciones sin tener claro el resultado y por lo tanto mucho menos su tiempo y costo final. Si debemos tomarnos unos cuantos meses del inicio del año 2011 para tener esa claridad sobre que se va a tener al final, la ciudad estará adquiriendo su mayoría de edad en toma de decisiones.

Construcción del sistema metro

Por supuesto este es el tema más delicado y complejo, por todos los intereses técnicos, políticos, sociales y económicos que puede derivar su decisión.
 
Ahora bien, tengamos presente qué hemos avanzado en diez años; hoy tenemos un sistema masivo en construcción Transmilenio que aunque en algunos horarios y tramos de la ciudad se satura, es decir se presenta una demanda de viajes de pasajeros mayor a la capacidad que le puede ofrecer el sistema, constituye una línea base, que nos permite tomar decisiones lógicas, como por ejemplo buscar que un sistema de mayor capacidad, como lo es el metro apoye al sistema Transmilenio precisamente en esos lugares en donde el actual sistema se está colapsando. Recordemos que nuestro sistema de infraestructura para el transporte masivo es considerado flexible, es decir las estaciones y puentes peatonales son prefabricados y los mismos se pueden trasladar a otros lugares de la ciudad donde se requieran.
 
Si el tramo crítico de Transmilenio hoy es la Avenida Caracas entre la Calle 13, en el centro de la ciudad y la Calle 76 en Los Héroes, porqué no pensar en construir precisamente en este tramo la primera parte de una línea de metro; la cual ya nacería integrada tarifariamente al Sistema Transmilenio. Esta se podría construir ya sea subterránea o elevada por la Avenida Caracas y utilizaría toda la infraestructura ya construida para entrar y salir de las estaciones, lo que podría disminuir sus costos.
 
La velocidad de operación del sistema Transmilenio en la Avenida Caracas es de las más bajas por todas las intersecciones semaforizadas que tiene este corredor y precisamente es el corredor con mayor número de pasajeros que garantizaría la rentabilidad del sistema metro.
 
El metro debe verse como la evolución de Transmilenio, como el hermano mayor, y no como su gran competidor. Poner a futuro a los pasajeros a tomar la decisión si tomar Transmilenio por la Avenida Caracas o el Metro por la Carrera 11 y 13, corredores paralelos a menos de 500 metros, puede no ser rentable para ninguno de los dos sistemas haciéndolos incompatibles, es preferible dejar un solo sistema que cubra toda la demanda y no generé dobles costos de operación. De esta forma poco a poco los corredores de Transmilenio que vayan presentando esta situación deben ir migrando a un Metro. Ahora bien, este es el gran reto que le espera al diseñador de detalle del Metro el cual se proyecta se contrate también a inicios del año 2011.

Todo lo anterior se debería revisar de forma conjunta e integrada entre las diferentes entidades distritales en cabeza de la Secretaría Distrital de Movilidad, con el apoyo y la ayuda de Transmilenio, el Instituto de Desarrollo Urbano y la Secretaría Distrital de Planeación; así como tener la visión de país del Departamento Nacional de Planeación y el Ministerio de Transporte. Todas las anteriores entidades deben trabajar de forma armónica para que construyamos una mejor Bogotá en este 2011, año de grandes retos en los temas de movilidad, ya que coincide con la culminación de la actual administración distrital.

*Profesor asociado Facultad de Ingeniería , Universidad Nacional de Colombia.