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¿Qué más ha hecho Pretelt?

¿Por qué y quién engavetó un proceso de una banda criminal que salpica al magistrado?

Armando Neira, Armando Neira
19 de marzo de 2015

La imagen de este jueves es la silla vacía de Jorge Ignacio Pretelt Chaljub en una audiencia pública de la Corte Constitucional. Y las frases del día son las que pronuncia el magistrado en una conversación grabada legalmente por las autoridades que iban tras los pasos de una banda criminal. En las interceptaciones, reveladas por Noticias RCN, se oye al magistrado Pretetl hablar con un funcionario que gracias a su palanca iba a ser asignado fiscal delegado ante la Corte.

-Magistrado: “Era para ver si tenías lo de la camioneta tuya de la Policía”

-Juez Martínez: “No, la camioneta no es de la Policía, la camioneta está a nombre del Consejo Superior de la Judicatura, pero yo te la presto”.

-Magistrado: “Sí, es que la necesito para mañana, porque la mía blindada es muy bajita y no me atrevo, la vamos a buscar esta noche. Mira, lo tuyo ya salió”.

-Juez: “¿Sí? ¿Y qué es?”

-Magistrado: “Es fiscal auxiliar de la Corte”

-Juez: “¿Es fiscal auxiliar delegado ante la Corte?

-Magistrado “Sí, con ubicación al despacho del fiscal, la cosa es importantísima. Cualquier cosa te cuento acá”.

En los audios, el juez habla con una mujer a la que le cuenta que tiene que mostrarse agradecido con Pretelt como, por ejemplo, llenarle el tanque de gasolina al vehículo para satisfacerlo.

La conversación fue grabada por el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía General de la Nación el 27 de agosto del 2010, que tenía intervenidos los teléfonos de peligrosos jefes de bandas criminales (bacrimes) y un juez de la República. Se trata del juez especializado de Montería, Carlos Martínez Isaza.
 
La Fiscalía quería  indagar cuál es la relación del juez Martínez con el cartel de drogas de los Urabeños, una de las organizaciones más violentas y poderosas del país. En ese proceso, el CTI tenía varios teléfonos intervenidos. En una de esas llamadas es en la que aparece la voz de Pretelt. De ese mismo teléfono del juez, el abogado de las bacrimes llamó a alias Kelly, la jefe de finanzas del cartel de droga de los Urabeños. “Acá estoy con el del martillo”, en referencia al juez Martínez.

En ese momento, Pretelt ya era magistrado de la Corte Constitucional. A pesar de las evidencias, el proceso fue engavetado. Todo esto ocurrió durante la gestión del fiscal Guillermo Mendoza Diago. Los funcionarios que hicieron la investigación –que brillaban por su pericia para esclarecer casos de lavado de activos, como lo demostraron al desenmascarar a los Nule- fueron castigados y enviados a apartadas regiones a cumplir funciones de levantamientos de cadáveres.

Los audios son un indicio para averiguar si Pretelt cometió el delito de tráfico de influencias y obstrucción a la Justicia. Otros más que se suman al posible soborno de Fidupetrol, a la denuncia por despojo de tierras a víctimas de paramilitares, a la disputa por la propiedad de un yate y a las acusaciones de manejos de la Fiscalía seccional de Córdoba. Cada día surgen así nuevos elementos en contra de uno de los guardianes de la Constitución. Ante semejante avalancha de denuncias, surgen muchas preguntas:

¿Cómo es posible que con estos antecedentes Pretelt haya llegado a la Corte Constitucional? ¿Por qué y cómo es posible que todos estos señalamientos estuvieran ocultos durante tanto tiempo? ¿Cómo se explica que cada día trascienda una nueva acusación en contra de él? Y, finalmente, ¿Qué más ha hecho Pretelt?

* Director de Semana.com
Twitter: @armandoneira

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