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Q.E.P.D. La Unidad Nacional

La maquinaría legislativa creada por el gobierno para imponer sus mayorías en el Congreso, está hoy en su peor momento.

Miguel Ceballos Arévalo, Miguel Ceballos Arévalo
24 de junio de 2017

Por lo que muestran los últimos acontecimientos y los altisonantes choques entre varios de los líderes políticos de la coalición que fue bautizada como “La Unidad Nacional”, una vez culminadas las sesiones ordinarias del Congreso, los partidos Liberal, La U, Cambio Radical y un porción del partido Conservador, romperán pronto cobijas para competir todos contra todos por la reelección en el congreso y por la elección de un nuevo presidente.

La dificultad que tuvo el gobierno para lograr mayorías en la elección de la nueva magistrada de la Corte Constitucional, aunada a la imposibilidad para lograr el respaldo suficiente para aprobar la ley que crea las circunscripciones especiales de paz, y finalmente la decisión del gobierno de no convocar a sesiones extras para reglamentar, vía Fast Track, la Jurisdicción Especial para la Paz –JEP-, la columna vertebral de la implementción de los acuerdos con las FARC, confirman que la “aceitada” Unidad Nacional está llegando a su fin.

Si lo anterior no fuera poco, esta Semana se abrió un verdadero campo de batalla entre el Senador Armando Benedetti y el partido Cambio Radial, tras las afirmaciones que hizo en el programa de televisión “Semana en Vivo”, según las cuales “hay que sacar a Vargas Lleras y a Cambio Radical de la Unidad Nacional” (Vea las afirmaciones de Armando Benedetti), porque según Benedetti ni el partido ni su líder creen en el proceso de paz. Para rematar quejándose de su propio Partido Liberal, el Senador Juan Manuel Galán dijo públicamente que Humberto de la Calle era el candidato presidencial de Cesar Gaviria, Ernesto Samper y Juan Manuel Santos, diciendo que el ex Vicepresidente sería la continuidad del gobierno Santos (Vea el artículo completo).

En medio de semejante zaperoco, se entienden las razones del ministro del interior para no convocar al Congreso a sesiones y posponer para el 20 de Julio la presentación de proyectos claves para la implementación de los acuerdos de paz. Otra manifestación más de la pérdida de gobernabilidad del ejecutivo.

Por lo anterior no se entiende con qué autoridad política los miembros de la agónica Unidad Nacional están ahora siendo tan críticos con la naciente coalición entre los expresidentes Pastrana y Uribe, quienes en un tiempo estuvieron en orillas distintas y ahora dan ejemplo de reconciliación, superando sus conflictos y abriendo la puerta para una “paz política”, que busca representar los anhelos de una enorme porción de los colombianos que ya se manifestaron con claridad al rechazar el plebiscito.

Estamos entonces frente al ocaso de una coalición que nació, creció y murió apara servir a los intereses del gobierno santos y simultáneamente frente al nacimiento de una coalición que surge como respuesta al desconocimiento de la voluntad popular que se expresó en el plebiscito del 2 de Octubre de 2016. El triunfo del NO fue la génesis de la unión entre Uribe y Pastrana, pero fue también el inicio del fin de la Unidad Nacional cuya cohesión nunca tuvo un trasfondo ideológico ni conceptual, por ello terminará muriendo por la misma causa que nació: por exceso de azúcar. Que en paz descanse.

*Ex viceministro de justicia. Decano de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda.
@ceballosarevalo

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