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Queremos tanto a Bernie

Por adecuar manuales de funciones a un beneficiario específico, el procurador destituyó al director del Invías. Pero a Bernardo, ni lo ha llamado.

Daniel Coronell
18 de septiembre de 2010

Un poderoso escudo protege al ex secretario general de la Presidencia Bernardo Moreno. Nada le pasa a pesar de las pruebas disciplinarias y penales en su contra. Mientras detectives están en la cárcel, ex directores del DAS próximos a acompañarlos, un ex ministro destituido y llamado a juicio y otro en vísperas de correr similar suerte, Bernardo Moreno viaja por el mundo.

El hombre fuerte del anterior gobierno ha venido sorteando sin mayores inconvenientes los procesos por las 'chuzadas', la yidispolítica, la asignación de notarías como pagos por la primera reelección e incluso un cambio en el manual de funciones de la Presidencia para ascender a su asesora preferida a un cargo para el cual no cumplía los requisitos.

Tanto el ex director de Inteligencia del DAS Fernando Tabares como el ex jefe de Contrainteligencia Jorge Alberto Lagos han hablado del papel que Bernardo Moreno tuvo en los seguimientos ilegales. Lagos ha afirmado que en compañía de sus superiores inmediatos fue al despacho de Bernardo Moreno a reconocer una fotografía para usarla en una campaña de desprestigio contra la Corte Suprema.

Por su parte, Tabares ha señalado que en el Club Metropolitan de Bogotá, y acompañado por la directora del DAS, recibió una orden del Secretario General: "El doctor Bernardo Moreno le manifiesta a la doctora María del Pilar Hurtado que el interés del Presidente de la República era que el DAS lo mantuviera informado sobre cuatro temas o aspectos principales: la Corte Suprema de Justicia, la senadora Piedad Córdoba, el senador Gustavo Petro y el periodista Daniel Coronell". (Vea la declaración de Tabares)

Los asistentes a la reunión eran tres, dos de ellos reconocen la existencia de esa petición. Solo Moreno la niega.

Tabares y Lagos están presos. La ex directora María del Pilar Hurtado probablemente lo estará en las próximas semanas y Bernardo, tranquilo.

En el tema de la yidispolítica sucede algo parecido. Desde el primer día, Moreno ha buscado rehuir su responsabilidad. No ha hablado de los recomendados de los políticos que aprobaron la reelección nombrados gracias a sus gestiones, mencionadas al menos por dos testigos. Al mismo tiempo, ha tratado de convertir al ex ministro Sabas Pretelt y al superintendente de Notariado Manuel Cuello Baute en los únicos responsables de la designación de los notarios de la reelección.

En la tarea de persuasión para lograr la primera reelección, Bernardo Moreno tuvo como mano derecha a Claudia Salgado. Ella era sus ojos, sus oídos, su mano generosa y la voz suya en el Congreso. En el computador de la 'doctora Claudia' están los secretos de esa época. Tal vez por eso, el Secretario General decidió premiarla, un tiempo después, ascendiéndola a 'Asesora Política' de su despacho.

Sin embargo, Bernardo se encontró con un pequeño inconveniente. La 'doctora Claudia' solo tenía un título intermedio: tecnóloga en Terapia de Lenguaje y Audición. (Vea el diploma). Y el manual de funciones de la Presidencia exigía para el cargo: "Título profesional en Derecho, Ciencias Políticas o carreras afines, título de posgrado en la modalidad de especialización en áreas relacionadas con las funciones del cargo y treinta y un (31) meses de experiencia profesional relacionada" (Vea el manual de funciones original).

Pero como las normas no han sido obstáculo para sus decisiones, Bernardo cambió el manual, que curiosamente desde ese día determina que el cargo lo podrán ocupar quienes tengan: "Título de tecnóloga en Terapia de Lenguaje y Audición, profesional en Ciencias Políticas, Derecho o carreras afines…". (Vea el manual de funciones modificado)

Entre otras cosas, por adecuar manuales de funciones a un beneficiario específico, el procurador Alejandro Ordóñez destituyó e inhabilitó por 15 años al director de Invías Daniel García. Sin embargo, a Bernardo no lo ha llamado siquiera para que explique el tema.

¿Y la 'doctora Claudia'? Alguien debe valorar mucho sus terapias, porque sin importar el escándalo ni el cambio de gobierno, allí sigue, donde la dejó Bernardo. Despacha en una cómoda oficina en la Casa de Nariño, estratégicamente ubicada a unos metros del presidente Santos.