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Romney no evade. Elude

Mitt Romney ha utilizado el sistema impositivo americano con mucha imaginación para pagar la menor cantidad de impuestos posible. No evade. Solo elude.

Semana
12 de octubre de 2012

Después de negarse a presentar las declaraciones de impuestos de más de dos años, finalmente la campaña de Mitt Romney reveló que él y su esposa Ann pagaron una tasa de impuestos de 14.1 por ciento efectiva en 2011, lo que arroja 1.9 millones de dólares en impuestos sobre un ingreso de 13.7 millones, la mayoría del cual se deriva de inversiones.
 
Respecto a los demás contribuyentes, ¿dónde coloca esas cifras a los Romney? Comparativamente pagaron una tarifa mas alta que el promedio de los americanos, pero significativamente menos que el promedio de los muy ricos. De acuerdo con las estadísticas, el americano promedio pagó 12 por ciento de impuesto de renta en 2011. Pero entre el uno por ciento más rico del país, aquellos que ganaron más de $532,613 al año, la tasa impositiva promedio fue de 22.7 por ciento. Y los de mayores ingresos, el 0.1 por ciento de la población, aquellos que ganaron mas $2,178.886, como los Romney, pagaron una tasa efectiva de 21.4 por ciento al año, mucho mas del 14.1 por ciento que pagó el candidato.
 
El secreto es que los ingresos de los Romney no solamente fueron producto de inversiones, lo que coloca al ingreso a una tasa de tributación inferior que si los ingresos fueran rentas de trabajo, sino que los fondos de inversión que originaron esas rentas están localizados en paraísos fiscales como Bernudas, Luxemburgo y Cayman Islands, lo que significa unas tasas de tributación aun menores.
 
Romney gerenció Bain Capital, una firma de banca de inversión en Boston por 15 años, desde 1984 hasta 1999, cuando pasó a manejar los Olímpicos de Salt Lake City. En 2002 fue elegido gobernador de Massachusetts. Sin embargo, nunca ha estado desvinculado totalmente de Bain Capital. El arreglo que tiene es que sigue disfrutando de las utilidades sobre los fondos de inversión en los cuales tiene participación y aquellos que ha manejado.
 
El principal fondo de inversión es el Bain Capital Fund IX LP, que es una empresa de participación limitada localizada en las islas Cayman. En 2009 tenía 4.500 millones de dólares en activos y en ese año tuvo un incremento en capital de $986 millones. Mitt y Ann Romney tienen participaciones directas en este fondo. El otro fondo es el Sankaty Credit Opportunities Investores IV, basado también en Cayman.
 
La sofisticada estrategia de impuestos de Bain y otras firmas de capital privado -Bain no es la única que recurre a estas maniobras- empieza con la arquitectura básica de sus fondos. Aunque están basadas en Boston, Bain y su afiliado Sankaty Advisors, han organizado por lo menos 137 entidades en las Caymanes. Las inversiones se denominan offshore, por estar por fuera del territorio continental de los Estados Unidos, y son paraísos fiscales, donde no se paga impuesto de renta.
 
El New York Times llevó a cabo una exhaustiva investigación sobre las inversiones de los Romney en los paraísos fiscales. Se llegó a la conclusión de que a pesar de que no hay maniobras ilegales de evasión de impuestos, si hay elusión de los mismos, o sea que se utilizan vacíos en la legislación para obtener mayores ingresos y pagar menos impuestos. Es evidente que sólo los inversionistas sofisticados tienen acceso a esta clase de maniobras.
 
Los managers de los fondos de inversión privados tienen la responsabilidad de maximizar las utilidades para sus clientes y parte de esa responsabilidad es minimizar los impuestos. Romney ha declarado que "el gobernador y la Sra Romney han seguido escrupulosamente las leyes fiscales y han pagado cien por ciento de lo que deben". Esto es cierto. No han evadido, solo han hecho uso de los vacíos que permite la ley para pagar menos. Aunque los adversarios de Romney llaman a estas prácticas evasión de impuestos, sus simpatizantes dicen que más bien son más eficientes fiscalmente.
 
Las razones para organizar los fondos offshore son varias, pero si hay una inversión en Cayman eso significa que habrá beneficios en impuestos. Algunos de los fondos de Bain Capital controlan participaciones en compañías extranjeras. Si eso fondos se hubiesen organizado en los Estados Unidos, los Romney y otros inversionistas americanas hubieran sido sujetos de ciertos impuestos federales por poseer "entidades extranjeras comtroladas".
 
Otro atractivo de los fondos offshore es que ayudan a las firmas de actividad privada a atraer fondos muy poderosos como los fondos de pensiones y las fundaciones de las universidades. Aunque estos fondos en general están exentos de impuestos, pueden ser sujetos en Estados Unidos si colocan el dinero en fondos que utilicen instrumentos de deuda. Si los fondos lo hacen, están sujetos a impuestos por "ingreso gravable por actividades no relacionadas" a una tarifa del 35 por ciento. Es por ello es que los fondos se localizan en paraísos fiscales y se denominan como "fondos bloqueados", donde no están sujetos a ese impuesto.
 
Esta práctica ha sido muy criticada y se ha pretendido legislar contra ella. Estas corporaciones offshore no son solamente un conducto para los inversionistas institucionales, sino también para inversiones extranjeras que quieren evitar pagar impuestos en Estados Unidos.
 
Ahora, las cuentas de retiro individual, I.R.A. son exentas de impuestos. Del mismo modo que cualquier fondo de pensiones, son gravables por "ingresos por actividades no relacionadas", si hacen préstamos o actividades no relacionadas con inversión. El I.R.A. de Romney ha sido manejado por un fideicomisario independiente y su valor se estima entre 21 y 102 millones de dólares, usando compañías bloqueadas offshore, al tiempo que mantiene otras inversiones onshore.
 
La mayor inversión del I.R.A. de Romney llega hasta 25 millones de dólares, en un fondo llamado BCIP Trust Associates III, una sociedad situada en las islas Cayman, a través de la cual los empleados de Bain invierten en los negocios de la firma.
 
Los fondos offshore tienen otra complejidad. Las ganancias a que tienen derecho los manejadores de los fondos de inversión, así como lo es Romney como consecuencia de las condiciones de su retiro, se difieren y tienen un tratamiento tributable favorable. Sin embargo, bajo las condiciones del IRS estas ganancias no pueden ser derivadas de corporaciones bloqueadas off-shore como Bain y Sankaty.
 
Para solucionar este problema, Sankaty establece sociedades offshore para que funcionen al mismo tiempo que los fondos bloqueados, según lo muestran los documentos a los que tuvo acceso el New York Times. Lo que viene es un complejo sistema de plomería. Los inversionistas de fondos exentos de impuestos como los fondos de pensiones y los fondos extranjeros colocan dinero en los fondos bloqueados. Después estos fondos bloqueados le transfieren dinero a las sociedades pre establecidas, que distribuyen el dinero, que casi no ha pagado impuestos, a los ejecutivos de Bain y Satasky.

Romney, al tener los activos del I.R.A. en las islas Cayman, se evita tener que pagar el 35 por ciento por impuesto de renta a actividades no relacionadas con el simple ejercicio de la inversión. Con un I.R.A. que va de 20 millones a 101 millones de dólares, los ahorros son significativos. Pero tiene razón al decir que no ha evadido impuestos. Lo que ha hecho es utilizar ingeniosamente el sistema tributario, de ahí que diga que no ha dejado de pagar un solo dólar de lo que le corresponde.