Santos y el ESMAD

El pésimo manejo que el gobierno del presidente Santos le dio a los paros de las últimas semanas, es indudable. En sus intentos fallidos por dialogar, envió su crema y nata del gabinete para conversar y así como se fueron así regresaron muchas veces. Como es lógico, quienes no saben dialogar solo les quedan las vías de hecho, obteniendo consecuencias violentas y poco acertadas. Los actos hostiles traen como resultado natural su reproducción en cadena, tal como la historia nos lo ha dejado claro.

Vale recordar lo que acertadamente El arte de la guerra reza: “El más sabio es aquel que no combate o que si se ve obligado a hacerlo, se comporta como el agua, obteniendo la victoria sin luchar”.

Los videos que se han publicado sobre la participación de las fuerzas militares en las protestas son escalofriantes y desafortunados. Muestran una realidad totalmente distinta a los mensajes que envía al presidente a la ciudadanía intentando concientizar a los colombianos sobre la importancia del diálogo con las FARC. Santos debe decidir entre ser el presidente del diálogo o el de la violencia y no hay lugar a posiciones tibias. 

Ya no es necesario que el ministro de defensa Juan Carlos Pinzón le aporte un desatino más a estas realidades sociales negando ante los medios de comunicación los excesos evidentes de la fuerza pública en las protestas. Ahora  los grandes medios de difusión en Colombia no son los poderosos canales tradicionales, son las redes sociales y  allí es donde se está escribiendo la historia de nuestra generación. 

La victoria de un conflicto no se da por los métodos violentos se da por la astucia y habilidad de sus líderes. Cualidades que se espera de quienes protestan y del gobierno Santos.

@JENNYLINDO