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Se mueve el péndulo

Colombia está entrando en uno de los más complejos e importantes escenarios electorales de su historia. ¿Hacia dónde se inclinará el péndulo político?

Miguel Ceballos Arévalo, Miguel Ceballos Arévalo
24 de noviembre de 2017

Son varios los autores que abordan el tema de los ciclos de la conducta electoral, a partir de lógicas políticas, económicas, culturales, generacionales y psicológicas. Dos de los más destacados estudiosos de la conducta de los votantes desde la perspectiva política  son Arthur Schlesinger y su hijo, quien lleva el mismo nombre, quienes han profundizado en los ciclos históricos de los partidos políticos en Estados Unidos. A partir del trabajo de los Schlesinger se popularizó la idea de los llamados “péndulos políticos”, para describir la inclinación de la conducta de los electores dentro de determinados periodos de tiempo, moviéndose entre dos extremos opuestos entre los cuales existen grandes diferencias, pero también existe un paso por el centro del movimiento pendular.

Después de las elecciones de 2010 cuando terminó el periodo de Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, todo parecía indicar que el triunfo de su sucesor, Juan Manuel Santos, mantendría constante el movimiento del péndulo hacia un Gobierno más cercano a las ideas de derecha, pues los planteamientos de Santos para ganar las elecciones no mostraban nada que alterara la tendencia. Sin embargo, el pueblo colombiano comenzó muy pronto a evidenciar una ruptura con las ideas y políticas del otrora elector de Santos, empezándose a mover el péndulo hacia la centro-izquierda, espacio en el cual el presidente empezó a realizar todo tipo de jugadas  para convencer al empresariado colombiano de las bondades de negociar con la guerrilla, así como para acercar a los gobiernos de Venezuela y Cuba en el contexto del proceso con las Farc, y simultáneamente tomar distancia con Washington hasta el punto de retroceder como nunca antes en la historia en la lucha contra el narcotráfico, tema que hoy tiene la relación bilateral con Estados Unidos en su más grave crisis.

Habiendo situado el péndulo en la centro-izquierda, Santos gana su reelección con las banderas de una paz que polariza al país contra lo que el propio presidente  sigue llamando “la ultraderecha”, asumiendo posturas y tomando decisiones sobre la estructura institucional del país, que si no fuera por la Corte Constitucional, tendrían a Colombia cogobernada por la Farc, por cuenta de unos acuerdos a los cuales no se les habría podido cambiar una sola coma, lo que hubiese implicado que el Congreso y la rama judicial estuviesen supeditados  a los designios de la comisión mixta creada por el Gobierno y la guerrilla para “hacer cumplir al pie de la letra lo pactado”.  

Sin embargo, aún estamos en un grave riesgo pues lo cierto es que se aprobaron cinco reformas constitucionales en menos de un año, todas ellas para desarrollar el contenido de los acuerdos con una minoría política, esa sí de “ultraizquierda”, que hoy después de un año de firmados dichos acuerdos, sigue negociando con un Gobierno que cede sin chistar a sus caprichos, no solo  por su debilidad, falta de legitimidad y liderazgo, sino porque está  aferrado al discurso de la paz para “pasar a la historia”, haciendo oídos sordos a la crisis económica e institucional que se avecina.

En estas circunstancias no debe sorprender que el péndulo empiece a moverse hacia la centro-derecha, basta ver las declaraciones de Germán Vargas Lleras, quien después de compartir el poder con Santos durante siete años, “araña” ahora los argumentos de Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, buscando ubicarse en el espectro de los colombianos que, hayan votado por el Sí o por el No,  empiezan a reflexionar sobre el modelo de país que tendremos no solo a partir de las elecciones presidenciales de 2018, sino como resultado de las elecciones de 2019, en las cuales veremos al nuevo partido de la Farc en pleno desarrollo, utilizando todos los instrumentos que Santos le viene regalando para empezar a crecer en el poder local, pues en las Alcaldías será donde pondrán jefes de Policía, manejarán presupuesto y controlarán políticamente las circunscripciones especiales que están a punto de recibir.

En este contexto, recuperando el espacio que quiere ser tomado por Vargas Lleras,  aparece un nuevo impulso del péndulo hacia la centro-derecha, se trata la Alianza entre Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, quienes el día de ayer hicieron pública una comunicación reafirmando su compromiso de llegar con un candidato presidencial único, y trazando una agenda programática basada en el propósito de  la “reconstrucción de Colombia”. (https://www.semana.com/nacion/articulo/alianza-entre-uribe-y-pastrana-para-elecciones-presidenciales/548371 ).

Con base en la propuesta de esta alianza los colombianos podrán empezar a contrastar los planteamientos de la centro-izquierda, que viene con la carga de haber apoyado las impopulares políticas de Santos durante 8 años, y que tiene gran dificultad para alejarse de la imagen de la Farc quien querrá arañar los votos de la izquierda democrática, que tanto empeño ha puesto en ser una opción viable de poder en el país. El péndulo se mueve.

*Exviceministro de Justicia. Decano de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda.

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