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Standard and Poor's acusado de estafa

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha entablado una demanda contra la calificadora de riesgo por mentir en sus mediciones.

Fanny Kertzman
8 de febrero de 2013

Standard & Poor's (S&P) ha sido acusada por el Departamento de Justicia de estafar a varios inversionistas que colocaron su dinero en papeles relacionados con hipotecas por un valor de 5.000 millones de dólares. S&P es una agencia calificadora de riesgo y medidora del mercado. Se le acusa de haber intervenido indebidamente en sus funciones.  La acusación, de 128 páginas, es la primera que se hace a una calificadora de riesgo por parte de la Fiscalia o cualquier otro representante de la Ley. Las acciones de McGraw Hill, el dueño de S&P cayeron 23 centavos. 

El Fiscal General de los Estados Unidos, Eric Holder, se mostró aterrado y relacionó esta  conducta con la crisis financiera. El Departamento de Justicia (DoJ) sostiene que S&P representó en forma falsa a los inversionistas en productos financieros, incluyendo algunos tan prominentes como Western Federal Corporate Credit Union, Bank of America y Citibank, a los que engañó respecto al origen de las tasas infladas que mostraban sus inversiones.

Al Fiscal Holder se le unieron fiscales locales, como los de Connecticut, California, Delaware, Mississippi, Illinois, Iowa y el District of Columbia. Hasta ahora, 16 estados y el distrito de Columbia se hicieron partícipes en la demanda. Esta dice que desde 2004 hasta 2007 S&P hacía actualizaciones "ajustadas y demoradas"  a los criterios de calificación y los modelos utilizados. La demanda dice que S&P ignoró advertencias de sus propios analistas sobre la debilidad del mercado hipotecario, que no estaba en condiciones de arrojar resultados triple A basados en un mercado de papeles derivados de hipotecas.

La demanda dice que no se tuvo en cuenta la información que se tenía a la mano. En la medida que el mercado de finca raiz se debilitaba al comenzar 2007, el DOJ sostiene que S&P le ayudó a los bancos a empacar papeles (securities) en CDO ó  "Collateralized debt obligations," un complicado instrumento financiero que saca los activos malos del balance y los vende a inversores desprevenidos. 
     
En la medida que se deterioraba el mercado hipotecario a comienzos de 2007, el DoJ dice que S&P ayudaba a los bancos a empacar  papeles en los CDO para poder sacarlos del balance y venderse a algún inversionista distraido. Tony West, un alto oficial del DoJ dijo" tengo evidencia de que S&P no solo sabian que esto es lo que hacían los bancos; S&P los ayudó a hacerlo", dijo. El señor West declinó comentar sobre si se estaban investigando bancos. Los CDO fueron bajados de calificación y dieron mas de 5.000 millones de dólares en pérdidas. 

La demanda alega que algunos analistas de S&P bromearon sobre el mercado de finca raiz al comienzo de 2007 y sobre el desastroso estado de las hipotecas "Las afirmaciones de que deliberadamente manteníamos las tasas altas cuando sabíamos que deberían ser menores simplemente no son ciertas" dijo S&P. La demanda se presenta cerca de 5 años después de que la SEC emitió un reporte en 2008 y dos años después la Comisión de investigación y el Senado investigaran a las agencias de rating S&P, Moody's y Fitch Rating.

Pero el problema de fondo, la falta de una buena regulación de la industria, continúa sin resolverse. Casi tres años después de que pasó la reforma financiera de Dodd-Frank, no hay ninguna señal de que los reguladores federales quisieran proponer o pasar duras reglas para reformar la agencia. Peor aún, los reguladores han sostenido la posición legal para evitar demandas de los inversionistas, a pesar de que había asuntos que cuestionaban la no representatividad. Peor aún, los reguladores demostraron negligencia y fraude en la calificación de inversiones hipotecarias. 

La demanda contra S&P y de paso McGraw-Hill Companies se va con todo. Dice que entre septiembre de 2004 hasta octubre de 2007, "a sabiendas y con la intención de estafar, diseñar, participar y ejecutar un plan para estafar los inversores" en un negocio relacionado con papeles basados en productos respaldados por hipotecas y que la agencia falsamente sostuvo que sus ratings eran "....objetivos, independientes, sin influencia de ningun conflicto de interés" .

El gobierno inicialmente buscó una multa mayor a mil millones de dólares y que los directivos se declararan culpables de al menos un caso de estafa. Cuando S&P se negó, el gobierno los demandó y ya no está buscando un arreglo, sino obtener los 5.000 millones de dólares en discusión.

S&P contrató a John Keker para su defensa, uno de los abogados mas destacados en crímenes financieros. Keker ha defendido a Lance Armstrong y a Andrew Fastow, de Enron, quien logró una condena de solo seis años.

Por muchos años, las agencias calificadoras se han defendido en juicios civiles entre agentes privados diciendo que sus calificaciones son opiniones independientes, protegidas por la Constitución. Una decisión de la Corte dice que las calificaciones no son opiniones sino falsedades. Esto le servirá a la defensa del gobierno. Al acusar a S&P por violar sus propios estándares al emitir buenas calificaciones a papeles basura, el gobierno ha acusado a S&P de estafa, nada más y nada menos.