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Angelino Garzón: la “tercería” posible

El gran hecho político previsible y deseable sería la candidatura presidencial del actual vicepresidente de la República, Angelino Garzón.

Diego Arias, Diego Arias
30 de septiembre de 2013

Contrario al análisis que se deriva de la encuesta de opinión última, publicada por la Revista SEMANA y la “Alianza de Medios”, el gran hecho político de la coyuntura electoral no va ser como se ubica Germán Vargas Lleras, si  como candidato presidencial o como fórmula vicepresidencial de Juan Manuel Santos. 

Aunque aún no se le toma en cuenta como aspirante presidencial -dado que él mismo ha dicho que no lo será si el actual presidente se lanza a la reelección- el gran hecho político previsible y deseable sería la candidatura presidencial del actual Vicepresidente de la República, Angelino Garzón.

Como él, no hay otra figura nacional con mas reconocimiento y prestigio en las encuestas (la de SEMANA y todas las demás) solo superado por Obama y bastante arriba del general (r) Óscar Naranjo; algo que ha permanecido así desde el comienzo de este gobierno, e incluso desde antes.

Ha sobrevivido a las múltiples crisis y desgastes que se han acrecentado para el actual gobierno en el último tiempo. Su apoyo incluso aumentó, en un gesto tal vez de solidaridad pero también de reconocimiento, cuando los problemas de salud pasaron cuenta de cobro a la humanidad del vicepresidente; situaciones que por fortuna parecen ya superadas o en trance de serlo.

En todo este tiempo no han faltado las críticas a Angelino Garzón y sus detractores le reprochan en especial dos cosas: la “facilidad” con la que ha estado en gobiernos tan distintos como los de Álvaro Uribe y ahora el de Juan Manuel Santos y el hecho de no siempre “tocar” la misma partitura del gobierno al que pertenece. En la izquierda más radical, incluida la “democrática” y la armada (guerrilla), se le califica de “inconsecuente” como si su defensa de los pobres y mas excluidos tuviera que ir aparejada de apoyos, los homenajes a la lucha armada y a quienes la ejercen.

Que Angelino haya participado en distintas administraciones puede parecer una incoherencia pero si se evalúa su comportamiento dentro de ellos -su palabra y su práctica- estos han sido siempre coherentes. Tanto que por eso muchas veces ha resultado ser  un personaje “incómodo” dentro del gobierno y de sectores de las élites. 

Y su compromiso con la paz y la no-violencia y su perspectiva de inclusión social (lo rural y lo urbano, los niños y las niñas, etc.) aunque a veces objeto de caricatura y burla, terminan por decir bien de su papel. Pero además de su carisma esta también su habilidad y capacidad para la mediación exitosa (en la mayoría de los casos) de múltiples conflictos y tensiones de todo tipo, en las que se ha pedido su intervención. 

Luego de haber sido protagonista de la Constitución de 1991 por al lista de la AD-M19, además de gobernador del Valle, embajador, entre otros logros, Angelino no desprecia una aspiración presidencial pero en una muestra de “lealtad” ha dicho que no lo hará si Juan Manuel Santos elige el camino de la reelección. A cambio de eso, ve en una Alcaldía (Cali o Bogotá) su más próximo futuro.

Pero la situación está cambiando a tono también con la crisis social y política, las decisiones electorales y los dilemas de la guerra y la paz. Yo creo que siendo así las cosas esa “lealtad” de Garzón con Santos debiera ser revisada.

En un escenario Juan Manuel Santos vs. Francisco Santos (qué pereza) u otro similar, la verdadera “tercería” con opción real de poder para las expresiones del centro y de la izquierda no es Peñalosa, ni Navarro ni Clara López. Esa tercería solo tiene hoy un nombre posible: Angelino Garzón.

*Excombatiente del M19 y el FMLN-Constructor de Paz.

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