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Uribe habla, Hurtado calla

Mientras el expresidente reclama su inocencia en las chuzadas, la exdirectora del DAS guarda silencio. ¿Por qué?

Armando Neira
3 de febrero de 2015

Es una paradoja. La exdirectora del DAS María del Pilar Hurtado, que legalmente debe responder por las chuzadas del DAS, guarda silencio mientras su exjefe el expresidente Álvaro Uribe Vélez, sobre el que no hay ningún proceso abierto, libra una ofensiva mediática para reclamar su inocencia.

¿Por qué? En el círculo cercano a la exjefe de espionaje se mencionan tres puntos: 1. Si señala a Uribe, sea cual sea el nivel de acusación, se echará de enemigo al expresidente y a toda la colectividad del Centro Democrático que, como se ha visto, actúa de manera cohesionada. “Con los problemas que ya tiene encima para qué sumarse otro dolor de cabeza”, afirma una fuente que la conoce bien. 2. Hasta ahora ella ha oído una variada oferta de ofrecimientos para que hable, pero con los más disimiles beneficios: que su conciencia quedaría tranquila, que por el bien de la patria, que se “podría” “de pronto” o “posiblemente” hacerse a una rebaja de penas. La dificultad surge por las distintas opiniones enfrentadas de respetados juristas acerca de una persona que ya fue juzgada. 3. Ella, ni nadie, sabe qué determinará la Corte Suprema de Justicia en su sentencia. Es posible que le imponga la pena máxima, pero -aunque muchos lo ven improbable- la puerta legalmente está abierta para que esta corporación la exonere y así ella podría salir e irse tranquila para su casa.

Entretanto, el expresidente Uribe se ha lanzado a una ofensiva mediática con el énfasis puesto en tres puntos. 1. La inesperada y rápida traída a Bogotá tras la circular roja de Interpol de Hurtado forma parte de la persecución política contra él y su colectividad que, dice él, lidera el presidente Juan Manuel Santos. 2. Hurtado está siendo presionada –incluso el expresidente dice que Santos la está “torturando”- para ponerla en su contra. 3. Y se diga lo que se diga, él es inocente. “Jamás ni María del Pilar ni mis compañeros de la Presidencia ni yo ordenamos que se hiciera algo contrario a la ley o por fuera de la ley”.

Uribe, como es habitual, ha echado mano de su Twitter y de la televisión. En una entrevista con Juan Roberto Vargas, director de Noticias Caracol, aceptó que sí se produjeron interceptaciones, pero que estas fueron ajustadas a la normatividad y en defensa del Estado. Así, sostuvo que en su momento, el DAS debía indagar “la noticia que una senadora de la época incitó a un golpe de Estado contra el gobierno de Colombia, o cuando se tenían noticias de que el gobierno chavista estaba patrocinando políticos colombianos. Ahora, esas operaciones de seguridad nacional se adelantaron con estricta sujeción a la ley”.

Pero ¿cómo explicar que al margen de María del Pilar este caso tiene 11 personas condenadas y 20 más en investigación? ¿Qué se puede decir si las 11 personas, todas pertenecientes en algún momento al DAS, confesaron ante la autoridades su participación en distintos delitos? Uribe tiene su razonamiento: “Los testigos que hay contra la doctora María del Pilar, primero son testigos porque negociaron una rebaja de penas con la Fiscalía. Les dijeron: o los condenamos a tantos años o acusan y les rebajamos la condena. Segundo, y esto es bien importante que lo tenga en cuenta el país, esas personas eran funcionarios de alto rango en el DAS, tenían toda la preparación, toda la responsabilidad, si ellos hubieran recibido órdenes ilegales, debieron no cumplirlas. Si a uno el superior le da una orden ilegal, uno tiene que decir: ‘No la cumplo’, ‘yo no voy a violar la ley’. Esos son los testigos en que se basan las imputaciones a María del Pilar”.

Esto ocurre mientras se conoce que un Tribunal de Justicia Transicional de Justicia y Paz ordenó el traslado de copias para investigar al expresidente por la masacre paramilitar en el corregimiento de El Aro, municipio de Ituango (Antioquia), ocurrida el 22 de octubre de 1997 cuando era el gobernador de Antioquia. Esta decisión naturalmente le dará más energía a Uribe para hablar. Entretanto, Hurtado sigue refugiada en su silencio.

*Director de Semana.com
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