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Aranzazu aliado mundial del fique

Es la tierra donde “se ama, se vive y se espera”; para el presente puente festivo todos los caminos conducen a Aranzazu- Caldas, que celebra con esperanza y entusiasmo las XXIV ferias de la cabuya.

Uriel Ortiz Soto, Uriel Ortiz Soto
13 de octubre de 2016

Ante el resurgimiento del fique como cultivo de gran promisión y desarrollo agroindustrial, dada la prohibición de los polietilenos y polipropilenos, no es exagerado decir que el cultivo del fique es de futuro no solamente para las zonas cafeteras como producto de diversificación, también lo es para muchas regiones del país, donde se está cultivando, sino en forma tecnificada, por lo menos con conocimiento de causa.

Los kits agroindustriales en fibra de fique, que estamos promoviendo a nivel nacional e internacional, para mostrar las fuentes de desarrollo del paisaje cultural cafetero, -a través de mochila en fibra de fique bellamente diseñada-, con la participación del varias entidades oficiales, contribuirá a incentivar ante Colombia y el mundo, los productos emblemáticos de cada uno de los municipios que lo conforman, pero, además por medio de sistemas electromagnéticos, incorporados, se mostrarán sus fuentes de desarrollo en: agroturismo, paisajes con sus tradiciones culturales y artísticas; resaltando con especialidad la cosecha y recolección del café que dan colorido de belleza e inspiración.

Las soluciones de vivienda con módulos en fibra de fique y energía solar incorporada, es otra de las innovaciones de tan prestigiosa fibra; ya se están adecuando para ser presentadas como solución en casos de emergencias y desastres naturales, y en la etapa posconflicto en las zonas de concentración, pero, también como innovación agroturística para las demás regiones del país, interesadas en promover planes y programas de desarrollo en tal sentido.

Aranzazu con sus treinta y siete veredas, además de sus idílicos paisajes, está habitado por gentes emprendedoras de principios y valores, cada una por su modus vivendi, son una estación del cielo en los confines de la tierra, de allí, que por ser remansos de paz, son aptas para desarrollar programas acordes con los recursos naturales y humanos existentes en cada una de ellas.

En cada vereda la belleza de sus paisajes y de sus mujeres, por su porte y señorío, son el encanto de la razón y la admiración de quienes las visitan, para inspirarse en las actividades bellas de la vida, dando rienda suelta a sus amoríos, que siempre se confunden con la hospitalidad y el donaire de sus gentes.

La amabilidad y hospitalidad no tiene límites, en nuestra tierra, nadie debe sentirse forastero, llegar a ella, es arribar a un remanso de paz, de grandeza y de progreso, donde todos son nuestros amigos y las enemistades que raramente se generan, son desestabilizadas por las buenas normas de sana convivencia.

Fiel a su tradición: “en Aranzazu se ama, se vive y se espera”; es el amanecer y el atardecer de un pueblo pacífico y generoso, cuya grandeza permanece latente en las graderías de su existencia, que con el transcurrir de los años se ha ganado el espacio y reconocimiento como baluarte en el dechado de virtudes, que son transmitidas por sus mayores de generación en generación.

El pueblo que nos vio nacer, es el pedestal de la grandeza para todo ser humano; por lejos que nos encontremos, siempre abrigamos la esperanza de regresar a sus lares, para reencontrarnos con su pasado y recorrer las huellas que dejaron nuestros antepasados, la mayoría de las veces, son los cimientos que ayudaron a forjar nuestra personalidad y a adquirir una identidad de pulcritud y de grandeza, frente a los destinos y desafíos de la vida.

Regresar a nuestros lares, para disfrutar de las XXIV ferias de la cabuya, es colocar para el futuro las cimientes del cultivo del fique, que si bien estuvo en el ostracismo por el auge de los polietilenos y polipropilenos, hoy recobra identidad económica para el desarrollo del sector agropecuario, que sin lugar a dudas, en adelante, continuará ocupando un espacio privilegiado en las cimas del desarrollo económico, no solamente de Caldas, sino de Colombia, del mundo y del Paisaje Cultural Cafetero, del cual orgullosamente forma parte nuestro municipio de Aranzazu.

El pedestal de la grandeza de los pueblos la escriben sus buenos hijos, generando fuentes de desarrollo, no existe terruño en el mundo exento de esta circunstancia, para lograrlo, debemos enarbolar muy en lo alto las banderas del civismo y el amor por la tierra que nos vio nacer, no podemos promover planes y programas en medio de intereses politiqueros, puesto que se exponen a sufrir el virus de la traición, el desengaño y la indiferencia, antesala para llegar a los laberintos de la corrupción.

Quienes desde hace varias décadas por razón de nuestro destino, hubimos de abandonar tan apacibles y tranquilos lares, recordamos en nuestras noches de insomnio, como fueron los inicios de estas festividades, que se celebraron con derroche de sencillez, amabilidad e hidalguía; épocas que al son de las buenas costumbres, se confundían con la belleza y candidez de nuestras reinas, que solo atinaban una sonrisa nerviosa y tímida, ante la mirada escrutadora de sus súbditos, que se disputaban el trono de las beldades, con amor, respeto y cariño.

Aranzazu, fue de los pocos, sino el único municipio de Colombia y del mundo, que no obstante el auge y despliegue casi que aballazado, de los polietilenos y polipropilenos, supo sostener la fibra del fique, como un desafío constante y permanente de ser biodegradable y amigable con el medio ambiente, razón por la cual, las miradas están pendientes de los procesos de desarrollo de tan importante cultivo, el cual no solamente se utiliza para la fabricación de empaques, sino que tiene un impresionante desarrollo agroindustrial en la elaboración de: abonos a partir de los residuos que quedan de la extracción de la fibra; también del sumo como materia prima para fabricar: jabones, licores y demás útiles de tocador entre otros productos.

Las artesanías en fique, son un capítulo aparte, no obstante, la crisis que ha venido afrontando, continúa siendo de gran importancia no solo para los mercados nacionales e internacionales; un grupo de damas asociadas, ha permanecido a la vanguardia para no dejar extinguir el trabajo de tantos años, aunque a unos costos bastante altos, sin embargo, han sostenido la labor titánica, y para las fiestas que se inician a partir del próximo 14 de octubre, hasta el 17 del mismo mes, tienen preparada una exposición de productos varios de artesanías en fibra de fique, que causan verdaderos aplausos de admiración y de belleza.

* urielos@telmex.net.co

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