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Vitrinazo por los últimos diez años de nuestro deporte

Se fue una década. Década que empezaba a todo trapo con la medalla de oro olímpica de María Isabel Urrutia en pesas. Y que termina en Singapur 2010 con cinco medallas juveniles.

Semana
20 de diciembre de 2010

Con un digno campeón del fútbol colombiano, Once Caldas, y Tolima, un subcampeón, lleno de juventud y talento, pero que le faltó pimienta, se fue una década. La primera del siglo XXI. Década que empezaba para nuestra patria deportiva a todo trapo, nada menos que en Sídney con la medalla de oro olímpica de María Isabel Urrutia, por cierto, la única a nivel profesional de ese metal que en la vitrina del deporte colombiano reposa.
Urrutia ganó en levantamiento de pesas, disciplina que tiene por esta latitud una especia de contrato con la historia. Salvo el bronce de María Luisa Calle en ciclismo en Atenas 2004 y el de Jacqueline Rentería en lucha en Pekín 2008, las demás del nuevo siglo han sido en halterofilia: Mabel Mosquera, bronce en Atenas; y en Pekín 2008, plata para Diego Salazar.

Y estos diez años terminan bien también. Colombia quedó detrás de Cuba y Brasil en Latinoamérica en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Singapur en agosto pasado. Ganó dos preseas de oro (tenis y ciclismo multimodal) y tres de plata (pesas, boxeo y salto ecuestre). Juan Sebastián Gómez fue el dichoso tensita, el actual número uno del mundo júnior. Nairo Quintana ganó el Tour de L´avenir en Francia, se corrió una Vuelta a Colombia soberbia (sin contar el presunto doping del español Óscar Sevilla) en el renacer del ciclismo nacional, el éxito de Edgar Rentería en las nubes del béisbol, el cuatro puesto de la Selección femenina de fútbol en el mundial de Alemania y el subcampeonato de la mayores en la Copa América, la performance criolla en los Juegos Suramericanos en Medellín, el título mundial de boxeo de Carlos Támara en enero para comenzar el año con seis campeones reinantes, y un par de años más atrás la aparición de Camilo Villegas, el mejor golfista de todos los tiempos para Colombia ganador de dos títulos PGA en 2008.

El aplauso también cobija a los patinadores que compitieron limpiamente en el mundial de Guarne algunos meses atrás. La incómoda noticia de dopaje deportivo, o mejor, del hallazgo analítico adverso (mal llamado “positivo”) de tres corredores juveniles de Colombia que brillaron en sus respetivas pruebas, podría convertirse en un mazazo si se confirma. Ojalá que sea un error. Si no, ¡mamita! No importa que no sea deporte olímpico. Igual quedamos como un cuero. Entre Paréntesis, me parece que hace falta más capacitación en los entrenadores e instrucción a pelados, más campañas informativas y preventivas sobre el problema del doping.

Pero no nos salgamos de tema. En cuanto al fútbol masculino, ha quedado en el medio del lustro, vació. Hablamos del profesional porque las categorías menores tienen un devenir distinto. Ausencia en tres mundiales, Corea- Japón, Alemania y Sudáfrica, desfile de técnicos amén del resultado, desfalcos, dineros turbios. Según datos de Coldeportes, en los últimos tres años la Federación Colombiana de Fútbol no recibió financiamiento. Uno diría que qué bueno, entonces hay recursos para otros deportes. Pero no, basta visitar algunas instalaciones deportivas, federaciones como bádminton o hockey sobre césped... Y a propósito señores de Coldeportes: ¿entonces de dónde está saliendo la plata para la realización del mundial Sub 20 de fútbol de 2011?

Claro que hay que rescatar lo de Gómez en el tenis, pero ojo, no comamos gato por liebre. Lo que consiguió fue producto de un arresto de talento y espontaneidad, que en este caso no es locha ni improvisación, sino dedicación y trabajo. Para darle continuidad al progreso que evidentemente el deporte nacional vive, al potencial que en los muchachos está brotando, se necesita acompañamiento de la mano de serias y coherentes políticas.

Como Juan Sebastián hay muchos chicos. Buenísima señal. Habrá que saber acompañar tal cual lo hizo, entre otros, su preparador físico, el argentino Julián Mauri que, convencido en el porvenir de la empresa, trabajó gratis con el atleta. La Federación Colombiana de Tenis recibió en 2010 algo así como 70 millones de pesos, y un equipo juvenil con hambre cuesta alrededor de 300 millones. Sin embargo y a pesar de todo, el principal patrocinador del tenis en Colombia, además de Colsanitas en el sector privado, es Coldeprotes. Por eso es tan importante lo que haga y cómo lo haga. La idea de Clopatofsky de sacar las sedes de las federaciones y de las ligas del Centro de Alto Rendimiento en Bogotá, como hace unos días pretendía, es una locura. “Peligró el deporte olímpico”, dijeron unos. Aquí hay dos caminos: o utilizar el deporte como plataforma para otro interés, o entenderlo como un interés en sí mismo.

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