Home

Opinión

Artículo

OPINIÓN ONLINE

¿Está grogui la izquierda latinoamericana?

Ningún gobernante latinoamericano está exento del imperio que viene de la calle.

Yezid Arteta, Yezid Arteta
30 de noviembre de 2015

Por estos días varios amigos que tengo en la izquierda están un pelín nerviosos. Todo por el triunfo del neoliberal Mauricio Macri en Argentina, amén de lo que pueda suceder en las elecciones legislativas de Venezuela el próximo 6 de diciembre. «Todo bien», les digo a mis queridos caimanes barbudos, mientras trato de recordar el mejor pase gol de Carlos «El Pibe» Valderrama.

Las elecciones se ganan y se pierden. Son las reglas. Reglas a las que debe familiarizarse la izquierda que gusta de la libertad. Punto. Recuerdo una frase: «No confundamos la Historia con la histeria». No recuerdo bien si la dijo Eduardo Galeano o El Chavo del 8, pero nos vale para exponer que la historia reciente de Latinoamérica tuvo un motor de cuatro tiempos: la izquierda en todas sus manifestaciones. Millones de latinoamericanos pasaron de excluidos a protagonistas de su propio destino. Hay que estar fuera de la realidad para creer que un ajustado triunfo electoral puede habilitar a los neoliberales del continente para volver a hacer lo que les venga en gana.

Creo que fue en esta revista en donde aparecieron un par de abogados colombianos tertuliando sobre la suerte de Argentina a propósito de la elección de Macri. Los dos abogados y la conductora de la tertulia platicaban -con la parcialidad que define a los comentaristas de fútbol- sobre la muerte del «regimen kirchneriano» al que asociaban con el caos económico y la corrupción. El mismo día de la tertulia bogotana, un editorial del reputado The New York Times subrayaba que «la pareja (Néstor y Cristina Kirchner) sacó a la Argentina de una crisis económica, impulsados por un auge de los commodities, y adoptó políticas proteccionistas populares entre los trabajadores pobres». A muchos colombianos a veces les cuesta estar al día.

¿Qué era Latinoamérica antes de líderes como Chávez, Lula, Evo, Bachelet, Mujica, Kirchner y Correa entre otros, saltaran al cuadrilátero político? Era, literalmente, el patio trasero de la Casa Blanca. Una región devaluada geopolíticamente y dominada por unas élites corruptas que se enriquecieron a costa del patrimonio público y por golpistas que, sin pudor, mataban, encarcelaban, torturaban y desaparecían a miles de sus compatriotas. En el ámbito económico y moral, la izquierda recibió a un subcontinente desvalijado y abatido. Hagamos memoria reciente.

Hubo dictaduras y narcodictaduras en Bolivia. Las economías de Brasil, México y Argentina estaban empobrecidas y esclavizadas a la deuda externa. El tristemente célebre «Viernes Negro» de 1983 sacó a flote el despilfarro económico del gobierno venezolano presidido por Luis Herrera Campins y años después la crisis se agravó por los vulgares casos de corrupción descubiertos en el gobierno de su sucesor Jaime Lusinchi. La hiperinflación en el Perú hizo caer y huir al presidente Alán García, hecho que desencadeno la llegada de Alberto Fujimori, que actualmente cumple condena en Lima por asesinato con alevosía y apropiación de fondos públicos. Bucaram, Mahuad y Gutiérrez fueron destituidos en Ecuador por incompetentes. El «corralito» impuesto por el ex suegro de Shakira, Fernando de la Rúa, hizo que la clase media argentina perdiera todo o parte de sus ahorros. En Chile, Pinochet ordenaba matar a los opositores mientras robaba a manos llenas. En Colombia el burbujeante capital del narcotráfico hizo que la economía del país no cayera en la bancarrota.

Latinoamérica, exceptuando a Colombia, es hoy una región de paz gracias a la mano de la izquierda. La integración latinoamericana iniciada por Chávez mediante la creación de Unasur y la Celac es una magnifica señal política y diplomática a un mundo fragmentado y con varios conflictos abiertos de naturaleza compleja que involucra a Asia, Africa y Europa. Persisten en Latinoamérica, no podemos ignorarlo, conflictos y tensiones internas de origen estructural que requieren de muchísima intervención para aminorarlos.

La izquierda latinoamericana ha gobernado en unos países y sigue gobernando en otros. Su hoja de vida registra aciertos y desaciertos. La recuperación de la soberanía, el mejoramiento de la calidad de vida de millones de pobres y la expansión de la clase media son extraordinarios aciertos. Hay inversiones a gran escala, tales como la educación, cuyos resultados se ostentarán en algunos años. La corrupción y la burocracia son dos fenómenos endémicos que han afectado a ciertas áreas de la izquierda. Eso lo sabe la gente y por esas razones premia o castiga en la calle y en las urnas.

La movilización social en América Latina ha tenido dos grandes momentos continentales. La primera fue durante las guerras de independencia y la segunda es la que comenzó a principios del milenio y que no ha llegado a extender plenamente sus alas. Los gobiernos de izquierda se han encargado de colocar en un poco menos de una década un listón muy alto en materia de derechos sociales, empoderamiento popular y belleza moral. Un listón que asusta. La derecha lo sabe. La oposición venezolana lo sabe. Los neoliberales lo saben. Macri lo sabe. Los únicos que no lo saben son los dos abogados bogotanos que andaban cazando perdices en el plató de esta revista. Latinoamérica no volverá a ser lo que era antes.

La política en Latinoamérica va más allá de las urnas. Buena parte de la política se hace en la calle. Las protestas callejeras contra la corrupción hicieron que el pasado 3 de septiembre en menos de 24 horas el ex general golpista y fundador del Partido Patriota, Otto Pérez Molina, pasara de ser presidente de Guatemala a preso común por apropiación de bienes y fraude. Ningún gobernante latinoamericano está exento del imperio que viene de la calle. La calle quita y pone gobiernos. La calle quita y pone medidas. Es una experiencia singular que llama la atención a muchos pensadores, especialmente europeos, que hasta hace unos años nos ignoraban porque creían que nuestros países sólo producían bananos.

En twitter: @Yezid_Ar_D

Blog: https://yezidarteta.wordpress.com/author/yezidarteta/

Noticias Destacadas