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Yo, político *

Semana
20 de noviembre de 2006

Yo quiero ser político por vanidad. Para ver mi foto en las calles, mi nombre en boca de los locutores y de toda esa chusma que se hacen llamar electores. Para que mi mamá vea que soy importante y me quiera más. Para que los amigos del barrio me tengan envidia.
Yo quiero ser político para tener a muchas mujeres ofreciéndome sus bocas, su intimidad o su dignidad, a cambio de cartas de recomendación para que les den un puesto.
Yo quiero ser político para tener arrodillado a más de un mediocre que pondrá a mi disposición su dignidad a cambio de un favor de nada. Hombres que se dedicarán a rebajarse oficiando de sapos o lagartos; y que seguro, lambones me cepillarán la chaqueta y me invitarán a comer y beber, o a ser negociados y trampas al estado.
Yo quiero ser político para que los periodistas vengan a arrastrarse hasta mí y ofrezcan publicitarme en sus espacios, si les consigo avisos estatales, gracias a mis influencias.
Yo quiero ser político para mangonear a los que se las dan de mucho por inteligentes o nobles. Para manipular a los ricos y profesionales. Para pasarme por la faja la ley y sus jueces. Para que las autoridades se me arrodillen, y para conseguir platica.
Porque para eso es la política, para conseguir platica, poder, hembras, respeto, pajes, fama y roscas. Porque ser político es mejor o casi igual que ser mafioso, es mejor que ser rico, profesional o intelectual. Es casi ser Dios, el papá de todos, el amo de la cochera.
¿Ideologías políticas? ¿Doctrinas? ¿Partidos políticos? ¿Servicio al pueblo? ¿Plan de gobierno? Jajaja. No me hagan reír. Pero si el pueblo no pide eso. Yo quiero ser el político que el pueblo necesita y esta acostumbrado a tener; porque cada pueblo tiene el gobernante que se merece, y este pueblo de incultos, ¿qué más puede pedir sino a un vanidoso, arrogante, mentiroso, rosquero, promesero y rufián como yo? (*Caricatura política)