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7. LA CONTRATACIÓN PÚBLICA: LO MAS DIFÍCIL.

Semana
22 de mayo de 2012

 

De todos los temas que voy a tratar en este blog sobre como ser un buen alcalde, les aseguro que el manejo de la contratación pública es el más difícil y delicado.

 

Si cuando salgas de la Alcaldía querido amigo, quieres llevar una vida tranquila, te recomiendo que le pares muchas bolas al manejo de las licitaciones, así como a la elaboración del contrato mismo.

 

Ejercer una Alcaldía se ha vuelto en extremo peligroso, el Alcalde arriesga su integridad jurídica en cada decisión, lo que hace que haya algunos que no se atrevan ni a ejecutar por físico miedo a los organismos de control y a que los enemigos están al acecho con permanentes denuncias por todo, algunas hasta temerarias.

 

Lo primero que debes hacer es buscar los dos mejores abogados en Derecho Público que tengas a tu alcance, OJO: NO TE SIRVEN los abogados que siempre han ganado la vida asesorando alcaldes y funcionarios, que supuestamente hasta publican libros que generalmente ni siquiera escriben ellos, LOS BUENOS ABOGADOS SON LOS LITIGANTES, los que te saben defender cuado sale, te lo digo por experiencia propia.

 

Estos abogados deben ser como dos perros guardianes, tienen que turnarse para revisar TODO, ABSOLUTAMENTE TODO lo que debes firmar, deben evisarlo antes minuciosamente y comprometerse con su firma, o sea que tenga un chulo de uno de estos dos abogados, antes de tu firmarlo. En esto no te puedes equivocar.

 

En lo público las cosas funcionan distinto, pues si en la vida privada es muy grato confiar en la gente, creer en los seres humanos que te rodean, en la Alcaldía tienes que desconfiar hasta de tu sombra, por lo que recomiendo que sea el mismo abogado quien te lleve los documentos que debes firmar.

 

También debes contratar a un abogado externo, busca al mejor administrativista de la ciudad, de la provincia, del departamento o del país, según sea el caso y los problemas que encuentres, para que te asesore, tanto a ti como al funcionario encargado de la contratación, para que ninguno de los dos cometan errores que tengan que lamentar después.

 

Te pongo un ejemplo, Samuel Moreno, el alcalde de Bogotá que está en la cárcel, no firmó un solo contrato, porque no es función del Alcalde de Bogotá hacerlo, sin embargo está preso, por lo que no sólo debes tener cuidado tú como Alcalde, sino vigilar que todos tus colaboradores, sean cuidadosos con la contratación.

 

Es recomendable que no sea el Alcalde quien firme personalmente los contratos, no importa el tamaño del municipio, porque así sea proporcionalmente, todos tienen problemas y es imposible que el Alcalde pueda estar enterado del más mínimo detalle de un proceso licitatorio que es del resorte del Secretario o director administrativo o jurídico.

 

Ten siempre presente el refrán popular que dice: 

 

"No se puede caminar la procesión y repicar las campanas al mismo tiempo".

 

Un alcalde dedicado a la contratación no le hace bien al municipio y en cambio pierde un tiempo valioso que debe dedicar a la gestión gerencial que es más productiva para el municipio.

 

La familia del Alcalde debe estar por fuera de la administración, pero especialmente de la contratación, eso lo percibe la gente y no le gusta, hace que el Alcalde pierda credibilidad.

 

Mi recomendación es que la Secretaría que deba ejecutar el contrato, sea la responsable del proceso de contratación, obviamente en coordinación con el área administrativa, la firma de ambos debe figurar en el contrato para que los dos sean responsables y la función del Alcalde ha de ser el control de este proceso, control que debe tener una buena metodología para evitar que se vuelva engorroso.

 

La persona encargada del área administrativa, no sólo debe merecer toda la confianza del Alcalde, sino que se debe haber revisado minuciosamente todo su pasado, debe existir la garantía de que es 100% honesto.

 

De las primeras cosas que debe hacer el Alcalde una vez elegido, e incluso antes de posesionado, es hacer revisar el procedimiento de contratación vigente, contando con la asesoría de quienes estarán encargados del área administrativa y de abogados externos especializados en la materia. Lo deseable es que exista un ben proceso, pero de no ser así, se debe acoger un nuevo régimen, que permita dos cosas, a saber: agilidad en la ejecución de los proyectos, y posibilidad de ejercer un efectivo control sobre la contratación.

 

Si no atiendes bien este tema, corres el riesgo de desbaratar todo el esfuerzo que estás haciendo, que no es fácil.

 

Si la ley o las circunstancias te exijen que firmes tu mismo un contrato, te recomiendo que, dependiendo de la magnitud del mismo, lo hagas revisar minuciosamente, no sólo por el abogado que trabaja a tu lado, sino también del abogado externo, que generalmente es más experimentado, y que cada uno firme con un chulo, que lo hace coresponsable contigo. Sólo así te recomiendo firmarlo, porque ellos no van a poner la firma descuidadamente sabiendo que implica una coresponsabilidad contigo.

 

Existe jurisprudencia, que dice que la inicial del abogado que elaboró y revisó el contrato o la actuación, tiene hasta mayor responsabilidad que el funcionario que firma oficialmente, porque el conocimiento específico de la materia jurídica es del abogado y no del Alcalde, aunque se dé el caso de que éste sea abogado, porque no se está desempeñando en su profesión.

 

Este exceso de celo no es cobardía, porque se debe prever que más adelante el sucesor puede convertirse en un encarnado enemigo.  Personalmente me sucedió una vez que salí de un cargo público, mi sucesor se dedicó, según dijeron aterrados sus propios subalternos, durante año y medio a "escarbar" minuciosamente con el fin de encontrar algún error que yo hubiere cometido, a tal extremo que solicitó varios conceptos jurídicos para sembrar duda sobre el único contrato que firmé durante toda mi administración.

 

Vale decir que durante todo el tiempo de mi mandato se firmaron nueve contratos idénticos a ese, pero el único que mereció una indagación preliminar de un organismo de control del Estado, fue el que yo firmé, y aunque afortunadamente todo terminó bien, estos procesos causan una gran incomodidad y desagrado. 

 

Recuerden que para los medios de comunicación, poner en la picota pública a un Alcalde es mucho más atractivo que poner a cualesquiera otro funcionario, por lo que debes cuidarte mucho.

 

Ojo con los Alcaldes que permiten que su familia tenga injerencia en la contratación, van a la oficina, imparten órdenes al funcionario sobre con quien se debe contratar y hasta por cuanto, esto cada vez es más peligroso, pues además de que es ilegal, cualquier subalterno descontento puede mandar un anónimo a los organismos de control o a los medios de comunicación, lo que con los medios electrónicos, cada vez es más fácil. Creanme que eso no vale la pena, la plata que así se gana se la llevan después los abogados defensores y hasta los médicos por las preocupaciones que esto genera.

 

Además que esto es de lo que más desgasta la imagen del Alcalde y no puedes olvidar que una buena reputación es el mejor activo de un político y más del Alcalde.

 

Por lo que mi mejor consejo en materia de contratación es que mantengas  a tu gente en la raya y no hagas pendejadas de las que después te vas a arrepentir!