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¿Aceptaría que un frente guerrillero usara el nombre de su padre?

Semana
23 de junio de 2009

 
La noticia de los combates con el frente urbano de las Farc Manuel Cepeda Vargas, presunto responsable de los atentados en Cali, nos recuerda lo siguiente:
 

No pocos frentes guerrilleros y bloques paramilitares tienen o tenían el nombre de personas, como un homenaje.
 

Con cada acción criminal de esos frentes o bloques, dos preguntas han sido pertinentes:
 

¿Quiénes fueron esas personas cuyos nombres llevan los frentes y llevaban los bloques?
 

¿Dónde están los familiares o dolientes de esos nombres para que desautoricen públicamente el uso que les dan tales grupos?
 
(De una forma que no llegare a poner en riesgo sus vidas)
 

Ignoro si el profesor Gonzalo Sánchez se ha fijado en esto, en el trabajo de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, CNRR.
 

Pero es una cuestión relacionada con la memoria, el perdón y la reconciliación.
 

En el caso de los paras, tendría significado para las víctimas saber que los dolientes del nombre del bloque que los vejó, no estuvieron de acuerdo, o piden perdón, o lo lamentan.
 

Imaginen un encuentro fortuito del hijo de una víctima con un ‘heredero’ del nombre del bloque victimario, y que descubran el ‘nexo’.
 

La convivencia (no digamos la reconciliación) será muy difícil si el nombre del bloque no ha sido ‘excusado’ (y perdonado), si no ha habido una separación del ‘heredero’ respecto del significado del uso del nombre.
 

En el caso de las guerrillas, cada atentado de un frente con nombre particular es una afrenta agravada a la sociedad si los dolientes del nombre particular, pudiendo, no rechazan la acción terrorista.
 

Esto en la práctica puede ser complicado de lograr, por diversas razones.
 

Sin embargo, podría tener un enorme efecto simbólico que Iván Cepeda, el luchador de los derechos humanos, cada vez que el frente Manuel Cepeda cometa un atentado salga a decir que es un pésimo homenaje implícito a su padre.