Alcaldesa Lesbiana en Bogotá

Una ciudad hace cada vez más posible la convivencia solidaria y democrática, en cuanto más reconozca a la diversidad de sus habitantes y estos estén representados en sus cargos públicos. Bogotá, desde el periodo anterior (Luís Eduardo Garzón) se ha distinguido por la construcción de una democracia realmente participativa y solidaria.

Bogotá una ciudad con 7 millones habitantes, está dividida en 20 localidades, para cada una de ellas el Alcalde mayor de la ciudad (actualmente, Samuel Moreno Rojas) elige a un alcalde local.
 
Chapinero es una de esas 20 localidades y una amplia zona comercial, de vivienda y sede de varias universidades; es la zona con la mayor cantidad de lugares comerciales que ofertan servicios a la población LGBTIQ, por metro cuadrado en América Latina; también es el territorio que tiene la mayor concentración de habitantes de esta población en toda Colombia. En esta localidad de la ciudad igualmente funciona el Centro Comunitario LGBT, el primero en su naturaleza en Bogotá y Colombia.

Quien ha sido elegida como la nueva Alcaldesa Local de Chapinero, es Blanca Inés Durán Hernández, una mujer de 36 años de edad, Ingeniería Industrial de la Universidad de los Andes, de la que también ha sido docente, y diplomada en ‘Gerencia para resultados en el Desarrollo’ del Instituto Interamericano para el Desarrollo Social.
 
Es una mujer públicamente lesbiana, con lo quiero decir que no le estoy haciendo el outing, es decir no estoy haciendo conocer a la opinión publica algo que está escondido, sino hablando de algo que quienes han sido sus alumnos, amigos, compañeros de trabajo y compañeros de militancia política, ya saben.

Con una amplísima trayectoria en el trabajo con la comunidad, las ONG y los temas de derechos humanos. Se desempeñó hasta enero de 2008 como oficial de proyectos de Project Counselling Service, un consorcio de ONG internacionales (Consejo Danés para los Refugiados, HEKS e Inter Pares).
 
Como activista es reconocida por su membresía en diversas organizaciones sociales y ambientalistas y por ser la fundadora del grupo Polo de Rosa (sector de transgeneristas, bisexuales, lesbianas y gays) del partido de izquierda Polo Democrático Alternativo.
 
De este grupo político son igualmente los Ediles Sebastián Romero hombre homosexual público e igualmente integrante del Polo de Rosa, y Angélica Marín Agudelo, quien ha apoyado abiertamente las causas de la comunidad LGTB.
 
Por supuesto ni a la alcaldesa ni a los ediles les eligen por ser lesbiana u homosexual, sino por su experiencia, conocimientos y propuestas; pero también cabe destacar que la homofobia es la razón por la que se necesitaron muchos años y mucho trabajo de incidencia política, para que estas personas pudieran ser ellas mismas públicamente, sin ocultar su identidad de orientación sexual o su apoyo en la lucha por los derechos de las minorías sexuales en nuestro país.
 
Si la lesbianidad o la homosexualidad fueran algo tan público en otros políticos como en ella o él, muchos de ellos(as) que aun viven en la heterosexualidad para ocultar su orientación sexual, serían públicos en todos los aspectos de su vida, no se verían obligados a la doble moralidad que conlleva la exclusión social y muy seguramente crearían condiciones para que la naturalidad con que se viviera la sexualidad fuera algo de la cotidianidad; entonces ya no tendría sentido escribir un blog como el que ahora lee. 
 
La heterosexualidad no es noticia, tampoco lo es que un hombre sea presidente o alcalde, es muy extraño en nuestro misógino país que las mujeres tengan cargos públicos, y mucho más que siendo lesbiana se valore más su capacidad profesional que su orientación sexual en el momento de elegirla. Ojalá llegue el día en que haya equidad de sexos, de géneros y de orientaciones sexuales, ese día viviremos realmente democracia.

Una capital con capital incluyente
La Secretaria de Gobierno de Bogotá ha autorizado al Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal, el rubro de 4.000 millones de pesos (durante el cuatrienio 2008-2012) para la continuidad del Centro Comunitario LGBT de Chapinero y la implementación de 3 nuevos Centros Comunitarios LGBT, en las localidades de: Kennedy, SantaFe-Mártires y Suba (de acuerdo con lo solicitado por el Consejo Consultivo LGBT). Al interior del IDPAC la responsabilidad directa será de la Gerencia de Mujer y Géneros. Un proyecto de la ciudad en el cual también laboran reconocidos lideres de la comunidad LGBT.
 
La Corte y los derechos
La Corte Constitucional colombiana autorizó el 17 de abril el pago de la pensión de sobrevivientes a las parejas del mismo sexo. Un gran paso legal para la población LG, que se suma al fallo de esta misma Corte que autorizara hace un poco más de un año la unión marital de hecho y los derechos patrimoniales a estas parejas.
 
Una prueba mas de que en Colombia es posible una ciudadanía plena, sin ciudadanos de segunda clase, pero la homofobia que se destila en muchos de los comentarios de los/las lectoræs deja entrever que se necesita mucho mas trabajo político y de transformación cultural y social.
 
no es posible que aun se crea que la homosexualidad es una enfermedad (la homofobia si lo es y tiene tratamiento) o que es antinatural, cuando lo natural, definido por Tomás de Aquino, no tiene mucho que ver con el actual concepto de naturaleza humana.