Bogotá Región: ciudad del conocimiento?

En esta ocasión quiero mantener mi atención sobre un tema que no aparece registrado en las encuestas con la que se evalúa la administración del Alcalde Moreno en Bogotá. Me refiero a el tema mas grueso y menos comentado: ¿cómo garantizar la competitividad de la Región  Capital hacia el futuro?. Si se evalúa la gestión es esta área, estoy seguro que la nota no sería superior al 2.0 con la cual se califica a Moreno en relación a la corrupción.

En artículos anteriores hice mención al Foro de la Revista Semana, que se realizó con el apoyo del Foro de Presidentes y la Alianza Universidad Empresa ( UEE ) sobre las relaciones entre estos actores para fomentar la innovación. Este fue un espacio extraordinario para poner en la agenda pública la importancia de el acercamiento que se debe dar entre las compañías y los organismos de investigación.

Quisiera retomar el hilo de este evento para sustentar el porque hice la afirmación sobre la calificación. Para ello quiero referirme a la presentación hecha por un mexicano sobre un proceso que hoy se está realizando en el estado de Nuevo León donde está la ciudad de Monterrey. Los buenos ejemplos hay que aprovecharlos para reflexionar.

Hace cuatro años, en Nuevo León se tomó la decisión de que el Estado y su capital iban a cambiar su vocación industrial por una mas adecuada a las nuevas realidades mundiales. La propuesta era convertir a Monterrey en la Ciudad del Conocimiento. Transitar del “hecho en....” a “creado en....”. Esta transición, implicaba unos cambios profundos en la manera de como verse en el futuro y los esfuerzos para hacerlo posible.

Para apuntalar esta visión y la transformación que la acompaña, se tomaron decisiones políticas muy importantes. El 1% del presupuesto del Estado y de Monterrey se dedican a apoyar esfuerzos de innovación. Y las empresas que tienen su sede en la región, se comprometieron a invertir cantidades muy importantes para apuntalar la iniciativa. De hecho, en el 2009 son US $ 550 millones con los que están respaldando su apuesta.

Al ver la situación de Bogotá, el contraste no puede ser mas desolador. Al final de la Administración Garzón, se aprobó dejar una partida en el presupuesto de la ciudad para apoyar proyectos de innovación. En la administración actual, se apropiaron $ 16,000 millones para este propósito, equivalentes a US $ 8 millones, para apoyar un tema en el  cual puede descansar el futuro competitivo de la Región Capital !!!.

Pero lo que hace que la nota de 2.0 a Moreno en este campo parezca alta, es la inaudita situación de que el Fondo no se ha utilizado en los dos años que lleva su administración. La razón: no se sabe en que proyectos invertir. Y esto es mas aberrante cuando podían contar con la Alianza UEE, ya que son parte de ella, para definir unos criterios de selección. El problema  es que no han asistido a las reuniones de coordinación las cabezas responsables de estos temas en Bogota.

Y en cuanto las inversiones de las empresas de la región en la innovación, el problema es que no existe una información confiable. Pero, a juzgar por los datos recogidos en los últimos meses, estas inversiones son mínimas cuando se las compara con Monterrey. Pero el peor problema es que en Bogotá no se ha tomado la decisión para definir qué tipo de ciudad se quiere ser.

Otro ejemplo que nos debe poner a reflexionar es el caso de Medellín. Según información que he recibido, han movilizado US $ 125 millones para el desarrollo de un parque tecnológico con recursos de la ciudad, el Departamento, EPM y empresas privadas.

Cuando no se sabe hacia donde se va, todos los caminos conducen a Roma. El gran fallo de las administraciones del Polo, es que carecen de un componente claro de visión de ciudad. Y mucho menos tienen incorporado el concepto de innovación como uno de los “drivers”, o motores, para el desarrollo regional. Esto explica los recursos ridículos del presupuesto y la absoluta incapacidad para utilizarlos desde hace dos años.

A la luz del aislamiento geográfico de Bogotá Región, me pregunto : ¿no deberíamos estar pensando en la misma dirección de Monterrey y Nuevo León?. Aprovechar los extraordinarios recursos universitarios y el tamaño de su economía para desarrollar una plataforma de conocimiento que nos convierta  en la “ región del conocimiento” del norte de Sur America.