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Cien blogs

Semana
21 de junio de 2010


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Para redactar los cien blogs que conforman Pura Vida usé más de cien mil palabras, casi setecientos mil caracteres tiñendo unas cuatrocientas páginas. Describirlos de esa manera suena a trabajos forzados, sin embargo escribirlos fue una de las diez cosas más gratas de mi vida, sabiendo de antemano que no es un logro de la importancia del descubrimiento de la vacuna contra el virus del papiloma, pero tampoco es tan banal como un salivazo en el océano. Estos experimentos lingüísticos fueron motivo de reunión para el grupo creciente que los siguió y, en muchas oportunidades, los comentó, entonces este viaje virtual formó una comunidad abierta, como se diría en la jerga de la Internet, lo cual explica el ánimo festivo de este blog.

Y aquí predominó la perspectiva psicoanalítica, el modelo teórico que empleo para explicar la mente. Primero apreció ¿Y Qué Es Psicoanálisis?, un texto recibido con cierto entusiasmo, aun cuando alguien sugirió que trivializaba la disciplina; también se publicó ¿Por qué es difícil ir al psicoanalista?, que me trajo satisfacciones y buenos recuerdos, puesto que fue hecho por encargo. Antinomia, en cambio, trató la relación consciente inconsciente expresada en ambivalencia, la duda constante, el querer y no querer al mismo tiempo, y casi con la misma intensidad, al cabo que El Chisme se refirió a la unidad mente cuerpo y  Elogio del Pesimismo a la capacidad de aprender a partir de la experiencia, que explica, sin ir lejos, el proceso de maduración psicológica y la eficacia terapéutica; entonces fue cuando se hizo necesario ¿Y el presente, qué?, expresando que no hay alternativa solo puede vivirse la actualidad, el futuro es incierto y el pasado vago. Por otra parte, la serie sobre sexualidad, que culminó en El Complejo de Edipo, trató problemas en el desempeño de mujeres, hombres y parejas desde la perspectiva psicosomática y de la construcción de los modelos mentales para actuar, después de todo, el psicoanálisis es el estudio de las relaciones humanas. Luego Hijastras e hijastros, madrastras y padrastros tocó el efecto de la vida moderna en el desarrollo psicosexual de los niños, que en compañía de Sobre Motivaciones Humanas y La Fuerza del Destino se dedicaron al arduo tema del aplazamiento de las gratificaciones, también vinculado a las vicisitudes de la familia, donde todo empieza.

Pero no siempre los blogs sobre las veleidades del amor podían ser enjundiosos, habrían sido agotadores. Sin embargo esta decisión llevó a que calificaran a Pura Vida de trivial, lait y hasta de paparazzi. Incluso una dama neoyorquina, ahora una amiga en Facebook, me recomendó que dejara de ser tan evidente con mi solidaridad de género, en especial con la regularidad de los hábitos irregulares de los maridos díscolos, que probara ser discreto o, al menos, neutro; todo esto a raíz de Tiger Woods, el Mejor Marido del Mundo, que a propósito, impulsó a un primo mío, quien también vive en Nueva York, a que me escribiera el primer E mail en veinticinco años, hasta ese punto lo conmovió ese documento. Aun cuando puede sonar ligera y trivial esta manera de ilustrar la tendencia lamentable a la degradación del amor, a pesar de la necesidad humana de querer y ser querido, también fue una forma de reflexión que llevó a muchos a identificarse en la preocupación de que el modelo monogámico siempre está prueba, y flaquea con frecuencia, tal como lo como lo expresó El Matrimonio, Otra Paradoja de la Democracia. Entonces historias como la del divorcio de Al Gore, de sesentaidos, luego de un solo matrimonio de cuarenta años de evolución, donde se educaron cuatro hijos, y después de comprar hace poco una casa de nueve millones de dólares, llevan preguntarse qué le habrá disgustado a la señora Tipper, cuando era un hombre perfecto, estaba dotado de un Nobel de Paz, era ambientalista y no tenía el problema económico, era casi un santo. Y también utilicé la ficción para explorar estos asuntos, como en el caso de La Escéptica y Es imposible Vivir Sin Masturbarse, cuentos que, como cualquier publicación, despertaron reacciones variadas: unos los consideraron autobiográficos y carentes de valor literario, otros los llamaron misóginos y algunos más, los tomaron por aportes valiosísimos; de todas maneras, se trató de piezas relacionadas con la publicación de mi libro, Los Hombres También Pueden Amar. Hasta que por último, Crónica de un divorcio anunciado sirvió de origen para una novela que está en construcción en este momento.

Y como es natural, apareció la muerte, no solo en la viudez, también como problema filosófico y médico, así como un asunto de salud mental, tanto desde el punto de vista de los duelos, como en la reseña sobre nuestro protocolo de investigación del suicidio, premiado en Inglaterra. Además surgió en varios obituarios. Y que sirva esta ocasión para recordar el fallecimiento reciente del Nobel de Literatura José Saramago. En todo caso, se trata de eventos trágicos que invitaron a reflexionar sobre vulnerabilidad humana, el dolor ante la desaparición de los seres queridos y el paso inexorable del tiempo con sus consecuencias, frecuentemente impredecibles.

Tal vez las evocaciones alrededor de publicar los blogs con regularidad, llevan a la conclusión de que son bitácoras en la web, una suerte de diarios cibernéticos, porque conllevan rastros de la cotidianidad del autor, así sean inconscientes. Y la libertad que este medio ofrece fue lo que más llamó mi atención. La Fe Es Saludable, por ejemplo, era un texto sobre neurofisiología que primero rechazaron en una revista por considerarlo demasiado laico; en otra oportunidad, rechazaron a Pura Vida los administradores del widget de Facebook, en el argot de cibernautas, la herramienta informática que sigue el desenvolvimiento de los blogs, los jerarcas de esa red social expulsaron estos escritos modestos por considerarlos inconexos. Y de pronto tenían razón.

En estas páginas hubo anotaciones personales, como cuando Ángel Cabrera ganó el Másters de golf de 2009, que, por ser un atleta y un campeón más viejo y gordo que yo, me llenó de ímpetu y optimismo. De igual modo incluyó crónicas de restaurantes, comentarios sobre noticias y novelas de amigos, así como de otros autores, además figuraron reflexiones sobre cine, que algunos tomaron por recomendaciones, y aparecieron comentarios sobre opera, en especial Turandot, que para mí tiene tanto valor sentimental, pues con ella descubrí el prodigio de las transmisiones en vivo y en directo desde el Metropolitan Opera House de Nueva York. Por otro lado, los temas médicos y científicos también estuvieron presentes, como en el blog titulado El virus Influenza A N1H1 y la serie sobre cáncer de seno, escritos que para unos lectores fueron tan pedagógicos como desabridos, mientras para otros, interesantes y útiles; además, para los que tenemos la manía de la evidencia y el sistema decimal, hubo exposiciones sobre métodos de investigación y dilemas éticos, el auge de los bancos de células madre, por ejemplo. Y se conmemoró el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin, al igual que se publicó ¿Qué nos hace humanos?, cuya síntesis fue “Sobre cómo la evolución de los genes causó al ser humano.”.

En otras entradas, en cambio, aparecieron temas culinarios, que incluyeron recetas de pavo, cebiche y rabo de toro, entre otras; blogs que algunas señoras consideraron se trataba de publicaciones que servían de relleno cuando se agotaban las ideas, para otros lectores, en cambio, enriquecieron la rutina nutricional diaria, hasta el punto que una amiga y periodista los consideró magníficos, y me invitó a redactar la primera columna que jamás vendí a una revista. Pero también hubo temas sensibles y controversiales, que fueron desde la tauromaquia hasta el maltrato infantil, en especial en los delitos sexuales de los religiosos, donde además se le abrió espacio a la perspectiva de la Iglesia, a través de un escrito de otro primo mío. Así que Pura Vida fue un lugar hospitalario para textos de autores invitados, entonces nació la serie sobre colombianos que viven en otros países. Y mucha gente cercana y querida pasó por estas páginas, incluyendo amigos del colegio y la universidad, al igual que, como ya anotamos, sirvió de punto de encuentro familiar, por ejemplo con Mi Primo Tico y mi prima, la doctora que trabaja en Puerto Rico. Entonces algunos dijeron que Pura Vida se había vuelto cursi cuando colgué Sentidísimo Homenaje Público a Pablo Barrios Pacheco, a propósito de que mi hijo el internacionalista entró a la universidad, aun así, y de igual modo, por acá también pasaron mis otros hijos, el Gringo y el Rastafari, así como mi padre y mis hermanos, a través de sus expresiones y reflexiones.

Entonces las publicaciones son independientes del autor, tienen una vida propia dada por los lectores que las interpretan desde sus perspectivas y las utilizan según sus circunstancias y, como si fuera poco, nunca son perfectas: un cirujano, por ejemplo, señaló errores ortográficos en De la Lengua Española, así mismo, lo hizo un oftalmólogo que mostró contradicciones en Sobre suicidio, mientras alguien me enseñó la forma correcta de escribir los números y las fechas, otros revelaron lugares comunes y perogrulladas, hasta descubrieron una cita de Benedetti que atribuí equivocadamente a Neruda.

Así que los blogs -término acuñado por Jorn Barger en 1997, y que desde el 2005 forma parte del español-, son páginas publicas que permanecen y se relacionan con otras mediante motores de búsqueda que permiten seguir conexiones, ampliando la información al actualizarlas con textos en orden cronológico, donde los autores mantienen su identidad y autonomía. Y en el caso de Pura Vida sirvieron para explorar tres temas: el amor, la vida y la muerte.

Por último, creo que mi próximo objetivo será redactar blogs más cortos y fáciles de leer.