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El Apocalìpsis del Partido de Gobierno

Semana
2 de noviembre de 2012

El Apocalipsis del Partido de Gobierno.

 

Desde que esta palabra quedó consignada en las páginas bíblicas, sólo produce temblores y escalofríos en los mortales.

 

El bochornoso espectáculo con tinte circense que nos brindó la Asamblea del Partido de Gobierno, realizada el pasado domingo 28 de octubre, a través de sus dos protagonistas centrales, condimentado con algunas declaraciones postradas de ciertos ‘minusválidos mentales’ de esa colectividad, deja un sabor amargo de escepticismo y de desahucio igual al que han dejado el resto de los partidos o movimientos políticos en Colombia renunciando a ser una alternativa de poder para convertirse en agencias clientelistas en donde prima la corrupción y el interés personal.

 

No me extraña en lo más mínimo las acostumbradas palabrotas del expresidente Uribe, pues estas las empezó a pronunciar coetáneamente con la silaba cariñosa de ‘ma’ a la edad de 6 meses como criatura aventajada, pero si quedé anonadado y turulato con el intempestivo comportamiento y la virulenta vocinglería del presidente Santos, estado de ánimo esotérico en el mandatario quien se ha distinguido por su diplomacia y buenas maneras, y según los cercanos a su familia es algo que trae desde la cuna.

 

Todo lo que principia mal, termina mal; y no es que en el Partido de ‘laU’, fundado en el 2005, haya fallas protuberantes en su plataforma ideológica o en la redacción de sus estatutos, no. A dicho Partido le faltó más precaución y blindaje, como a los otros partidos y movimientos políticos, para evitar la infiltración de ciertos personajes incursos en actividades non sanctas que tanto perjuicio le han causado a la sociedad colombiana y, en especial, a la actividad política hoy por hoy reducida a su mínima expresión, pero con su capacidad dañina intacta.

 

Lo anterior, no se previó a pesar de que por esa época de la fundación del Partido de marras, ya se percibían relámpagos y centellas anunciando la llegada de la tormenta huracanada como lo fue el escándalo de la ‘para política’. Y era tal la obnubilación y el triunfalismo por parte de sus fundadores por el aval que les impartió el presidente Uribe, que esta situación pasó desapercibida creyéndose  erróneamente que se había descubierto la pócima contra el clientelismo y la corrupción política, habida cuenta del impresionante transfuguismo que se dio en todos los partidos y movimientos políticos hacia la nueva Agencia partidista.

 

En un principio se pensó que los desertores se habían cansado de convivir en esa promiscuidad indiscriminada en los albañales del clientelismo corrupto. Pero no. El afán de su nueva afiliación solo obedecía a un simple instinto de conservación o de protección o de camuflaje ante el inminente destape de su aberrante contubernio con los tenebrosos  ‘bloques paramilitares’, confiando ciegamente que con su transfuguismo el teflón del Presidente Uribe los protegería y los llevaría a la caja hermética de la impunidad. ¡Craso error!. No se puede desconocer el gran aporte que le hizo el Partido de ‘la U’ a los otros partidos y movimientos políticos al aceptar en su seno a unos ‘voltiarepas’ indeseables, esta catarsis se dio no sólo en los cuadros directivos, sino en los adeptos de estomago.

 

 Para corroborar lo aquí afirmado, solo se requiere un repaso al inventario de los políticos incursos en el delito de Concierto para Delinquir, unos condenados, otros privados de la libertad y el proceso en curso y un sinnúmero de investigaciones preliminares adicional a este oprobioso contubernio, y que ojala no se trunquen con la salida de Iván Velásquez y de algunos magistrados ‘decentes’ de la corte, así, como también, de la cascada de escándalos de corrupción que se han venido destapando del anterior Gobierno y, unos pocos de éste, siendo  la mayoría de sus protagonistas miembros del Partido de ‘la U’.

 

La crisis que vienen atravesando los partidos y movimientos políticos es evidente, especialmente el Partido de Gobierno, lo cual quedó plenamente demostrado en la pasada Asamblea, además, ratificó su inocultable clientelismo, su voracidad burocrática, sus personalismos, sus contradicciones y discordias entre sus ‘cargaladrillos’, y, lo más grave, sólo tiene dos personas sobresalientes, importantes y que ‘descollan’ el presidente Santos y Álvaro Uribe, los cuales se reservan la capacidad de decisión y, por supuesto, cada uno por su lado, convirtiéndose en el agua y el aceite, imposible de mezclar, ni la ‘alquimia’ de Roy Barreras la logrará. Pujas mezquinas que lo conducirán inexorablemente  a su liquidación.

 

La pasada Asamblea del Partido de ‘laU’ se desarrolló en un ambiente muy propio de una plaza de mercado al aire libre en donde las marchantas o verduleras se desgaznatan ofreciendo sus productos y descalificando los de su contendor, estando los tubérculos ofrecidos en un estado igual de descomposición; en dicha Asamblea, los agravios de parte y parte abundaron, solo brilló el cinismo y una amnesia crónica, una defensa burda de lo indefensable con marcada ausencia de autoridad moral, y procurando a toda costa, en medio de las palmas, la imposición de las ominosas prácticas maniqueas.

 

Estos espectáculos de bufonería dejan algunas enseñanzas o, por lo menos, actualización de ciertas noticias, por ejemplo: yo conozco muchas historias de la vida y milagros del expresidente Uribe, unas las he leído en documentos serios y otras me las contó Victor Renàn Barco cuando teníamos en Bogotá una relación muy cercana, y no he puesto en duda ninguna, pero lo que sí desconocía era todo lo relacionado con sus ‘rufianadas’; creo que al presidente Santos se le fue la mano, él es el Presidente, y tiene muchas maneras sutiles de responder las criticas del mesías, solo necesita revelar ciertos arcanos necesarios para la historia colombiana.

 

A mí me tiene sin cuidado y no me trasnocha ninguno de los dos púgiles de esta precaria contienda, ni he votado ni votaría jamás por ellos. Sin la menor duda, Santos le ganará lejos al del Ubérrimo este pulso, él tiene la sartén por el mango y Colombia es un país de mayorías arribistas y de pusilánimes. ¿Quién cantará los responsos?

  

Y el día feriado o de mercado terminó con un deplorable listado de sustantivos y adjetivos ofensivos y nuevos para la plaza y poco usados por la civilidad amante de la urbanidad, sin que se hubiese debatido asuntos de vital importancia para mejorar la calidad de vida de un pueblo olvidado y agobiado, que si no despierta de su letargo seguirá acrecentando su ignorancia y miseria y teniendo los gobernantes que se merece por su exagerada apatía o desidia.

 

De todo lo anterior, saco una conclusión inequívoca: el desequilibrio mental de Uribe se debe a la frustración de no haber podido prolongar su poder a través de un cuerpo ajeno. Se le reventaron los hilos de la Marioneta.

 

Manizales, Noviembre 2 de 2012.

Marco Aurelio Uribe García.