Home

Blogs

Artículo

“El asesinato de Alex Alejandro fue una advertencia a los líderes de San Cristóbal”

Semana
21 de marzo de 2012

alejandro.JPG

Desde niño Alex Alejandro Benavidez Ayala, un joven de temperamento fuerte,  soñó con ser Presidente de la República. Pasaba la mayor parte del tiempo leyendo libros de historia colombiana con el ánimo de alimentar ideas que le ayudaran a pensar en el modelo de país por el que le hubiera gustado luchar.

 

Desafortunadamente ese sueño de llegar a dirigir una nación se vio interrumpida la mañana del sábado 10 de marzo cuando,  según cuentas sus vecinos,  dos hombres lo abordaron y lo subieron un taxi. ¿Quiénes eran esas personas?;`¿Por qué se lo llevaron?; ¿Para donde se lo llevaron?;¿Por qué lo asesinaron?; ¿Dónde ocurrieron los hechos?. Todas estas preguntas se hacen tanto su madre, doña Ana Judith Ayala y su hermano Giovanny Benavidez, los únicos familiares con los que Alex Alejandro vivía en una casa del barrio Villa de los Alpes, en la localidad de San Cristóbal de Bogotá.

 

Alex Alejandro terminó su bachillerato el año pasado validando en el colegio Lepanto. Los ingresos de su familia son poco. Doña Ana Judith su madre, quien fue cabeza de familia desde que llegaron a Bogotá al separarse de su esposo,  está sin trabajó. Esta mujer  ejerció como profesora hasta hace un año, cuando se le terminó el último de los contratos que alcanzó a firmar con el Distrito de Bogotá; Carolina  la mayor de sus hermanos viajó a Holanda hace unos años en donde contrajo matrimonio y trabaja cuidando un par de niños.   Giovanny el  segundo en su  orden,  ingresó a la Infantería de Marina hace ocho meses,  de donde esperaba lograr el título de suboficial y ascender poco a poco y de paso ayudar económicamente en el seno de su familia materna.

 

 

madre y hermano3.JPG

Con el asesinato de Alex Alejandro, los planes cambiaron para todos ellos. Giovanny piensa pedir la baja(Renunciar), en la Infantería de Marina porque tiene el temor de que su madre al quedarse sola en el momento en que deba volver al Batallón en Buenaventura donde queda su sitio de reclusión, se muera de pena moral. Doña Ana Judith, piensa que lo que mejor para ella es viajar fuera del país, donde la vida de ella ni la de su otro hijo se encuentren en peligro, como seguramente estaba la de Alex Alejandro, un joven de 25 años que ejercía un liderazgo social muy fuerte en el barrio Villa de los Alpes y sus alrededores, lo que según ella pudo despertar enemistades solapadas.

 

Tanto Giovanny como su madre, coinciden en asegurar que  a Alex Alejandro no se le conocían enemigos, que todos en el barrio lo admiraban, lo mismo que sus vecinos Carlos Cifuentes y Fabián Rodríguez. “Siempre luchaba por la comunidad y vivía pendiente de la bienestarina de los niños y de los problemas de la comunidad”, aseguró el hermano mayor del líder asesinado en entrevista con la Corporación Nuevo Arco Iris.

 

Alex Alejandro se alistaba para ingresar a la universidad La Gran Colombia con el ánimo de estudiar Derecho en el segundo semestre del año en curso con la ayuda de Luis Eduardo Millán, Edil de la localidad de San Cristóbal, elegido por el Movimiento Progresistas, quien era su  mentor político, con el que lideró una campaña para regalarles juguetes en la pasada navidad a los niños más necesitados de la zona. Fue precisamente este político quien lo llevó a conocer al entonces candidato a la Alcaldía Mayor de Bogotá Gustavo Petro, quien desde antes se había ganado su admiración, por todo el liderazgo que ejerció y que le ha llevado a ocupar importantes cargos en su vida política. Según cuenta doña Ana Judith, su hijo menor quería seguir la misma ruta hasta cumplir el  sueño de llegar a ocupar el cargo más importante del país.   

 

“Nosotros no peleábamos, discutíamos como dos hermanos y al rato estábamos abrazados”, dice Giovanny con llanto en los ojos, “el me daba ánimos, yo le decía estoy llorando lagrimas de sangre”, y me respondía “No papi pa’ delante usted tiene que ser un suboficial”.

 

La mayor inspiración de Alex Alejandro fue Jorge Eliecer Gaitán, sus ideas socialistas le enamoraron, y aunque algunos les podrá sonar un tanto contradictorio e incoherente, también, según su madre doña Ana Judith, admiraba el carácter disciplinado de Adolfo Hitler, de hecho según dice  ella, el decía que Colombia debería luchar por ser una potencia mundial, no como los Estados Unidos, sino como Alemania.   

 

Su mejor amigo fue Daniel, un joven de 25 años de edad, a quien conoce desde pequeño y con el que compartió sus secretos y sus mejores momentos. “Ellos se querían como hermanos”, a él le dolió mucho su muerte, dice doña Ana Judith, quien  considera que Alex Alejandro era un  muchacho  sano porque según ella, este no tomaba y cuando asistía a fiestas, solo estaba por un ratico y se iba a su casa. Su madre  no cree la versión que ronda en los medios de comunicación,  de que el día de su muerte se encontraba en el barrio Santa fe, la zona de Bogotá donde la prostitución convive con el crimen organizado, las drogas y los licores, según los estudios de criminalidad urbana del Observatorio de Conflicto Armado de la Corporación Nuevo Arco Iris.

 

Ese sábado todo lo esperaban en su casa para almorzar cuando se enteraron de la triste noticia. Las investigaciones que se han hecho arrojan informaciones confusas que no permiten tener una idea clara de lo que pudo pasar, dice Giovanny, quien no comparte la versión que se dio a conocer a través de Caracol Noticias,  donde una persona que no deja ver su rostro,  asegura que él se suicidio jugando a la ruleta rusa (Una práctica donde un grupo de  personas se apuntan jalando el gatillo de  un arma que tiene una sola bala).

 

Su madre, doña Ana Judith, cree que a través de la muerte de su hijo se envío una advertencia a los líderes sociales de la localidad, quienes según ella, a todos les ha llegado amenazas sin que se haya establecido de donde provienen. Estudios de la Corporación Nuevo Arco Iris revelan que en la localidad de San Cristóbal, más exactamente en el barrio la Victoria, hacen presencia grupos delincuenciales, quienes se han encargado de sembrar el miedo en la zona.

 

La ilusión de Alex Alejandro era salir adelante, y darle una casa a su madre, con quien vivió en arriendo desde pequeño junto con sus dos hermanos, al llegar desplazados de la vereda de San Francisco Alto,  en  el municipio de San Antonio – Tolima. Este joven de liderazgo social muy fuerte, dictó clases de música en la Casa de la Cultura de la localidad como medida de prevención a la delincuencia juvenil, visitaba a las zonas más deprimidas del lugar  en compañía del edil Millán, con quien trabajaba políticamente por las causas que él creía necesarias en un país como Colombia.