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El experto en moral

Semana
11 de octubre de 2011

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Esta mañana cuanto prendí Twitter y comencé a ver trinos respecto a lo que dijo el dirigente conservador Enrique Gómez Hurtado en una entrevista con la W Radio en Colombia, pensé que eran inventos o exageraciones. Ningún ser humano puede ser tan ignorante y tan malicioso, pensé. Por eso entré a la página y escuché los 26 minutos de lo que ahora solo puedo llamar infamia.

 

Esta fue una de las perlas más espeluznantes de la entrevista: “¿donde comienza y donde termina una violación?…¿cómo se puede comprobar que una mujer fue violada?”. Que complementó con esta frase: El violador y la mujer pudieron “cometer un acto de irresponsabilidad sexual, que es otra cosa”. En resumen, el dirigente del partido Conservador se atrevió a decir que una mujer violada es una mujer amoral, que cometió una irresponsabilidad sexual. Y así borró de plumazo cualquier argumento que quisieron darle los periodistas de esta estación de radio. Al punto de enfatizar su discurso con cosas tan absurdas como que, quizás, la única forma de comprobar una violación era si había forma de asegurar que un hombre había obligado a una mujer con una ametralladora en la cabeza. En pocas palabras, y aquí me permito libertad creativa, si a una mujer la violan tiene que ser con arma de fuego, y además para ser responsable tiene que pedirle a su violador que use condón para que no quede embarazada. Porque según el señor Gómez Hurtado, depende de la responsabilidad de la mujer evitar un embarazo.

 

Una y otra vez repitió que las pruebas forenses que pueden físicamente demostrar una violación, hasta varias horas después de cometido el delito, eran mentira y no existían. Al igual que se atrevió a asegurar una y otra vez que la malformación del feto era una opinión subjetiva de médicos malintencionados y sin moral. Además confundió una y otra vez los términos aborto, asesinato y eutanasia, que no son lo mismo. Les recuerdo que eutanasia, según La Real Academia de la Lengua es: “Acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él. Muerte sin sufrimiento físico.”

 

Se declaró una y otra vez defensor del equilibrio social y experto en moral, mientras echó por el piso, pisoteó y escupió los avances de la lucha por los derechos sexuales y reproductivos de la mujer y los avances de la ciencia en temas de gestación, genética y medicina forense. Como quien está discutiendo en una mesa de desayuno con la familia. Como quien claramente no piensa antes de hablar en las consecuencias que tienen sus palabras, por más absurdas que sean.

 

Repitió ad nauseam que él era un adalid del orden y del progreso, que estaba a favor de la vida humana y del mantenimiento de las responsabilidades sociales y del equilibrio. Que estaba en contra de la anarquía y de que la gente hiciera lo que le viniera en gana. Y, una y otra vez acusó a las mujeres de amorales, irresponsables, mentirosas y asesinas.

 

De los argumentos y propuestas de este hombre y de su partido, depende hoy el voto de 18 senadores de la comisión primera, a favor o en contra de cambiar la Constitución y adicionarle este artículo: "La vida en Colombia es inviolable, y tendrá la misma protección a partir de la fecundación hasta la muerte natural. No habrá pena de muerte".

 

Pero si este artículo se aprueba, sí habrá pena de muerte. La habrá para las mujeres con problemas médicos que morirán si llevan a termino su embarazo. Lo habrá para los bebés cuya vida no es viable por fuera del útero, y que tendrán que ser expuestos a una muerte inhumana y llena de sufrimiento, no solo para ellos sino para los padres que tendrán que observar la agonía sabiendo que sus manos fueron atadas por la ley y no pudieron hacer nada para evitarlo. Y habrá castigo perpetuo para las mujeres que tengan que llevar en su vientre el fruto de una violación, y que tengan que revivir día tras día la pesadilla de uno de los crímenes más inhumanos que pueda existir. Porque, señor Gómez, una violación ES UN CRIMEN, es comprobable y es vil. Y puede acabar con la vida de una persona, no sólo de una mujer, pues una victima de violación también puede ser un niño, un hombre adulto o un anciano.

 

“El aborto en Colombia es un problema de salud pública que al ser realizado en condiciones inadecuadas e inseguras para las mujeres embarazadas que se someten a este procedimiento y les produce en esas condiciones altas cifras de morbilidad y mortalidad”, declara la Federación Médica Colombiana en un comunicado respecto al cambio de la sentencia C-355 que permite el aborto en tres circunstancias específicas. Y ese tiene que ser el argumento principal que tengan en cuenta los senadores de los que dependen hoy las libertades y los derechos de las mujeres en Colombia.

 

El real equilibrio social es que tanto mujeres como hombres tengan los mismos derechos y libertades, y no como cree el señor Gómez Hurtado, que las mujeres asuman sin protestar su calidad de paridoras en una sociedad de hombres, en donde ellas no deben tener libertades, porque son amorales, irresponsables y malas por naturaleza.

 

Pd: También es infame que el Partido Verde esté unido al PIN, la U y al Partido Conservador para votar en contra del aborto. Eso no fue por lo que yo voté en las elecciones al congreso, eso es un engaño a quienes apoyamos la causa de los verdes. ¿Cual es la real idea de país que tiene ese partido?