EL MAL ENTRA POR LOS OJOS
Encuentra aquí lo último en Semana
La televisión no hace daño, lo que hace daño es el contenido que a veces lleva la televisión. Decir que la televisión hace daño es tan ligero como decir que los libros hacen daño, o que los pocillos hacen daño o que las cacerolas hacen daño. La televisión es una vía no un mensaje en sí mismo, luego el peligro no está en la televisión, el peligro está en quien la nutre.
Una telenovela o una serie o un noticiero de televisión no son solamente un contenido de entretenimiento o de información, son además, a pesar de sí mismos, una vitrina de referentes de valores. Si esto no fuera cierto la publicidad se habría olvidado hace milenios de la televisión. Como dice el dramaturgo Eugene Vale en su libro Técnicas de Guión para Cine y Televisión: ¨…basta con que una mujer aparezca en la pantalla con un peinado particular para que ese peinado llegue en días a las cabezas de jovencitas desde Londres hasta Zanzíbar. ¨
Tejer un discurso audiovisual demanda un profundo conocimiento del pensamiento colectivo para que el discurso en el camino del aire no pierda el espíritu de la mente que lo alentó.
Desde este pensamiento acepto que la televisión colombiana tiene una deuda roja, muy roja con el país.
