EL MAPA DE RIESGOS DEL MINISTERIO DE DEFENSA ESTÁ EQUIVOCADO.

Analizando los mapas de riesgo publicados, tanto por el Ministerio de Defensa como por la Defensoría del Pueblo, y leyendo el detallado informe de la Defensoría, encuentro que a pesar de que las variables aplicadas por ambos son parecidas, como es el hecho de que toman como principales factores de perturbación del proceso electoral, la presencia y acciones de los grupos terroristas, de delincuencia común y narcotráfico; las amenazas y violencia en contra de candidatos, las denuncias sobre delitos contra la democracia y la eventual corrupción administrativa electoral; encuentro cuatro perlas para destacar.

Mientras el Ministerio de Defensa resalta 176 municipios en riesgo extraordinario y alto, la Defensoría anota que existen 199 municipios, el 18% de los existentes en el país, en alto riesgo para estas elecciones, son 23 municipios de diferencia, que a pesar de no entrar a hacer el análisis individual de cada uno, podría esto pasar por desapercibido, de no ser por la notoria ausencia de cuatro departamentos, que según el Ministerio no presentan factores perturbadores del debate electoral, tales como Casanare, Cauca, Caquetá y Chocó, precisamente en los cuatro funcionan tribunales de garantías del Consejo Nacional Electoral, porque dicha autoridad estima que en ellos hay problemas que afectan la buena marcha del proceso de octubre.

Pero miremos cada uno de los cuatro: en Cauca, según dicen sus dirigentes, es de los departamentos más golpeados por la insurgencia, hace tan sólo 3 semanas se llevó a cabo un congreso conservador en el Club Campestre de Popayán para escoger candidat@ a la Gobernación y la queja general de los concejales y diputados asistentes fue la inseguridad, lo que les genera una percepción de falta de garantías para desarrollar su actividad política.

Dirigentes políticos de Chocó por su parte, insisten en que hay zonas del departamento en las que no tienen seguridad para desplazarse, como son entre otras, el medio y alto San Juan, los ríos Neguá y Quito, así como en los municipios de Riosucio, Acandí y Unguía.

El Espectador publicó un informe a principios de este año en que pone a Caquetá y Cauca entre los seis departamentos más azotados por la diabólica alianza FARC-BACRIM  (http://m.elespectador.com/impreso/judicial/articulo-247770-farc-bacrim-alianza-diabolica), pero Caquetá sólo figura en el susodicho mapa, tan sólo afectada en sus límites, tangencialmente por la violencia que azota a Meta y a Huila.  

Pero la perla mayor es Casanare, de los departamentos que más problemas electorales ha presentado en los últimos años, y el informe publicado por la Revista Semana en marzo de este año (https://www.semana.com/nacion/entranas-del-monstruo/152881-3.aspx), lo califica como “la joya de la corona” por lo apetecida de su contratación, por no mencionar otras variables relacionadas con la violencia.

Me parece que el Ministerio de Defensa debe corregir el mapa o publicar el estudio completo, pues este análisis lo hago a partir de un documento de power point de diez láminas publicado en su Web (http://www.mindefensa.gov.co/irj/go/km/docs/documents/News/NoticiaGrandeMDN/e0e87ea2-5b90-2e10-daa8-b9c9fcf01bf1.xml ).

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