Home

Blogs

Artículo

El sexo en Internet: facilismo o adicción

Semana
27 de febrero de 2007

Un día cualquiera estás en la Red y como por arte de magia aparece un pantallazo que te llama la atención, una mujer en una posición provocativa atrae tu interés y navegas por unos segundos o minutos en un mundo que tal vez para ti es nuevo. Un espacio en el que te sientes un poco trasgresor(a), incluso hasta incómodo, pero que despierta en ti una gran erección o lubrica tu vagina alcanzando una sensación de placer que no estabas interesado(a) en encontrar.
 
No hay que ser heterosexual para que esto atraiga pues muy pronto te darás cuenta que hay oferta para todos, sin importar cuál sea tu sexo, género, orientación sexual o manera de obtener placer. Tal vez la remota esperanza de vencer la soledad o el aislamiento y de encontrar un inofensivo pasatiempo sea la puerta de entrada a un mundo “irreal” que puede conducirnos a encuentros reales. En muchas páginas con contenido sexual descubres el Chat. Una charla anónima y entretenida, que a veces te sonroja, te lleva a tener conversaciones de esas que, estabas seguro(a), nunca te atreverías a sostener.
 
Así es el mundo del sexo en la Internet: asequible, accesible y anónimo. No hay que ser un gran especialista en el mundo virtual, siendo casi analfabeta informático se logra chatear con facilidad o “gozarse un” pornovideo.
 
La mayoría de las ofertas son gratis y navegar resulta barato, en especial cuando se hace desde la oficina o la institución educativa, se pueden encontrar cientos de miles de posibilidades con solo intensificar un poco la búsqueda y están a tan solo un “clic” de ti.

En el Chat encuentras gente dispuesta, tal vez tan sola como tu, con ganas de compañía, de hablar con alguien o de pasársela bien por un rato, sin adquirir compromisos; porque eso sí, la Red posibilita el anonimato… puedes ser otro(a), incluso cambiar de sexo o tener el cuerpo y las dimensiones o medidas que has soñado poseer.
 
En las primeras oportunidades no te sueltas fácil, pero cada vez mas te vas enganchando… ya no sólo lo haces por unos minutitos, te quedas navegando a la hora del almuerzo o sales tarde de la oficina. Un poco tiempo después, en especial si tienes en casa un servicio 24 horas o tienes las llaves del lugar en que trabajas, tus tiempos se van alargando, vas ampliando tus “amigos(a)”, te pones citas con ellos(as), estás seguro(a) de que realmente los conoces y que esa(s) persona(s) también te conoce(n) a ti.

Ellos y tú quieren conocerse, verte, hablar contigo; descubres así la importancia de poseer una cámara y ya con ella inician tus ritos de preparación porque debes vestirte para la ocasión. Tarde o temprano te ponen un reto: a que no eres capaz de… y tu, sintiéndote libre y hasta un poco osada(o) te bajas el cierre, muestras un poco del pecho y terminas ingeniándotelas para escribir con una mano porque con la otra estás masturbándote. Ya tienes una razón más... necesitas un micrófono manos libres, porque descubres la importancia que tiene el poder usarlas a tu antojo.

En muchos casos en esos encuentros del Chat terminas invitando a aceptando un interlocutor en casa; sabes que tan solo es un encuentro y es posible que la primera vez sea así, pero tarde o temprano terminas cediendo a la presión y compartiendo en aquellas situaciones en las que previamente te habías jurado nunca estarías.

La ventaja es que te sientes una persona segura, atractiva, deseada, acompañada y sobre todo libre. También te sientes inteligente, capaz de manejar muchos tipos de códigos, de sostener varias conversaciones al tiempo… Te las ingenias para tener la cámara encendida y compartir con muchos simultáneamente pero de la misma manera aprendes nuevas formas de seducir, de lograr lo que querías; tus conversaciones se vuelven más directas y te sorprende lo explícito(a) que puedes llegar a ser, incluso fuera de la Red.

Por supuesto aparecen en ti algunas pequeñas culpas… te prometes que no va a pasar nunca más pero descubres que la red tiene para ti mucho mas atractivo del que pensabas. Ahora ya no es tu decisión, es algo que se sale de tus manos, sientes ansiedad , enciendes la computadores, la apagas, la enciendes y te repites una y otra vez la pregunta ¿Qué me estará pasando?

Es especial te interrogas cuando te encierras en el lugar en el que tienes la computadora, cuando pasan horas o inclusive días sin que abandones el teclado. Ya no te importa lo que sucede a tu alrededor; abandonas los amigos, la familia, empiezas a verte afectado en tu trabajo o en el rendimiento académico; ya no funcionas de igual manera como novio, madre, pareja y tampoco te importa, porque cuando no estás en la red tienes la gran duda sobre qué te estarás perdiendo y entonces, muy a pesar tuyo, recaes una y otra vez, porque para ti lo primero es la Red.

Así que a pesar de tus propios temores te sumerges aun más en ese mundo en el que ya no hay tanta paz, tanta tranquilidad ni tanta compañía como creías tener… es algo compulsivo, necesitas de imágenes cada vez más fuertes, de prácticas cada vez mas trasgresoras, de encuentros cada vez más seguidos en los que te autorizas a ciertas cosas de las que algunos minutos después te arrepientes, en especial cuando vuelves a estar solo(a) en tu casa, en la del otro o en la red.

Careces de control, te aíslas socialmente, te avergüenzas de ti mismo(a); si no estás en la red te sientes estresado, deprimida, solitario, aislada, desequilibrado… necesitas un poco mas de tu droga, requieres mas emociones e inclusive sostener encuentros más perversos… descubres que tu identidad se ha movilizado e inclusive sabes que ya no te conoces, que no solo has traspasado tus propios limites sino que además ya no los tienes… Ha llegado el gran momento ¡necesitas ayuda!

No hay muchos especialistas que puedan apoyarnos en este tema ni suficientes organizaciones a las cuales acudir en busca de ayuda, pero cuando sabes que tu rutina es una chatear-dormir-chatear sabes que hay algo en ti que realmente te está afectando, algo que los otros han percibido antes y por lo cual hasta te han llamado la atención pero que tu no puedes aceptar porque, ser un(a) adicto(a) al cibersexo es algo para lo que nadie está preparado.

La situación que facilita la adicción radica en que cada vez crece más el número de jóvenes que inician su vida sexual en la Internet, hay mayores posibilidades y es mas fácil encontrar personas que te animan a hacerlo porque, según ellos, nada tiene de malo hacerlo por un ratico. El problema se halla en que el sexo en Internet seguirá siendo anónimo, accesible y asequible pero igualmente ésta también es su ventaja pues muy seguramente en ella igualmente encuentras el tipo de soporte emocional que necesitas.