Home

Blogs

Artículo

Es necesario superar la ingenuidad en la política de seguridad en Bogotá

Semana
13 de abril de 2011

sanguino3.jpg

Foto: Concejal Antonio Sanguino

Aunque la tasa de homicidios en Bogotá se redujo en 8.8%, según las cifras oficiales, los delitos de menor impacto como el robo de celulares, el cosquilleo, etc., no parecen ceder, lo que ha generado en los ciudadanos la percepción de inseguridad que existe hoy día en la capital del país. En  una reciente entrevista a través de  Caracol Radio, el Director de la Policía Nacional, General Oscar Naranjo, defendiendo la labor de la institución que encabeza  afirmó  que  “hay una serie de estudios desarrollados en donde se concluye que la administración de Bogotá es víctima de la no conclusión de las obras,  que han disparado la percepción de inseguridad”, mientras el concejal del Partido Verde Antonio Sanguino, en entrevista con la Corporación Nuevo Arco Iris, va más allá asegurando que en  la capital del país se empiezan a notar brotes de violencia mucho  más compleja que la comúnmente se enfrenta y que para esto es necesario utilizar inteligencia y contrainteligencia militar

El concejal del Partido Verde Antonio Sanguino, quien ha realizado estudios y análisis detallados sobre los nuevos brotes de violencia que  se han generado en Bogotá, manifiesta sus preocupaciones sobre la manera como se han enfrentado el fenómeno en la capital.

 

Corporación Nuevo Arco Iris (CNAI): La seguridad parece no mejorar, aunque la tasa de homicidios disminuye, los delitos menores no desaparecen de la escena ¿Cuál es la explicación que ha dado la administración distrital al Concejo de Bogotá?

 

Antonio Sanguino(AS): El gobierno distrital dice que esta circunstancia de deterioro de la seguridad en la ciudad, corresponde a una lógica nacional, en donde se ha visto que la mayoría de centros urbanos  del país está sucediendo el mismo fenómeno, hecho que no es mentira, pero también es cierto que  la crisis de autoridad por la que atraviesa la ciudad es otra variable que puede explicar todos los actos de vandalismo y criminalidad en Bogotá.

 

CNAI: ¿Cuánto se ha invertido en seguridad en lo que va de la actual de la administración distrital?

AS: El Concejo de Bogotá aumentó el presupuesto del Fondo de Seguridad y Vigilancia en un 77%, entre el año 2008 y 2011. Hoy vemos que esa ayuda no se está reflejando en la mejora de la seguridad en la capital, a pesar de que estos recursos han sido invertidos en una serie de programas  como la construcción de Centro de Atención Inmediata – CAI, equipos especializados para la formación de la Policía, etc. 

 

CNAI: ¿La instalación de más y más cámaras a lo largo y ancho de la ciudad no parece ayudar para que  la policía actúe en los sitios donde se cometen delitos de menor impacto como el robo de celulares, etc.?

 

AS: Las cámaras no pueden sustituir la presencia de la policía. Estas son un instrumento complementario para mejorar la capacidad de reacción. En Bogotá tenemos otra dificultad y es la siguiente: Si es cierto que existen brotes que revelan la presencia de las bacrim en la ciudad, eso quiere decir que el mayor esfuerzo que se debe hacer está en mejorar la inteligencia, en  lo  que  hasta el momento se han invertido mil doscientos millones de pesos, de un billón asignado al Fondo de Seguridad y Vigilancia.

 

CNAI: ¿Por qué la afirmación de que las cámaras no pueden sustituir la presencia de la policía?

 AS: Hay un elemento adicional sobre el cual estoy indagando,  y es si las cámaras que se instalaron para monitorear la seguridad en Bogotá, se están ocupando para esa labor o si se están utilizando para la vigilancia del tránsito.

 

CNAI: Ha quedado en evidencia que la mejora de la seguridad en Bogotá, no depende de más policías, sino también en un fortalecimiento a la justicia. ¿Comparte esa postura?

 

AS: Es necesario superar la ingenuidad en la política de seguridad en la capital.  Debemos  rediseñarla, porque  no se puede continuar con el modelo que se implantó hace unos 15 o 20 años por exitosa  que esta haya sido, porque hoy día  existen nuevos fenómenos de violencia en la ciudad que son mucho más complejos, con características distintas a los que veníamos enfrentando  y para esto es necesario utilizar inteligencia y contrainteligencia,  con la colaboración de las empresas de seguridad y vigilancia.   Las mafias que no solo viven del narcotráfico, el narcomenudeo, el robo callejero, etc., se desestructuran con inteligencia, no con un policía en la calle.

 

CNAI: Algunas  empresas de seguridad y vigilancia en ciudades como Medellín, sirvieron como instrumentos de la mafia y el paramilitarismo, para aumentar su control territorial. ¿Ha pensado que aquí podría ocurrir lo mismo?

 

AS: El problema no es de las empresas de seguridad en sí mismo, sino de los mecanismos de regulación, control y vigilancia que ejerzan las autoridades sobre ellas para que estas no terminen conectados con fenómenos delincuenciales. Pensar que el problema son las empresas de seguridad,  es buscar la fiebre en las sábanas, porque se  debe articular las tareas que ellas cumplen con el monopolio de las armas,  que son  de uso exclusivo del Estado y que en ningún caso puede ser delegado a nadie.

 

CNAI: Al Alcalde Samuel se le ha criticado por el incumplimiento en una de sus metas en el Plan de Desarrollo,  como  la reducción de la tasa de homicidios. Aunque este se redujo al pasar de 399 a 364 casos, es decir, 35 menos, los expertos consideran que su disminución no fue considerable porque hoy se ubica en un  19, 8, cuando su promesa era de  16 por cada 100 mil habitantes, ¿Si está de acuerdo con esto?

 

AS: No solo estoy de acuerdo, sino que además lo comparto. A este problema se le une la falta de liderazgo en el Alcalde Mayor,  a tal punto que el propio General Naranjo tomó la decisión de salir con miembros de la Policía a patrullar las calles, enviando de paso una señal de presencia de la autoridad.

 

CNAI: Si efectivamente hay presencia de bandas emergentes, ¿Por qué estas aún no se hacen notar como sucede en otras ciudades?

 

AS: La lógica no es la misma. Aquí nos hemos engañado pensando que vamos a encontrar bacrim de la misma manera como se las encuentra en la Comuna 13 de Medellín, sin tener en cuenta que su actuar en Bogotá se basa en una estrategia silenciosa.

 

CNAI: Sin embargo en la zona de tolerancia de la localidad de Santa fe donde se mezcla el narcomenudeo con la prostitución y el vandalismo, bajo el total  conocimiento no solo de la ciudadanía en general, sino también de las autoridades civiles y de policía, la delincuencia actúa  no  precisamente con una lógica silenciosa.

 

AS: Esa es una buena pregunta para la alcaldía local y distrital y me alegra que esta entrevista termine con ese interrogante.