Fiscalìa, hervidero de impunidad y corrupciòn. ¿Y dònde està el Consejo Superior de la Judicatura?

Fiscalía, hervidero de impunidad y corrupción. ¿Y dónde está el Consejo Superior de la Judicatura?

Hoy, viernes 6 de Julio del año en curso, la Fiscalía General de la Nación celebra 20 años de su creación los cuales han estado rodeados de desaciertos en su conducción, inoperancia en su funcionalidad e ineficacia en sus resultados, mostrándose como un hervidero de impunidad y corrupción y violando de manera sistemática los más elementales derechos de las personas, sin importar si son víctimas o no del delito, y favoreciendo y protegiendo abiertamente a la clase delincuencial.

Lo anterior, amparado en una salvaguardia oprobiosa: el blindaje extremo que tiene el señor Fiscal General, como aforado, no sólo en la acción penal, también, en la administrativa disciplinaria concentrada en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, lo que de por sí dificulta el acceso al denunciante de a pie sumado a la poca efectividad en estas investigaciones, según su record histórico.

El resto de funcionarios instructores e investigadores de la Fiscalía no tienen esa coraza protectora, pero tienen el artículo 5º de la ley 270 de 1996- Estatutaria de la Administración de Justicia-  que dispone: ningún funcionario de la rama judicial podrá  “insinuar, exigir, determinar o aconsejar a un funcionario judicial para imponerle las decisiones o criterios que deba adoptar en sus providencias”, lo que les da una independencia y autonomía aparente, en unos casos, les permite los desafueros corruptos, y en otros, se impone la voluntad del superior, los ejemplos están por doquier.

La gestión de los anteriores Fiscales ha sido precaria y bastante cuestionada, y en ciertos casos es inexplicable que algunos de ellos no estén presos, la del actual Fiscal General ha sido demasiado mediática y acompañada de signos histriónicos poco convincentes sobre la responsabilidad, seriedad y eficacia en las investigaciones y acusación, lo que está generando un manto de duda y desconfianza entre la comunidad por falta de resultados positivos contundentes que dejan mucho que desear.

Y, todo esto, es bastante fácil de corroborar sólo con estas simples reflexiones:

 ¿Qué ha pasado con los ex ministros del Interior y la Protección Social en el delito de Cohecho en el caso de la ‘Yidispolìtica’?

¿Qué ha pasado con esa mafia poderosa que saqueó la Dirección Nacional de Estupefacientes, tanto directores como políticos?

¿Qué ha pasado con las famosas ‘chuzadas’ del DAS?

¿Qué ha pasado con la desmovilización ficticia de la cacica Gaitana que nos obsequió Luis Carlos Restrepo?

¿Qué ha pasado con la investigación de Agro Ingreso Seguro, ya que todavía faltan muchos por desenmascarar?

¿Qué sucede con la investigación de desviación de los recursos de la Salud en donde están comprometidos SaludCoop y su dueño Palacino, íntimo del Fiscal?

¿En qué va la investigación contra Carlos Alonso Lucio en la denuncia que le hiciera Luis Carlos Restrepo por Concierto para Delinquir y otros más?

¿En qué va la investigación del carrusel de Contrataciones?

¿Les quedó grande el homicidio (asesinato) del estudiante Colmenares o fue que lo dejó muy enredado el Director Nacional de Fiscalías saliente?

¿Qué ha pasado con el proceso 2400 – Fiscalía 13 de la Unidad Anticorrupción- cuya resolución de imputación de cargos fue apelada y lleva 17 meses sin resolverla el Fiscal 62 de la Unidad Delegada ante el Tribunal Superior de Bogotá?

¿En qué va el proceso de Sigifredo López o será que le falta ‘padrino’?

¿Por qué se sostiene a la fiscal 25 Especializada de la Unidad contra el Terrorismo, cuando sólo abriendo el expediente del proceso 314- Concierto para Delinquir- el hedor de corrupción es insoportable? Claro, este  proceso sí tiene unos poderosos padrinos políticos.

¿Qué ha pasado con los procesos 110016000092201200119- Fiscalía 67 Delegada ante el T. Superior de Bogotá (acción penal) y 2012-2003 Consejo Seccional de la Judicatura Bogotá contra la fiscal 25 mencionada, será que los arropó la solidaridad de cuerpo.

Señor Fiscal, cuando a sabiendas una persona encubre a un corrupto es otro corrupto más, y es tan deprimente y vergonzoso como cuando alguien consiente que su mujer le ponga los ‘cuernos’.

Y como si fuera poco, lean esta perla de una ejemplar Sociedad conformada por dos hermanos y un cuñado, los cuales recibieron una pronta, eficaz y excelente aplicación de la justicia en aras a dirimir una controversia jurídica.

Mauricio y Martha Isabel Londoño Jaramillo, son dos hermanos que, junto a Francisco López Campo, cónyuge de Martha Isabel, tienen una Sociedad de responsabilidad limitada de la cual se han derivado serias controversias que pisan predios del área penal.

El 29 de Abril de 2004, Mauricio formula denuncia penal contra Martha Isabel por el delito de Hurto Agravado por la Confianza y Falsedad en Documento Privado, habiéndole correspondido el reparto a la fiscalía 150 Seccional – Unidad Sexta de Delitos contra la Fe Pública y el Patrimonio Económico- radicado 753153, siendo el titular de ese Despacho la doctora Claudia Esther Pérez Duarte, quien a las volandas dictó Auto de Preclusión aduciendo que el petitum era de la competencia del Derecho Civil que se rigen por las normas del Código de Comercio.

Se recurrió al Juzgado 54 Civil Municipal de Bogotá para solicitar la práctica de una prueba anticipada de Martha Isabel, y después de muchas súplicas y años, por las calendas del 2010, se vino a saber sobre la suerte de la mencionada solicitud, y cuál no sería la sorpresa de Mauricio cuando en estas diligencias se dio cuenta que la Apoderada de su hermana era ni más ni menos que Claudia Esther Pérez Duarte, la ex fiscal 150 que había dictado el Auto de Preclusión en el proceso penal. ¡Qué tal esto!

Se recurrió nuevamente a la jurisdicción Penal y se involucró a Francisco López Campo, cuñado de Mauricio, le tocó el reparto al fiscal 253- Unidad de Delitos contra la libertad Individual- Delegado ante los Jueces Penales del Circuito- radicado 843115- titular del Despacho Héctor Leyva, a quien le abrieron investigación penal por este proceso en la Fiscalía 2ª Delegada ante el Tribunal Superior de Bogotá- radicado 110016000092201200082. ¿Qué opina de la eficaz, pronta y cumplida justicia impartida por la Fiscalía?

De la misma manera como he criticado al Consejo Superior de la Judicatura por su ignominioso origen en la conformación de la Sala Disciplinaria, lo he defendido por la importancia que encierra, ya que si este organismo cumpliera siquiera con una mínima parte de su  principal función, y que es la que justifica la razón de su existencia, cual es la de “examinar la conducta y sancionar las faltas de los funcionarios de la rama judicial, así como las de los abogados en ejercicio de su profesión -que no es poca cosa-; administrar la carrera judicial y llevar el control de rendimiento de las corporaciones y despachos judiciales”, estaríamos en un paraíso de tranquilidad con índices imperceptibles de impunidad y corrupción.

Señores Magistrados del Consejo Superior de la Judicatura, con todo respeto les solicito se sirvan asumir con toda la responsabilidad la sagrada e importante misión que les encomienda la Carta magna, y terminen de una vez por todas con ese “sambenito” que los persigue como su propia sombra. Ustedes son el organismo de control natural que tiene la Fiscalía y la Justicia ordinaria en su desempeño de funciones y cumplimiento de deberes, y demuestren que no son la `cenicienta’ de la rama judicial y cuán equivocados están muchos de cabo a rabo. No toda falta disciplinaria constituye delito, pero todo delito sí constituye una falta disciplinaria.  

Con el mismo ímpetu que rechazamos la reforma a la justicia, rechacemos estas prácticas corruptas que indefectiblemente conducen a la impunidad. Esta es una modalidad de terrorismo más dañino que el explosivo, fragmenta la sociedad.

Manizales, Julio 6 de 2012.

Marco Aurelio Uribe