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Fiscalia: sinònimo de impunidad, desidia, arrogancia y connivencia

Semana
8 de junio de 2012

Fiscalía: sinónimo de impunidad, desidia, arrogancia y connivencia.

 

Vuelvo a tener como referente al exministro Fernando Londoño Hoyos, que en un artículo publicado hace algunos meses en el Diario La Patria- “Fiscales: Tragedia nacional”-, esbozó unos perfiles mentirosos y otros con verdades a medias, además, hizo serias imputaciones a algunos de los pro-hombres que han desempeñado, con pena y sin gloria, el cargo de Fiscal General de la Nación.

 

 El Jurista y Columnista señala de manera cierta y veraz fallas estructurales y algunos hechos patéticos que se han dado en esa Entidad, los cuales no sólo produce amargura y dolor sino vergüenza que traspasa fronteras haciéndonos sentir unos minusválidos mentales, pero con una gran capacidad encubridora ante los ojos de la comunidad internacional. (ver Blog La Pringamoza- El Tiempo- Los maleficios que han acechado la Fiscalía, Nov 8 de 2011)

 

El Director del Centro de Estudio DeJuSticia, Rodrigo Uprimny, en su columna de El Espectador, Junio 5 de 2012, sostiene: “el derecho que realmente viven las personas no es tanto aquel que está consagrado en las normas abstractas sino el que se deriva de las decisiones concretas de los jueces. La calidad del derecho real de un país es por ello directamente proporcional a la calidad de sus funcionarios judiciales. Un país puede tener leyes fantásticas, pero éstas pierden mucho de su significado si no hay funcionarios judiciales competentes y probos que las apliquen adecuadamente”.

 

Nada más cierto que lo afirmado por el doctor Uprimny en su óptica general  de la administración de justicia, adicionándole  a la competencia y probidad de los funcionarios un elemento esquivo: la honestidad, siendo esta  combinación lo ideal y poco común en ciertos operadores judiciales, especialmente en una parte considerable de los que laboran en la Fiscalía General de la Nación en donde las fallas son más protuberantes y cotidianas.

 

A las personas que han llegado a ocupar la alta dignidad de Fiscal General las ataca el ‘síndrome Alcalde’, ya sea de pueblo o de ciudad, se vuelven arrogantes, indolentes y abusadores de autoridad, utilizando el cargo como un dispensador de favores y como tasa de retorno a su postulación y/o elección, Y es aquí en donde tiene plena aplicación aquello de que cada Alcalde manda su año, así mande mal, y empiezan los atropellos y a vulnerar los derechos de los demás, y la sal se empieza a corromper.

 

Lo más preocupante en cualquier Estado es cuando la corrupción invade la administración de justicia y se comienza a pudrir todo su entorno, por cuanto estos son por excelencia los garantes de la preservación y la convivencia pacífica y armónica de toda la comunidad. En un país donde se pierda el control y regulación de las relaciones interpersonales y haya ausencia de impartir pronta y cumplida justicia,es un país anárquico donde predomina el caos y la inseguridad y se impone la ley del más fuerte hasta la aniquilación total.   

 

Tengo mis reservas bien fundamentadas sobre la anterior Fiscal General, Vivianne Morales, por haber sido una persona alcahuete con unos subalternos deshonestos no obstante habérsele advertido y señalado, pero que eran necesarios para otros intereses personales. En cuanto al nuevo Fiscal, Eduardo Montealegre, que espero no siga por el mismo sendero, discrepo de su comportamiento anterior frente a la defensa que asumió de Saludcoop, una vez fue intervenida por el Estado, ya que él conocía perfectamente el origen de los dineros que recibió por los exorbitantes honorarios profesionales. (Para formarse una idea del meollo ver entrevista de Eduardo Montealegre, publicada por El Espectador- 19 de Febrero de 2010, “Supersalud nos ordena algo absurdo” y leer las causales de intervención)

 

En Abril 25 del año en curso, haciendo uso de un respetuoso Derecho de Petición, sin respuesta hasta el día de hoy, le solicité como denunciante al señor Fiscal General se me informara sobre el vetusto proceso 314- Concierto para Delinquir, en la modalidad de paramilitarismo, que está estancado en la fiscalía 25 Especializada de la Unidad contra el Terrorismo (54 meses), el cual ha sufrido las dilaciones más inverosímiles y las violaciones más increíbles al Código de Procedimiento Penal, solicitándole, además, que me ayudara a resolver estos interrogantes que, como Abogado, no he podido entender, y que relaciono a continuación:

 

¿Por qué la fiscalía 25 no ha llamado a rendir indagatoria a unas personas determinadas y señaladas de haber participado en un ‘juicio inquisitorio’ de paramilitares en una finca de Ramón Isaza en el Magdalena Medio, en donde se discutía la supervivencia de dos víctimas que ya rindieron declaración juramentada y sindican inequívocamente a tales personajes?

 

¿Por qué la fiscalía mencionada, no obstante lo anterior, y siendo una denuncia tan vetusta y tan grave por ser delitos de lesa humanidad no ha dictado Auto de Apertura de Investigación?

 

¿Por qué la señora fiscal 25, Carmen Luisa Cardozo, en Febrero 17 de los corrientes en diligencia adelantada en Bogotá, y ayer 24 de Abril del presente año, en comisorio aquí en Manizales, permitió de manera irresponsable y permisiva la actuación de un Abogado que dice representar a los paramilitares sindicados sin ser éstos sujetos procesales?

 

Por qué la Fiscalía en mención, de manera alegre, ordenó la expedición de fotocopias de casi la totalidad del expediente al presunto Abogado. No será esto una violación a la reserva del sumario?

 

¿Qué interés patrimonial, político o de amistad tiene la señora fiscal en este proceso?

 

¿Se estará favoreciendo a los paramilitares implicados o a los ‘padrinos’ políticos de estos?

 

¿Por qué la Fiscalía ampara a ciertos fiscales que se camuflan en su independencia y autonomía para poder prevaricar a sus anchas y cometer toda clase de atropellos y ayudar abiertamente a la delincuencia, sobre todo la paramilitar?

 

¿No cree señor Fiscal General, que con esta actuación tan burda y descarada se riñe con los postulados de una pronta y cumplida justicia?  Además, de  ponerse en peligro la vida de quienes nos atrevemos a denunciar a paramilitares y, ahora, miembros de las Bacrim. Se requiere de cojones, o no.

 

Señor Fiscal, si Usted considera que yo no merezco una respuesta, le ruego dársela al país en cumplimiento de un mínimo deber como empleado público, y que deje la Fiscalía de pisotear los derechos que le asisten a las víctimas de las conductas delictuales y de sostener en los cargos a tanto fiscal inepto y corrupto, prolongando así la política nefasta que dejó implantada Néstor Armando Novoa.

¡Ah! Se me olvidaba, señor Fiscal, todavía le quedan muchos parásitos o gérmenes a su lado…y muy peligrosos.

Elevo las siguientes plegarias:

1º - Que los cercanos desleales permitan que el Fiscal lea este escrito.

2º - Que se cumpla la promesa de conformar un Comité Técnico para analizar el caso de la

       Fiscal 25, la cual se hizo desde la administración de Vivianne Morales.

3º - Que la denuncia que le formulé por presunto prevaricato a la fiscal 25 Carmen Luisa

       Cardozo, y de la que conoce la fiscalía 67 Delegada ante el Tribunal Judicial de Bogotá,

       no vaya a ser blanco de una ignominiosa solidaridad de cuerpo y quede en la impunidad.

4º- Que la misma suerte no vaya a correr en el Consejo Seccional de la Judicatura de Bogotá,

     Magistrada Luz Helena Cristancho Acosta, en el proceso disciplinario contra dicha fiscal.

 

 

Manizales, Junio 8 de 2012.

 

Marco Aurelio Uribe García.