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Gozarás más, llegarás más tarde

Semana
30 de agosto de 2008

¿Cómo se masturban los hombres? Es la pregunta sobre la que se reflexiona en este blog. La respuesta ayuda a desarrollar otras posibilidades y enseña a quienes no tienen mucha experiencia sobre cómo hacerse un/a mejor amante… ellas si son heterosexuales o bisexuales también deben aprender a masturbar a su pareja.
 
La masturbación es probablemente la práctica erótica con más mala fama. Se dice que a los hombres que la practican les sale pelos en la palma de la mano, se vuelven locos, pueden quedar ciegos o impotentes. Por otro lado, se dice que es una conducta inmadura, que quien la practica permanece en la adolescencia mental y que lleva a la negación de la pareja.
 
La masturbación es una forma de encontrarse con sigo mismo/a, de reconocer el cuerpo, de prepararse para el intercambio sexual e incluso de aprender a retardar la eyaculación. Se practica desde niños, se acentúa con la juventud y se disfruta hasta la misma muerte; favorece las relaciones de pareja en cuanto regula y equilibra los ritmos de deseo, erotismo y genitalidad de los hombres con parejas estables.
 
Gozarás más, llegarás más tarde
La masturbación en los hombres consiste en estimular el pene para lograr la eyaculación (venirse, botarse) y el placer que la acompaña. Se realiza desde el momento en que el pene está en estado de flaccidez, (blando, en reposo) pasando por la erección (aumento de volumen, erección y endurecimiento) hasta el orgasmo, acompañado o no de eyaculación (expulsión o emisión de semen). El ritmo del movimiento se incrementa hasta que el orgasmo y/o la eyaculación son irremediables. Se pueden tener orgasmos sin eyaculación y también viceversa.
 
En general, los hombres son bastante elementales en cuanto a la masturbación se trata, pero hay muchas maneras de hacerlo. La más simple y tradicional se hace acariciando el tallo del pene (balano; cuerpo cilíndrico del pene) de arriba hacia abajo, o de la base (raíz) hacia el glande (la cabeza), haciendo que el prepucio (repliegue de la piel que cubre el glande) se mueva cubriéndolo y descubriéndolo; si no se está circuncidado el movimiento se hace friccionando directamente el glande.
 
Por supuesto, hay formas mas creativas para masturbar-se; vale la pena trascender los aprendizajes juveniles. Hay sensaciones diferentes si se masturba con la mano humedecida con un lubricante o con la mano seca; la masturbación agresiva suele ser placentera para algunos, aun cuando puede terminar siendo molesta, especialmente para los circuncidados.
 
La sensación es diferente si se masturba con la mano más desarrollada o con la poco utilizada, los movimientos difíciles de controlar provocan sensaciones extrañas que pueden ser muy placenteras.
Se puede masturbar colocando el pene (el balano y/o el glande) entre las dos palmas de las manos, abiertas, una frente a la otra, produciendo fricción.
 
Otra manera de hacerlo es rozando el glande haciendo pequeños círculos sobre él, con la palma de la mano que puede estar extendida, algunas veces, y otras, algo recogida.
 
Otra forma de hacerlo es con un anillo formado con los dedos pulgar e índice, que se desplaza sobre el balano y el glande, de arriba hacia abajo o de abajo hacia arriba. El anillo puede hacerlo con tres, cuatro o los cinco dedos.
 
Una forma menos frecuente es practicarla con un solo dedo. Poniendo lubricante sobre la yema del dedo pulgar, llevando el pene hacia su barriga, friccionando desde la base del frenillo hasta la uretra (orificio para orinar); también se puede hacer friccionando el glande, con uno o más dedos.
 
Con las palmas bien lubricadas, envolviendo el pene a dos manos simultáneamente y girándolas un cuarto de vuelta, de forma suave, de tal manera que los dedos pulgares se encuentren y separen, y luego ejerciendo el movimiento de regreso. Acto que se repite las veces que se considere necesario.
 
Una última alternativa pudiera ser masturbarse con la mano en posición inversa, es decir, simulando una llave inglesa: haciendo un anillo con los dedos pulgar e índice, rodeando el pene y poniéndolo cerca de la base del pene y con los otros tres dedos envolviendo el pene, de tal manera que el dedo meñique sea el más cercano al glande.
 
Para evitar y/o retardar la eyaculación hay varias formas de hacerlo. La primera requiere entrenar los músculos pélvicos, para tener total dominio sobre dicha zona. Puede practicar el controlar del flujo de orina, interrumpiéndolo y reanudándolo a voluntad; de paso fortalece toda la región púbica. También se logra contrayendo y dilatando el esfínter anal. Con esa técnica se logra el control, igualmente se hace cambiando la velocidad y la presión con la que se hacen los movimientos de la mano, parando y retomando la estimulación las veces que sea necesario.
 
Los orientales favorecen la retención del semen presionando el punto Hui Yin, ubicado en lo que popularmente llaman el “nies” el lugar intermedio entre los testículos y el ano. Se hacerse durante el período de excitación y antes de que aparezca el deseo de eyacular.
Otra técnica consiste en presionar el conducto seminal, colocando los dedos durante unos segundos sobre el balano, en la uretra, justo debajo del surco balano prepucial (la parte mas hendida del pene) y parar el movimiento de fricción de la mano sobre el balano. No lo repita muchas veces.
 
Respirar profundamente y relajarse durante la masturbación de igual forma retarda la eyaculación. Al principio se pierda total o parcialmente la erección, pero con la práctica cada vez le ocurrirá menos.
 
Pero como decía en un blog anterior, quien no se conoce, no puede manejar su sexualidad. Es necesario reconocer los tiempos internos para poder adelante al reflejo eyaculatorio y poder frenarlo. La técnica hace al maestro, entre más repita y maneje apropiadamente los ejercicios mayores serán sus séxitos.