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La 22ª Feria Internacional del Libro de Bogotá y el reto de participar en ella

Semana
9 de agosto de 2009


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El próximo miércoles, el 12 de agosto de 2009, se inaugurará la 22ª Feria Internacional del Libro en Bogotá, que transcurrirá en el recinto ferial de Corferias, y el evento se extenderá hasta el 23 de este mes. En esta ocasión el país invitado de honor será México: con participación de editoriales, comercializadoras y la asistencia de varias celebridades de la literatura de esa nación, entre ellos Sergio Pitol, Jorge Volpi, Sabina Berman, Enrique Krauze, Denise Dresser. También habrá una amplia muestra editorial, variada programación académica, visitantes especiales, así como más de 600 eventos y actos culturales internacionales y nacionales. La ocasión contará con 400 expositores locales y extranjeros, y se esperan más de 415 mil visitantes. Así que con una inversión de 1.5 millones de dólares, la expectativa de negocios se sitúa alrededor de los 40 millones.

Y me parece inquietante formar parte de este  acontecimiento cultural con "Los hombres también pueden amar", mi libro de cuentos para adultos sobre diferentes maneras de estar juntos. Es increíble haber concretado este proyecto en éstas circunstancias tan especiales, aun cuando todavía no he visto acabado el primer ejemplar de él. Sin embargo, a pesar de ser un desconocido en el universo literario, intervendré en un evento cultural, se trata de su lanzamiento, en compañía del maestro Fernando Soto Aparicio, que sucederá el viernes 21 de agosto de 7:30 pm a 9:00 pm en la Sala Madre Josefa del Castillo, también en Corferias. A donde la entrada será libre, y como corresponde, ya la ocasión figura en la programación general de la Feria que circuló el domingo 9 con El Espectador.

La editorial que con puntualidad británica tendrá listo el primer tiraje de “Los hombres también pueden amar”, participará con otras nueve publicaciones novedosas. La empresa se llama Argüeso & Garzón Editores de Incarnate Words Foundation. Se trata de una organización sin ánimo de lucro que considera las palabras parte de la condición humana, y su finalidad es construir legados de vida en forma filantrópica, así como de obras sociales y literarias, ayudando a la gente a definirlos y construirlos. Su propósito es estimular la narración, facilitando la publicación, difusión y venta de trabajos inéditos que aporten a la cultura. Además tienen la aspiración de convertirse en una entidad mundial solidaria con el autor, favoreciendo la creación de excelentes productos y servicios. Se trata de una organización pluralista, abierta a ideologías y creencias que promuevan la vida. Nació en San Juan de Puerto Rico a partir de una idea de Luis R González Argüeso, autor y consultor en comunicaciones, junto con Fabio Alberto Garzón Díaz, también autor y profesor de bioética. Así que podrá encontrar a esta fundación durante la Feria en el primer piso del pabellón número tres, en el estand 340, y de igual manera, puede ubicarlos en www.incarnatewords.com.

Además tuve el privilegio de leer un borrador en medio magnético de una de las novedades de Argüeso & Garzón Editores. Se tituló de “Hada de los tres pelos”, un libro escrito por la psiquiatra y homeópata Juliana Villate Quevedo, que ya está en su segunda edición.  Ella es una mujer entretenida, interesante y polifacética quien combina su ejercicio profesional con inquietudes literarias, filosóficas, históricas, antropológicas, artísticas, así como la meditación y el yoga. A través de su prosa deliciosa, siempre rutilante, sinuosa, sesuda, aterrizada, cariñosa y bastante femenina, expuso estupendamente sus ideas sobre ética y espiritualidad en busca de un mejor vivir individual y, por supuesto, en comunidad. Como es natural, puso el acento en la educación de los hijos, en el porvenir de nuestra sociedad. El resultado es magnífico, de gran utilidad para padres de familia, pues da modelos de respuestas para las preguntas existenciales de los niños. Interrogantes que hábilmente agrupó en tres categorías: los relacionadas con sí mismo, es decir la integridad personal del infante, como por qué estudiar, comer verduras y frutas, cortarse el pelo, incluso, por qué enferma y envejece gente, a dónde va quien muere, así como por qué evitar que alguien toque algunas partes de mi cuerpo o qué debo ser cuando grande; otro grupo cuestionamientos proviene de las dudas sobre las relaciones familiares en el mundo metrosexual actual, abarcando inquietudes como por qué se separaron mis padres, por qué son tan exigentes conmigo, por qué nunca están orgullosos de mí, por qué pelean tanto, así como es malo que se emborrachen o debo aceptar la nueva pareja de mis padres, incluso, por qué me pega mi hermano mayor; por último, aparecen las dudas relacionadas con la vida social, por qué algunos compañeros tienen más plata o por qué algunas niñas de mi colegio ya tuvieron relaciones sexuales, hasta por qué alguien pone bombas, secuestra y mata. En todo caso, en éste volumen es posible encontrar temas de reflexión elementales y profundos por igual, que hacen parte de los cuestionamientos cotidianos de los niños que se desarrollan normalmente.

Desde el punto de vista formal, su planteamiento también es llamativo. Cada sección empieza por una pregunta, digamos el problema a resolver; y a continuación, encontrará una respuesta para el niño, un modelo para pensar en qué contestarle en esas circunstancias; al terminar, aparecen las reflexiones para adultos con la finalidad de estimular el diálogo constructivo alrededor del tema. El libro no pretende ser dogmático, más bien aspira a abrir un espacio de reflexión para que el lector llegue a sus respuestas personales, como debe ser. Y, como si fuera poco, hace unas semanas tuve el agrado de conocer la edición princeps, vi un ejemplar de su primer tiraje entre las manos dulces de mi pediatra predilecta: se trataba de un libro decorado con atractivas imágenes a color, impresas sobre hermoso papel generoso.

Así que hoy, tres días antes de que empiece la Feria y aparezca en el mundo “Los hombres también pueden amar”, adquirieron significados tremendos expresiones que fueron retóricas hasta hace muy poco, por ejemplo: “los libros se defienden por sí solos” y “los libros tienen destinos impredecibles”. Después de todo se trata de una sola obra en el universo literario, y eso da sensaciones de levedad, incertidumbre, incluso de trivialidad. También hoy recordé una expresión psicoanalítica: “la creación exige un monto de narcisismo para atreverse a hacerlo, sin que interfiera con el juicio de valor sobre la obra antes de entregarla a sus usuarios”. Es decir, se requiere cierta convicción de que la producción tiene algún valor, incluso que expresa algo que jamás se había dicho, sin que ello impida la capacidad de juzgarla, modificarla, mejorarla, embellecerla. Así que publicar es una temeridad, si se tiene en cuenta que toda obra proviene del autor y su contexto, incluye su aportes personales y los de otros escritores, que al ensamblarlos de manera novedosa se valorizan por su capacidad de transmitir un mensaje produciendo placer estético.