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La corrupción del otro lado del escritorio

Semana
4 de septiembre de 2012

Tenía 28 años y trabajaba en el área de servicio al cliente de una importante empresa. Por varias semanas consultó por dolores de cuello que, según refería, la incapacitaban para trabajar. Su trabajo le exigía estar largos periodos de tiempo sentada por lo cual todos los médicos a los que consultó, incluyéndome, la incapacitamos cada vez que lo solicitaba. El dolor es subjetivo e imposible de cuantificar y, aunque transcurridas las semanas todos comenzamos a sospechar que la mujer solo buscaba incapacitarse, seguíamos accediendo a sus solicitudes. Por un lado porque nadie le puede decir a un paciente que el dolor que refiere no es “real”, y por otro para evitar confrontaciones.

 

Las EPS han generado diferentes sistemas para no dejarse “tumbar” de los pacientes. Algunas, por ejemplo, han creado dependencias que encargadas exclusivamente de evaluar si las incapacidades concuerdan con los diagnósticos. Otras han creado sistemas que no permitan generar más de un número de días de incapacidad para ciertas enfermedades.

 

Semanas después nos enviaron un correo institucional en el que nos indicaban no incapacitar más a la paciente de nombre X y documento de identidad Y a causa de su queja cervical. Era la secretaria. La razón era que no se le había encontrado una causa estructural a su dolor luego de someterla a múltiples exámenes entre ellos radiografías, una electromiografía, tomografías, una resonancia magnética, evaluaciones por neurología, medicina ocupacional, ortopedia especializada y neurocirugía. También anotaban que las incapacidades no tenían objeto ya que se le había terminado el contrato con la empresa para la cual trabajaba.

 

Algunos empleados de la IPS afirmaban que supuestamente la habían visto montar en moto sin problemas de movilidad, mientras en las consultas ingresaba con lo que uno podría mal llamar rigidez de cuello ya que refería que el menor movimiento le reproducía el dolor.

 

No pasaron muchos días antes de que la mujer volviera. Esta vez se quejaba de afonía. El médico de turno especificó en la historia que no encontraba ninguna alteración en el examen de la garganta ni del cuello y que la paciente usaba prendas de vestir de la institución en la cual supuestamente ya no laboraba.

 

“Todo el mundo critica la salud pero nadie habla de los pacientes”

 

Los casos en los que se tienen que tomar medidas administrativas son la minoría. Sin embargo, frases del tipo: “deme los tres días que dos no me los paga la empresa” hacen parte del día a día del personal médico como lo hacen las diarreas y las gripas y, frecuentemente, por estas causas.

 

El dolor es una experiencia subjetiva que no es posible medir, por lo cual muchos, sino la gran mayoría de los médicos generan incapacidades aunque a veces no hayan evidencias clínicas ni de laboratorio de una alteración física.

 

“Todo el mundo critica la salud pero nadie habla de los pacientes”, anota un médico de urgencias quien por un lado afirma estar cansado de lidiar batallas administrativas con las EPS, y por el otro con pacientes que exigen exámenes, tratamientos e incapacidades, en ocasiones sin requerirlos. El médico anota además que el volumen de consultas en el servicio donde labora, y con ellas la solicitud de incapacidades por parte de los pacientes, aumenta los lunes y martes después del festivo.

 

Recuerdo a un compañero que le decía a sus pacientes le llevaran una muestra de materia fecal en un frasco de laboratorio cuando consultaban a urgencias por diarrea. Una vez le pregunté si no encontraba esta actividad desgastante a lo que respondió: "No les voy a acolitar las vacaciones".

 

Resulta irónico que en Colombia, un país en el cual la vinculación laboral persiste en cifras subóptimas según lo reportó la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda), el ausentismo laboral siga siendo un problema. En la primera mitad del año pasado, en el país se perdieron cerca de 3 millones 644 mil 360 días por incapacidad temporal de trabajadores accidentados según cifras de la federación.

 

Historias como la de la secretaria continuarán siendo prevalentes en los servicios hospitalarios y de consulta si algunos empleados siguen abusando de sus derechos laborales y los trabajadores de la salud continuamos facilitando el ausentismo para evitar confrontar a los pacientes.