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La crisis de Europa y España: cuál será su impacto en Colombia?

Semana
19 de septiembre de 2011

Definitivamente la oportunidad de viajar es la posibilidad de ampliar nuestro capacidad de visión periférica, porque nos encontramos con culturas distintas o realidades diferentes. Y cuando esto sucede, son muchas las lecciones que se pueden aprovechar. Por esta razón, me acordaba de una notable frase de un socio de mi suegro: "cuando la carrera 7a me parece ancha, es el momento de empacar, sacar el pasaporte y prepararse para viajar".

En la semana que hoy termina en Madrid, tuve la oportunidad de sacar el periscopio para poder entender mejor la monumental crisis que hoy afecta a los españoles y en general, a toda Europa. Lo que hoy sucede en el viejo continente tiene con los pelos de punta al sistema financiero internacional. Es la segunda ola de la crisis que se desató en el 2008 y cuyos efectos hoy evidencian unas debilidades estructurales mas profundas.

Para dar una idea del tamaño del problema español, que es el que me ha suscitado una serie de reflexiones sobre nuestra situación en Colombia, voy a compartir algunas cifras escandalosas de la realidad que hoy se vive en este país.

Para comenzar, la tasa de "paro" como se denomina el desempleo, está hoy en el 21%. Pero este número cubre una realidad mucho mas peligrosa: para los jóvenes menores de 30 años, la cifra es del 43% !!!. De acuerdo al análisis hecho por el Economist la semana pasada, las consecuencias futuras de esta situación pueden ser muy graves para la economía española en los próximos años.

Se espera que el crecimiento del PIB sea el -1% para el 2011 y no se avisora un ajuste rápido en el sector inmobiliario, verdadero causante de la crisis. En el momento pico de la burbuja inmobiliaria, se producían 750,000 viviendas por año. En el periodo de 1997 al 2007, la participación del sector inmobiliario pasó del 4,7% al 9,3% del PIB. Nunca antes se había construido tantas viviendas en la península ibérica como en esos diez años. Como consecuencia, hoy el 85% de los españoles son dueños de su vivienda vs. el 65% en Europa.

Tres años después de haber estallado la bomba inmobiliaria, que tiene postrada a la economía española, la construcción de nuevas viviendas apenas se llega a 50,000 unidades proyectadas para el 2011. Esto es el resultado de una construcción desmedida, que hoy tiene en el mercado mas de 700,000 viviendas nuevas terminadas sin vender. Cabe anotar que durante este periodo, los precios de la viviendas se movieron a tasas superiores a 5 veces la inflación !!!!

El problema del sector se ve reflejado en una tasa de desempleo superior al 27% pero no hay una caída de precios proporcional al problema. La razón: los bancos y las cajas que han recibido este inventario, no se han atrevido a reflejar esta realidad en sus balances. Al haber llegado a prestar por encima del 100% del valor de la vivienda, bajo la premisa de que los incrementos en los precios cubrirían el riesgo de su decisión, salir del inventario existente tendría un impacto muy grande en los ya debilitados balances de las entidades financieras españolas.
Y el problema no podía llegar en peor momento. Hoy, la nueva carátula del Economist lo dice todo:" Como salvar al Euro". En actualidad, hay un gran cuestionamiento sobre la sostenibilidad de la moneda única de la Comunidad Europea. La debilidad percibida por los mercados, es el producto del tremendo endeudamiento en que se encuentran Grecia, Portugal y ahora se evidencian problemas serios en Italia y Francia. En el caso español, el endeudamiento está en cabeza de su sector privado.

La crisis hipotecaria en España puso al desnudo un problema mayor: la incapacidad de los políticos para enfrentar el problema. El Presidente Zapatero, durante muchos meses se negó a reconocer la situación. Cuando ya trató de reaccionar, con medidas restrictivas que han agravado aun mas la situación de recesión, el daño ya estaba hecho.

Las consecuencias políticas no se hicieron esperar. El partido de Gobierno perdió de manera contundente las elecciones locales y a finales de noviembre España contará seguramente con un nuevo presidente del partido opositor, según lo muestran todas las encuestas. Que el remplazo de Zapatero sea capaz de enfrentar mejor la situación, está por verse, porque lo que se ha puesto al descubierto es la gran debilidad del sistema político español.

Pero la crisis del manejo financiero en la UE ha tenido su espejo en el campo político europeo. La Comunidad tiene hoy 27 miembros. El Parlamento en Bruselas, cuenta con 750 representantes de esos países. En ese entorno, que refleja la diversidad de visiones y realidades, la capacidad de tomar decisiones de manera ágil y efectiva, ha brillado por su ausencia a lo largo de los últimos meses. Esto ha sido mas evidente aun, en el caso de: Alemania, Francia, Inglaterra, Italia y España que representan las economías mas grandes de la región.

Alemania , es el mejor ejemplo de la dificultad para lograr consensos internos en beneficio de la Comunidad. Este es el único país con la capacidad de aportar significativamente a la solución del problema y sin embargo, no lo ha podido hacer. Su Canciller está amarrada por los problemas políticos internos en la coalición de Gobierno, lo que le ha impedido construir un consenso claro y una visión compartida del problema y sus posibles soluciones.

Hoy en Europa, se evidencia una crisis de liderazgo monumental. En el caso de la Sra Merkel, es evidente su incapacidad de contextualizar el problema y mostrar a sus compatriotas, el costo que pagaría Alemania de no asumir un posición clara y decidida para manejar la crisis. Como lo muestra el Economist, en su edición de esta semana, los costos de no hacer nada y dejar a la deriva a la CE, serían muchísimo mayores para todos, en especial para Alemania.

Las consecuencias: medidas tibias y a destiempo. El desastre del manejo de la crisis de Grecia, país que apenas representa el 1,5% del PIB de la CE, ha enviado las peores señales a los mercados. La percepción generalizada, es que la estructura paquidérmica que hoy muestra la Unión Europea, no es viable para enfrentar situaciones como las actuales. Esta es la razón por la que el análisis del Economist es tan crítico aunque de nuevo, se reconoce que el costo de acabar con este proceso único de integración en el mundo , sería demasiado alto para todos, en especial para Alemania.

Otro problema que sale a la vista, es la falla protuberante de los sistemas regulatorios de control. Al igual que pasó en los Estados Unidos, en UK e Irlanda, las señales eran claras pero la fiesta estaba demasiado buena para apagar la luz y sacar a los borrachos a la calle. A las autoridades monetarias de estos países no les pareció anormal una bonanza donde los precios iban galopando mientras la inflación iba a pie. Tampoco los sorprendió en el caso español, que se rompieran todas las barreras de un sector, ni que se estuviera prestando muy por encima del valor real de la vivienda. Todos apostaron a que el ciclo no tenía fin y todos se equivocaron al final. El daño ha sido inmenso y le tomará a España y a Europa, recobrarse en el futuro.

Solo me queda una pregunta por hacer: ¿ Será que semejante crisis, que tiene postradas a las economías de los países desarrollados, no se hará sentir en America Latina?.. Y si este fuera el caso: ¿ Que lecciones podemos aprender en países como el nuestro?.