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La elección de Petro: amanecerá y veremos

Semana
5 de noviembre de 2011

Escribo estas líneas después de que ya se conocen los resultado de las elecciones para la Alcaldía de Bogotá. Con una participación del 32% del total de la votación, salió elegido Gustavo Petro. El 68% restante, se repartió entre Enrique Peñalosa, Gina Parody , Carlos Galán y David Luna. Este fraccionamiento le abrió el camino a la victoria del nuevo alcalde de Bogotá. 

Si se miran las cifras, la victoria de Petro es muy preocupante para la ciudad. La realidad es que el 68% de los votantes no estuvieron de acuerdo con el nuevo alcalde. Una minoría unida logró lo imposible: la elección de alguien que había pertenecido al Polo Democrático, partido  que dejó a la Ciudad de Bogotá en condiciones lamentables y que hoy nos avergüenza a quienes vivimos en ella.

El temor de muchas personas, es que esta victoria de Petro, no se convierta en la  reencauchada del partido al cual perteneció. En las próximas semanas se irá demostrando si esta preocupación tenía validez o no. Las personas que él nombre y que lo van a rodear, las decisiones que tome de terminar de destapar las porquerías que dejó su antecesor, y otros señales a las cuales habrá que estar atentos, confirmarán o no este temor.

La verdad descarnada es que Bogotá no resistiría cuatro años adicionales de desmadre y de falta de visión. No solo es necesario atender los incendios urgentes , sino también los problemas sin resolver que dejó Moreno camino a la cárcel.

Además, es absolutamente indispensable que nuestra ciudad, se proyecte para ser una urbe relevante a nivel mundial. Lamentablemente, esta visión estuvo completamente ausente de los debates durante la campaña política, por parte del nuevo alcalde y de sus adversarios.

Los primeros pronunciamientos de Fajardo y Gaviria, responsables de dirigir, los destinos de Antioquia y Medellín en los siguientes cuatros años, ratificaron su decisión de convertir a esta región en un sitio del conocimiento como nueva plataforma de desarrollo. Mientras tanto, en Bogotá y Cundinamarca, las nuevas administraciones regionales no se les ha escuchado cual va a ser la apuesta coordinada que van a ser hacia el futuro durante su periodo.

A Petro se le considera una persona inteligente, pero a la vez, sin ninguna experiencia en la administración de organizaciones complejas. Congresista con buena  oratoria y capacidad de hacer oposición, pero de nuevo, sin experiencia demostrada en liderar equipos de trabajo. Esta inexperiencia se va convertir en una barrera cuando inicie su periodo. Petro encontrará una ciudad con múltiples problemas que podrían a prueba a la persona mas experimentada.

Hay que sumar a lo anterior, que dada la monumental corrupción que Moreno y el Polo propiciaron durante estos últimos cuatro años, difícilmente podrá Petro quedarse con los primeros niveles de dirección de las diferentes dependencias del Distrito. Y si esto sucede, quienes los remplacen, tendrán que arrancar de cero y sin mucha memoria institucional. Es probable que para tapar muchas de las vagabunderías, que se cometieron durante esta época de Ali Baba y los Cuarenta Ladrones, muchos documentos habrán desaparecido. No dejar elementos probatorios hacia adelante debe ser posiblemente la consigna en muchos de los centros donde campeó la corrupción.  En este campo, el hermano de Moreno, dio un excelente ejemplo cuando se quemaron los archivos de la Alcaldía de Bucaramanga, al entregar su puesto. La consecuencia optimista es que, la agenda del primer año o más de la nueva administración, será una caja de sorpresas que demorará la capacidad de proyectar la ciudad.

Y en este cuadro surrealista que se puede producir, no estoy contando con la posibilidad de que Petro se enrede en peleas, por impulsar algunas de sus propuestas que estaban bastante desfasadas de la realidad. Este sería el caso, si pretende por ejemplo, hacer renovación urbana para construir vivienda de interés prioritario desconociendo los problemas de costos, asociados con este tema. También, si pretende quitar el Pico y Placa, pero a su vez,  descalificar como lo hizo durante su campaña,  la urgente necesidad de construir vías como la ALO en el Occidente de la Ciudad. En este momento es cuando las promesas hechas durante la campaña chocarán con la dura realidad

Si Petro se rodea de excelentes funcionarios y se deja ayudar, es posible que pueda acelerar su curva de aprendizaje, mientras que con su equipo, capotean los múltiples problemas de Bogotá. Pero también, si es capaz de convocar y tender puentes de confianza a los sectores que hoy no lo apoyan. Si no lo hace, y desconoce que fue elegido por una minoría de la ciudad,  esto tendrá un costo muy alto para Bogotá.

Mientras tanto, en Antioquia, para proyectar su destino, se contará con dos personas experimentadas y exitosas que cambiarán de roles. Pero aun mas importante, tienen una visión compartida, lo que les permitirá dar continuidad a las políticas que ellos ya habían propiciado y acelerar los procesos con un mínimo costo de aprendizaje.

Por el bien de quienes vivimos en Bogotá, espero que mis predicciones no se cumplan, y también, que dentro de cuatro años no tengamos que volver a lamentar la elección de Petro como Alcalde. Si por el contrario, logra demostrar que, todas las prevenciones que tienen hoy el 68% que no votaron por él en estas elecciones, le estará haciendo un gran aporte a la democracia colombiana y al sistema político. Amanecerá y veremos

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