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La otra cara de la marcha a Necoclí

Semana
17 de febrero de 2012

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Tenían la ilusión de ser escuchados  por el alto gobierno. Cerca de 30 mil víctimas de la violencia: campesinos, jóvenes, madres cabeza de familia, desplazados, líderes locales, etc, viajaron el pasado 11 de febrero desde lugares remotos de Antioquia, Córdoba y Urabá para escuchar las palabras del Presidente Juan Manuel Santos. Que les ratificara, como lo hizo, que la restitución de tierras será una realidad, y que el gobierno los acompañará hasta el final para recuperar lo que han perdido.

 

Los buses llenos de campesinos, en su mayoría afrodescendientes, llegaron desde temprano. Los habitantes de Necoclí, un bello pueblo costero de Antioquia, se ubicaron en sus portones cuando oyeron el run run de los helicópteros y saludaron con calidez a la comitiva presidencial, en la que estaban los congresistas Mauricio Lizcano, Guillermo Rivera y Juan Fernando Cristo; y  los ministros Germán Vargas Lleras, Juan Camilo Restrepo, Juan Carlos Esguerra, entre otros.

 

 

Muchos allí esperaban ansiosamente a Juan Manuel Santos con la intención de hablarle y que el conociera de sus propios labios el abandono estatal que han sufrido durante tanto tiempo. Sin embargo, a pesar de que algunos tuvieron la suerte de saludarle y darle la mano al primer mandatario en momentos en que se dirigía al lugar del evento, el único que logró pedir más presencia e inversión en el municipio fue el alcalde de Necoclí, Adalberto Baena Oyola, quien  intervino en el acto oficial que comenzó pasada la 1 de la tarde, en medio de un sofocante calor.

 

A la concentración llegaron personas de los distintos municipios cercanos como Turbo, Apartadó, Arboletes, Carepa, Chigorodó, Riosucio, Unguía, Canelete, Tierralta, Mutatá,   San Juan de Urabá, Montería, Tierralta, Carmen del Darién, miembros de la comunidad Embera que lucían camisetas  blancas que decían “Yo apoyo la ley de víctimas”, etc. No hubo consignas, ni rechiflas ni hurras. Más bien una sobria disciplina que sirvió para calificar el evento como un “acto sin precedentes”.  No obstante, los campesinos de base que estuvieron allí hasta el final no lograron intercambiar con el gabinete y en algunos esto incluso resultó frustrante. Como lo expresó Francisco Ochoa, Presidente de la junta de acción comunal del barrio Villa Jiménez, de Montería, al portal Verdad Abierta, “Nosotros esperamos que nuestras voces sean escuchadas por el presidente Santos y podamos regresar a nuestras casas, allá en Tierra Alta (Córdoba)”.

 

La importancia del evento en Necoclí

 

La marcha hacia Necoclí no se hizo de forma gratuita, ni por lo hermoso de sus paisajes costeros, y mucho menos para evaluar el porqué algunas de  sus calles se encuentran sin pavimentar y en algunas de sus casas, se  deja ver la pobreza en la que viven muchos de sus habitantes.

 

Necoclí es un municipio a donde se llega por carretera desde  San Juan de Urabá, Arboletes y Turbo y que hace parte de la región de Urabá, golpeada por la ola de violencia, en primer lugar del EPL, más adelante por las Farc, luego por la extensión  paramilitar y últimamente por el reencauche de las autodefensas en las llamadas bandas criminales que hacen presencia en la zona.

 

En Urabá la actividad bananera es de gran importancia, por lo que resultaba  crucial la presencia del gremio en el evento, como señal de reconciliación con las víctimas que sufrieron el despojo de sus tierras. Sin embargo a pesar del llamado del gobierno nacional y de algunas organizaciones de Derechos Humanos, brillaron por su ausencia.

 

La intervención de las víctimas:

 

Ana Cantero y Silvia Berrocal dos mujeres víctimas del conflicto armado en la región, intervinieron en el acto en representación de los campesinos, afrodescendientes, indígenas, y demás personas allí presentes que se agolparon en medio de la multitud en señal de su apoyo a la ley.

 

Las dos mujeres manifestaron su disposición a iniciar un proceso de reconciliación necesario en la región del Urabá, palabras que fueron aplaudidas por sus coterráneos en el evento y que hicieron que estas dos líderes derramaran lágrimas al recordar el sufrimiento al que por largo tiempo han sido sometidas.

 

Ana Cantero y Silvia Berrocal son dos mujeres representativas de la región del Urabá que al igual que todos los presentes en el acto, buscan ser reparadas, pero sobre todo ser escuchadas por los representantes de las instituciones públicas. No contó con igual suerte doña María Antonia Jiménez, una mujer que en momentos en que hacía la fila para ingresar al acto, pedía a todo el que podía que le entregaran al Presidente una carta firmada por su hermana en la que, según ella,  pedía mejores garantías para su restitución y su situación actual.

 

En el evento también intervinieron el gobernador de Antioquia, el presidente Juan Manuel Santos que entregó cinco títulos y créditos del banco agrario con asistencia técnica para 57 familias. Finalmente el acto fue amenizado por el cantante Fonseca, quien interpretó dos de sus canciones, y aunque para la mayoría del público espectador, no eran conocidas, siguieron el ritmo y como les fue posible cantaron la letra más famosa de este artista “Te mando Flores”.

 

Al finalizar el evento, la gran mayoría de los asistentes que viajaron de distintos lugares se retiraron del lugar con el sinsabor de no ser escuchados. Por eso doña María Antonia Jiménez, con el sobre de la carta que enviaba su hermana al primer mandatario en las manos,  pedía que en una próxima visita de Santos,  la comunidad tuviera una mayor participación en el acto.