Home

Blogs

Artículo

La paradoja colombiana: la corrupción y la innovación

Semana
8 de mayo de 2011

Acabo de llegar de Medellín después de participar en un evento de dos días, en el marco de los "Acuerdos para la Prosperidad", que el Presidente Santos está realizando por todo el país. En esta oportunidad se hizo el lanzamiento nacional de la Política de Innovación, una de las cinco locomotoras del crecimiento, propuestas y ya aprobadas, en el Plan Nacional de Desarrollo.

Esta fue una semana, que mostró de manera evidente, los contrastes de nuestra querida Colombia. En la capital antioqueña,  un grupo muy numeroso de personas estábamos pensando sobre las bases futuras de nuestro desarrollo fundamentadas en el uso inteligente del conocimiento y la creatividad. En simultánea, estallan dos nuevos escándalos asociados a la corrupción: la suspensión de Samuel Moreno como Alcalde de Bogotá y los primeros hechos documentados en el campo de la Salud. En estos últimos casos, se muestra como se puede utilizar el conocimiento y la creatividad, pero no para avanzar, sino para esquilmar los recursos públicos de todos los colombianos.

Estos contrastes muestran la paradoja colombiana: queremos un mejor futuro pero nuestro pasado nos ancla y no nos deja avanzar. Y ponen en evidencia un tema que fue motivo de análisis y preocupación en la reunión de Medellín: el efecto de la cultura en los procesos de desarrollo y la necesidad de hacer este tema muy visible y conversable en Colombia.

La cultura de la Innovación requiere de confianza, colaboración, experimentación, inclusión y aceptación de la diversidad. Estos rasgos culturales están presentes en todas las regiones que hoy juegan este nuevo juego de la competitividad. Los escándalos que hoy nos azotan, muestran algo muy diferente: la desconfianza, la búsqueda de atajo y la línea del menor esfuerzo, la violación sistemática de las normas, la indiferencia y la nula colaboración. En una entrevista hoy en el Tiempo, en relación a la corrupción, la Fiscal Vivían Morales mencionaba  la cobardía de los colombianos, como el principal problema para poder dar resultados en su gestión.

Como se puede observar, la brecha cultural que tenemos, es posiblemente la barrera mas grande para levantar las anclas del pasado y dejar que los buenos vientos, que hoy tenemos, nos permitan avanzar hacia el futuro con la cabeza alta y el convencimiento de que somos capaces de escribir un nuevo capítulo de la historia del desarrollo colombiano, para ser un caso de éxito a nivel mundial.

 A Colombia se le percibe hoy en el mundo como una de las economías que están por despegar. Pertenecemos al grupo de los países de los cuales se espera que sean las economías con mas crecimiento y oportunidades después de China, India, Brasil y Rusia. Y lo que es más importante: esta percepción coincide con la imagen, que un buen número de compatriotas, tenemos de esta posibilidad.

Por esta razón, me impactó muy positivamente ver la infraestructura de Medellín y el avance que ya tienen en la ruta de volver el conocimiento y la creatividad como palancas para su desarrollo. La utilización exitosa que han hecho para este fin, de sus recursos empresariales e institucionales, es un ejemplo para el país. Es envidiable ver compañías públicas como EPM y UNE, trabajando de la mano del Grupo Antioqueño ( Bancolombia, Sura, Argos, etc.) y otras, para  colaborar y unir voluntades para apoyar el proceso. La Gobernación y la Alcaldía, consecuentes con esta actitud, apoyan de manera decidida las iniciativas. A este proceso, se suman las universidades y esta es la razón que les permite mostrar avances importantes en la construcción de un ecosistema de innovación.

A pesar de los problemas de marginamiento e inseguridad que todavía tiene  Medellín y que demuestran una visión muy regionalista, que la hacen sentir a los demás, es una región que se atrevió a pensar en el futuro y actuar en concordancia, mientras tratan de superar sus problemas históricos que han sido un importante freno para su desarrollo.

En esta semana me hicieron llegar el mensaje de que no soy una persona del agrado de la administración actual de la ciudad. Parece que les ha incomodado los blogs que he escrito con comentarios duros y directos sobre su falta de gestión y laxitud impresionante con las señales de corrupción que vienen brotando, como pus putrefacta, desde hace varios meses. La realidad es que pertenezco a más del 85% de los ciudadanos de esta destrozada ciudad, que hoy desaprobamos lo que le ha sucedido a Bogotá bajo la Administración actual y en las narices del Polo y de la U.

Lamento haber tenido razón. No soy jurista ya que soy ingeniero de profesión, pero el Procurador, al tomar la decisión de separar de su cargo a Moreno, está enviando el mensaje sobre la responsabilidad que le compete al Alcalde al haber estado al tanto de todos los desastres en la contratación de la ciudad. Los invito a ver en semana.com un detalle muy bien informado de este tema. Espero, que el proceso continúe. Pero mas allá de si logran encontrar pruebas de corrupción contra el Alcalde, dada la sofisticación y creatividad que han demostrado para esquilmar a la ciudad los que están comprometidos, su responsabilidad, como lo demuestra Semana, no se la puede quitar de encima.

Y en cuanto a la responsabilidad que le compete al Polo, esta es total. Ellos, junto con unos concejales cómplices del partido de la U, deben de responder por acción o por omisión por la debacle. No estoy de acuerdo con los comentaristas que insisten que sería un costo muy alto el que pagaría la democracia en Colombia, si este desapareciera. La triste realidad, es que no estuvieron a la altura de su responsabilidad. Y si tener una izquierda en Colombia significa aceptar lo que está sucediendo, entonces apaguen y vámonos.

Por último, lamento haber tenido razón en el blog que escribí sobre la salud hace dos meses. Las cifras que me suministraron fueron pavorosas: 60% de los recursos de la Salud se van por las rendijas de la corrupción.

Preguntas:
¿Dónde están los twitters del expresidente Uribe poniendo la cara al país por este cáncer de la corrupción en la Salud y  las Obras Públicas?
¿Donde están los ciudadanos marchando por las calles protestando por toda esta situación?