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Las Mil y Una Noches en el mundo árabe : I Parte Marruecos

Semana
30 de enero de 2010

Quiero iniciar el 2010 con una serie de artículos diferentes a los que han sido habituales desde que inicié a escribir por este medio en la revista Semana. Espero introducir nuevos elementos que permitan reflexionar sobre nuestra realidad.

Un socio de mi suegro tenía un dicho muy divertido y con mucho sentido común: “ cuando la Carrera Séptima le parece a uno que es muy grande, es el momento de empacar maletas y salir a viajar”. Dada la decisión del Alcalde de darle un “toque ligero” a Transmilenio en esta vía tan importante de Bogotá, decidimos con mi señora que era tiempo de tomar nuestra maletas y explorar el mundo árabe.

De nuestra aventura por el Norte de Africa, donde visitamos Marruecos y Egipto, para pasar a Jordania y volar a los Emiratos Arabes, surgen varias impresiones que pueden ser de interés para los lectores de este blog. Por esta razón quisiera compartirlas y traducirlas a la realidad que vivimos los colombianos en nuestro país.

El Norte de Africa y Jordania tienen una característica común: mas de 6000 años de historia que se ve reflejada en muchos monumentos que dan testimonio de diferentes civilizaciones que fueron dejando sus huellas a los largo de los siglos. Por esta razón, recorrer estos territorios despierta en el viajero el interés por conocer y entender ese mundo fascinante y diferente que se abre ante sus ojos ,para repasar la historia y sentirla en cada lugar que se visita.

Hacía mucho tiempo que tenía interés en conocer Marruecos. Cada vez que visitaba el pabellón de ese país en Epcot en Orlando, Fla, me hacía la promesa de ir a vivirlo de primera mano y no a través de la interpretación de los gringos en una parque de diversiones. Finalmente lo pude hacer.

Al igual que todos los países que dan sobre el costado sur del Mediterráneo, Marruecos cayó bajo la influencia del Islam en el siglo VII, convirtiendo a los beréberes a esta religión. A finales de este siglo, este territorio se transforma en un lugar de aprendizaje y es la mayor potencia regional. Sin embargo, su mayor poderío lo alcanza cuando una serie de dinastías beréberes ( amorávides y almohades) remplazan a los idrisíes árabes y llegan a una buena parte de la Península Ibérica ( Andalucía ). Este imperio se derrumba como consecuencia de una larga secuela de guerras civiles. De esta historia queda la religión islámica, la lengua y una cultura que integra a Marruecos al mundo árabe. Mas de 100 años de colonialismo francés ( 1830 - 1956 ) no logran modificar el alma y la tradición musulmana sunnie de este país.

De esta visita me llevo varios recuerdos. El primero de ellos es la calidez de su gente. A pesar de las diferencias culturales que nos separan, los marroquíes que conocí son gente amable y acogedora con el turista. Marruecos no es un país rico pero es un país limpio y muy tranquilo. La moderna arquitectura se entremezcla con los miles de minaretes de las mezquitas que abundan y que recuerdan la gran influencia religiosa del Islam. Y una característica que me impactó: un tráfico desordenado que me preparó para lo que iba a venir mas adelante. Todo lo anterior enmarcado en unos lindos paisajes, especialmente en la zona sur del país cerca a Marrakech.

Algo que me llamó la atención y que se  repite en los demás países árabes de la región, es que el poder está en manos de un rey ( Mohamed VI ) quien ejerce la autoridad total con el respaldo de la Fuerzas Armadas. Esto se traduce en un control político de corte muy autoritario que mantiene a la población con un alto grado de represión.  Por el interés de vincularse a la Comunidad Europea, esta situación a mejorado pero el monarca  se mantiene como el amo del país.

También es muy impactante el papel secundario que juega la mujer en el mundo árabe. En Marruecos hay una analfabetismo del 58% en este grupo de población lo que ayuda a marginarlas aun mas de un papel protagónico en la sociedad. Realidades como el hecho de que en la sala principal de las  mezquitas solo entran los hombres, y el uso del velo para tapar la cara de la mujer ( burka ),  impactan mucho porque refuerzan la imagen del rol de la mujer en esta cultura.

En el siguiente blog voy a compartir con mis lectores la experiencia y el contraste de nuestra visita a otros países árabes de la región. Mientras tanto, de las impresiones de esta primera etapa,  quisiera resaltar que el concepto político de una sociedad democrática parecería ir en contravía con la influencia religiosa del Islam. En estos países se logra la cohesión social a partir de una mano dura que impone orden apoyándose en una religión que hoy tiene una alto contenido político.