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Modernos y diversos. Poniendo en su sitio a la diversidad cultural

Semana
12 de octubre de 2009

 
Extracto de  la versión ampliada de mi intervención en el panel “Vivir la diversidad” del Foro Líderes y Emprendedores en la U. Cali, 3 de octubre de 2009

La modernidad es el edificio; las ventanas son la diversidad

Estaré contento si logro dejarles este mensaje: la modernidad es el edificio (Colombia); las ventanas son la diversidad.
 
Permítanme adjudicarle la metáfora del edificio a Jaime Garzón, que interpretaba al portero Héctor Elí del Edificio Colombia, como un “lo recordamos” en los 10 años de su asesinato.

Vamos a completar 200 años construyendo a Colombia, y hace casi 20 años, decidimos que el edificio sería mejor con ventanas de colores fuertes, reflejo de espacios interiores con personalidad.
 
Como tiende a olvidarse, hay que recordar lo que llevamos construyendo durante dos siglos, pues todavía no hemos llegado a una situación en la que podamos descansar un poco: la modernidad, que es el “diseño arquitectónico” de nuestra nación.

La diversidad cultural es, en cierto sentido, el “diseño de interiores”. Podemos habitar el mismo edificio e introducir aspectos característicos en nuestros espacios, dándole mayor personalidad al conjunto, en una “armonía de contrastes”.

Esta metáfora, como veremos más adelante, funciona mucho más para las regiones y la población negra que para los grupos indígenas.
 
Sin embargo, este es mi mensaje general: Vivamos la diversidad sin descuidar la modernidad. Primero, la construcción de la modernidad (de todos); segundo, cultivar la diversidad (de la región o el grupo).

Ahora, qué es la modernidad

En pocas palabras, y usando a Hobbes, es pasar de una “vida solitaria, pobre, primitiva, brutal y breve” (añadiría, “y servil”), a una vida autónoma, provista (no que todos tengamos lo mismo), cultivada, larga y libre (para todos).

¿Tenemos esto? La pregunta que me parece más acuciante es: ¿Cuánto avanzamos en 200 años y cuánto nos falta?, sabiendo que “la modernidad es inacabable” (después de haber puesto en su sitio a la “post modernidad”).
 
La modernidad ha tenido unos medios para cumplir sus promesas: El Estado-nación (laico), la Razón, la democracia, la ciencia, el mercado. Otra pregunta acuciante es: ¿Qué tanto hemos construido estos medios en Colombia?

Por ejemplo: a más Estado laico, más vida autónoma (lo han visto recientemente las mujeres con el aborto en casos específicos).

Y qué es la diversidad cultural
 
Es la manifestación de la diferencia. Y aquí importa mucho distinguir entre “diferencia cultural expresiva” y “diferencia cultural radical”. Esto lleva a saber si se es “minoría cultural” o no.
 
Una minoría cultural tiene una diferencia radical en valores (no universales), una lengua propia, una cosmovisión (religiosa) y un principio de organización social diferentes, y suele reclamar autonomía política asociada a un territorio dentro del Estado-nación.
 
Ustedes y yo estamos pensando en los grupos indígenas con esta descripción. ¿Por qué no estamos pensando en las regiones o en la población negra o afrocolombiana?

Porque existe una “diferencia expresiva” en la música, la gastronomía, la fiesta, las tradiciones (incluso con matices religiosos) y en la memoria colectiva, que no nos hace radicalmente diferentes.
 
Los costeños y los paisas no son “minorías culturales”, pero sus “diferencias expresivas” enriquecen la diversidad cultural de la nación.

Lo mismo pasa con la inmensa mayoría de los colombianos negros (con la salvedad de Palenque de San Basilio, los raizales de San Andrés y algunas comunidades ribereñas): no somos una minoría cultural, pero creamos diversidad cultural.

La modernidad en nuestra Constitución

Algunas personas ven solamente en la Constitución de 1991 el reconocimiento de la diversidad étnica y cultural de la nación colombiana (artículo 7), y se imaginan que eso define del todo nuestro proyecto de nación.

No es así. Nuestro proyecto de nación es la modernidad. Dice el Preámbulo de la Constitución, que deberíamos leer más a menudo:

“El pueblo de Colombia, en ejercicio de su poder soberano, representado por sus delegatarios a la Asamblea Nacional Constituyente, invocando la protección de Dios, y con el fin de fortalecer la unidad de la Nación y asegurar a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, dentro de un marco jurídico, democrático y participativo que garantice un orden político, económico y social justo (…), decreta, sanciona y promulga” la Constitución, es decir, el ideal y las reglas para conseguir el ideal.
 
Por si hubiera dudas acerca de la naturaleza del proyecto de nación, el artículo 1 dice que Colombia es una República “fundada en el respeto de la dignidad humana”; el artículo 5 añade que “El Estado reconoce, sin discriminación alguna, la primacía de los derechos inalienables de la persona”, y el artículo 13 establece que “todas las personas (…) gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica”.

Ese es el proyecto colombiano. Se nos va la vida en hacerlo realidad. Por eso es un error olvidar el proyecto moderno en nombre de la diversidad cultural.
 
Somos modernos y diversos

La diversidad cultural producto de la diferencia expresiva, hace parte de la modernidad, la enriquece, y muy difícilmente es contraria a ésta, a menos que se la magnifique para utilizarla políticamente al servicio de visiones que desprecian el proyecto de nación y las ideas que lo sustentan.

La diversidad cultural producto de la diferencia radical, no es asimilable a la modernidad, pero se busca garantizar su autonomía y reproducción, precisamente para hacer honor al artículo 7 de la Constitución.
 
Podemos decir, entonces, que los colombianos somos modernos y diversos. (...)
 
Yo creo que podemos tener la imaginación para resolver las tensiones sin abandonar, y lo voy a decir claramente por una vez en esta ocasión, los principios liberales de nuestro proyecto de nación. Muchas gracias por su atención.