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No Santos-no Uribe. El “centro-centro” en Medellín, ¿con plataforma ‘santista’?

Semana
9 de agosto de 2012

Se realizó este miércoles en Medellín el “Encuentro ciudadano por la democracia. Pedimos la palabra”, según se lee en el encabezado de su declaración final.

 

Para Juanita León “todos son de centro-centro, no son santistas ni uribistas” (lasillavacia.com). Si se miran los nombres de los asistentes, uno se pone a pensar en el “centro-centro” (porque Juanita es muy inteligente).

 

Enrique Santos Calderón alguna vez se declaró de “extremo centro”, divertido, frente a la pregunta de “¿Ideológicamente dónde se ubica?”, pero ¿será este el caso?

 

¿Antonio Navarro de centro-centro, a esta altura de la vida? ¿Cecilia López? ¿Salomón Kalmanovitz? ¿La congresista Ángela María Robledo?: hubiese dicho que era un insulto para ella.

 

Volví a leer a Juanita y tal vez la explicación resulte ser: este centro-centro NO es una posición ideológico-política, sino puramente política.

 

En el fondo, sería electoral: que el próximo presidente no sea Santos ni uno afín a Uribe.

 

Así, Cecilia López, por ejemplo, no está en el centro-centro ideológico, pero sí en el centro-centro político-electoral.

 

El problema es que se necesitan ideas programáticas, “contenido ideológico”, y en ese plano los asistentes son de centro-izquierda, con la salvedad probable de Antanas Mockus.

 

Por ahora, la declaración final podría ser suscrita por Juan Manuel Santos, encantado. Con matices, son objetivos con los que el presidente puede mostrarse comprometido.

 

Hacer frente a la corrupción y a la desigualdad, ok. “La paz de Colombia, fundada en la Política”. ¿No mencionan a las guerrillas ni al narcotráfico porque no podían ponerse de acuerdo?

 

Me temo que la plataforma de Santos está mejor estructurada y sería aceptable para no pocos de los asistentes a “Pedimos la palabra”, pero como se trata de una tercería política, no se puede hacer esa confesión.

 

El problema de esta declaración final: es una suma de buenas intenciones que aparentemente nadie discutirá, al estilo de Santos, lo que no aguanta una verdadera discusión.

 

He pensado en mis queridos Carlos Vicente de Roux y Angélica Lozano, concejales de Progresistas, allí sentados, después de tantos esfuerzos por defender el gobierno de Petro, declarado intérprete del “espíritu de la Constitución del 91”, invocado por el grupo en ciernes.

 

Seguro que cuando la declaración se aparta de “la polarización, el engaño, la arbitrariedad y la demagogia que quieren copar ahora el debate público”, pensaron también en Bogotá.

 

Estos son otros asistentes para completar el análisis:

 

Claudia López (Juanita sugiere que ella podría ser la líder del centro-centro), José Antonio Ocampo, Iván Marulanda, Alonso Salazar, Manuel Rodríguez, Rodrigo Lara (el fajardista), Lorenzo Muelas, Juan Manuel Ospina (ex Incoder con Santos), Arnobio Córdoba (exalcalde de Quibdó), María Elvira Bonilla, Francisco Leal Buitrago, Eugenio Marulanda, José Gregorio Hernández (exvice de Serpa), Armando Novoa. 

 

Pareciera que Ocampo y Kalmanovitz no quisieron meterle tanto la mano a la declaración final para facilitar las cosas.

 

Habrá que esperar si el siguiente pronunciamiento del nuevo colectivo de los indignados dice algo más. De pronto pasan del "centro-centro" en el que los puso Juanita al centro-izquierda, pues no basta con buscar el rescate del "sentido público, ético y representativo de la política".

 

Miguel Gómez, nieto de Laureano y sobrino de Álvaro Gómez, anda más o menos en lo mismo, y les tocaría invitarlo a la próxima reunión en Cali.