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Y de nuevo sobre amores no correspondidos

Semana
1 de diciembre de 2009


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Primero se dijo que Tiger Woods sufrió un leve accidente de tránsito. Que chocó contra un hidrante y luego contra un árbol cerca de su casa, a donde llegaba sobrio, porque es abstemio, pues venía de regreso de un partido de fútbol americano nocturno en el que lo homenajearon; como se sabe, esos espectáculos empiezan hacia las nueve de la noche y terminan más allá de las doce, además en el estadio hay comida y bebida, así que es un programa completo. En todo caso, luego del accidente, trasladaron a Tiger al hospital con heridas leves en la cara que inicialmente se atribuyeron a que con el impacto no se desplegó el airbag de su Cadillac Escalade, y por supuesto el fabricante precisó que en ése modelo jamás lo hacían a menos de 33 millas por hora.

Sin embargo, dos días después la policía no lograba hablar con Tiger y su señora, la modelo sueca Elin Nordegren, pues persistían ciertas dudas. El accidente sucedió a las 2:25 de la mañana del viernes 27 de noviembre, luego de la celebración de Thanksgiving, un día familiar, que los yanquis conmemoran con asados en los jardines de sus casas. Además todo sucedió cerca a su mansión de 2.4 millones de dólares, rodeada por un campo de golf irrigado por una extensa red de lagos y diseñado por Arnold Palmer, donde uno de sus vecinos era el basquetbolista Shaquille O'Neal, por ejemplo. Además las inquietudes se relacionaban con que la señora Elin dijo al principio que despedazó un vidrio trasero de la camioneta para liberar a su esposo, pero todos ya estaban rotos; por otro lado, una vecina afirmó que no oyó ruidos, sin embargo un policía encontró al gran golfista yaciendo en el suelo mientras su esposa caminaba fuera de sí a su alrededor blandiendo un taco de golf, como el ritual alimenticio de un león con su presa que agoniza; y como si fuera poco, la sueca dijo que oyó el estruendo del accidente y salió de la casa preparada con los palos de golf para romper los vidrios, y rescatar a su destacado y estuporoso marido. De todas maneras, nadie quiso declarar nada, ni los vecinos, los suegros, mucho menos los amigos, incluyendo a Roger Federer, el tenista.

Resulta que el miércoles pasado publicaron un artículo en un periódico especializado en la intimidad de las celebridades, donde especularon que Rachel Uchitel, la exuberante anfitriona de un club nocturno en Nueva York, lo acompañó a jugar el Masters Australiano, cosa que de inmediato ella descartó como calumnia abyecta. Y me adhiero a esa versión, siguiendo las eternas preguntas de mi hermana: ¿por qué nadie confía en la amistad entre un hombre y una mujer?, ¿por qué no se concibe la posibilidad que exista una relación de fin sexual inhibido? Es más, apostaría a la fidelidad de Tiger: se trata del mejor golfista, un deportista disciplinado, serio y conservador, además el mejor pagado del mundo y de la historia; un trabajo duro, que realiza con éxito, hasta el punto que se estiman sus utilidades, a los 33 años, en más de un billón de dólares: ha ganado 71 torneos en el PGA y catorce majors. Es más, creo que esta es una familia normal, con cinco años de matrimonio: ella solía acompañarlo a sus torneos con amor y discreción, hasta que hace un par de años nació la mayor de sus dos hijos, y como cualquier marido del mundo, Tiger perdió a su amada modelo sueca entre los brazos de los bebés, a cambio recibió una recia ama de casa vikinga.

Así que la hipótesis más aceptada en la actualidad es que la aguerrida rubia mandó a Tiger de nuevo al hospital luego de golpearlo con sus tacos de golf, pues hacía poco se había recuperado de una cirugía en la rodilla izquierda, que lo mantuvo incapacitado durante ocho meses. Hasta el momento en que revisé diversas fuentes en la Internet, todavía no se sabía si la encarcelaría por violencia familiar, con demanda penal por lesiones personales. Quién sabe qué confluencia hormonal hizo que en ella afloraran de nuevo las manifestaciones de sus genes sin duda derivados de la estirpe de Eric el Rojo. Y todo esto sucedió en Orlando, Florida, el hogar de Mickey Mouse.

Esta noticia me pareció asombrosa porque a nadie sorprendería semejante despliegue emocional en una latinoamericana apasionada, y de carácter mercurial, pero según parece, en los países más ricos del mundo también se cuecen habas. Y no es que Pura Vida se haya transformado en paparazzi, lo que sucede es que me parece un caso muy oportuno para ilustrar la faceta oscura del amor, su cara violenta, nefasta y adictiva. Todo el que se haya enamorado sabe que es un sentimiento maravilloso, que su cara erótica moviliza hondamente, aquella que tan elocuentemente narraron Pablo Neruda y Mario Benedetti, entre muchos autores, pero así mismo tiene una faz contraria, un aspecto procaz, sádico y mentiroso, aquel que Sigmund Freud llamó tanático, lleno de nostalgia por lo inanimado y lo que disocia, lo violento, que rompe y separa, y hasta es homicida. Lo usual es describir el destino del impulso erótico desairado en la descripción tradicional de la elaboración del duelo, pero qué sucede con la otra cara de la moneda, la violenta y nociva, aquella cada uno también aporta a la relación.

Romper la pareja es un acto violento. Y no es solamente elaborar el duelo de la pérdida de lo erótico: los inolvidables aspectos gratos, con encuentros sexuales cinematográficos amenizados con onomatopeyas que culminaron con orgasmos sísmicos, así como caricias, miradas, suspiros, apodos y todo lo que hace bello al enamoramiento. Así mismo hay necesidad de superar la faceta agresiva, que después de todo, hace parte de las motivaciones esenciales humanas, y por supuesto, del amor. En el romance además hay dolor al despedirse, zozobra frente a la calidad y durabilidad de los sentimientos del otro, conflicto, pelea, resignación, puesto que nadie es perfecto y para preservar el nexo se soslayan aspectos desagradables a un costo que eventualmente debe asumirse, incluyendo un monto de agresividad pasiva mediante olvidos de apariencia accidental, así como omisiones, interrupciones, sarcasmos, indirectas, criticas, correcciones y demás intentos de transformar, educar y mejorar al otro, una perspectiva omnipotente que parte de la falsa premisa de que uno tiene mejor manera de hacer las cosas que el otro. El ser amado no eso solo depositario de ternura y amor, también lo es de envidia y odio; y Freud tenía razón cuando planteó que lo opuesto del amor era la indiferencia, no el odio, que más bien se trata otro matiz de las parejas.

Entonces así como el amor queda sin depositario, el odio también queda huérfano. La agresión debe elaborarse desvinculándola de la persona ausente, al igual que de sí mismo, del doliente, ya que una de las características de la melancolía es la tendencia a derivarla hacía el yo, quien durante las etapas más depresivas se percibe como indigno, malo y de poco valor. En cambio, en la medida en que la cara violenta del duelo se elabora, puede invertirse en nuevas relaciones que permitan gratificarla. En todo caso, el manejo adulto de la violencia supone simbolizarla, transformarla en palabras, así sean soeces, mientras lo primitivo y lo infantil es actuarla, es agredir físicamente y matar. Y podría conjeturar que Paquita la del Barrio supera en desarrollo y civilización a la señora Elin Nordegren, quien en lugar de moler a palos a quien la desengañó, hizo famosa la canción titulada “Rata de dos patas”, y ahí va el enlace http://www.youtube.com/watch?v=G03edz_1DmE .

Lo adulto es tolerar la frustración y darle un destino útil,  lo cual es una cualidad, se trata de un concepto de más de cinco siglos de historia, que se atribuye a Erasmo de Rotterdam (1,466-1,566). Entre muchas publicaciones, se dice que escribió el primer libro de glamur de la historia, que entre otras curiosidades contenía el protocolo para manejar la situación cuando el comensal anterior defecaban en su puesto en el comedor, en medio de un acto tan erótico como comer acompañado, después de todo, en esa época era frecuente alimentarse en comedores comunales, se trataba de hombres que no acostumbraban aplazar gratificaciones, podían matar con facilidad por hembras y recursos. De él surgió la noción de valorar el ser civilizado, el privilegiar el trato fácil, los modales, después de todo la condición humana también es escatológica, y debemos domesticarla.

Por último, a Tiger Woods le mando un saludo muy especial, con deseos de que mejore pronto de sus heridas físicas, pero sobre todo, que logre maniobrar a esa sueca violenta de sanguinaria tradición nórdica sin divorciarse, pues lo despojaría de la mitad de sus posesiones mundanas, además el desprestigio que le causó puede afectar su relación con los patrocinadores, dificultándole recuperarlas. Y me parece que podría ser un buen momento para que considere la posibilidad de empezar a tomar licor.