Obama-Uribe: parroquialismo en Washington

Hice fuerza para que el Presidente Uribe venciera un poco su rigidez y se permitiera algo de humor en su encuentro con Barack Obama, que tiene, como diría José Obdulio, una capacidad “superior” para ‘medir’ y llevar a la gente.

Hice fuerza para le fuera bien.

En parte, la enorme aceptación popular de Uribe se debe, en sus palabras, a que “no terminó de pulirse”.

El ciudadano promedio cree, como les gritó alguien en Cali a sus asesores, que “si lo pulen, lo dañan”.

Esta anécdota tan reveladora se sabe porque la contó el mismo Presidente, en una entrevista a Roberto Pombo, si mal no recuerdo.

Así que estoy entre los colombianos que sienten angustia cada vez que el Presidente viaja al exterior porque su “capacidad adaptativa” no es su principal fortaleza.

Sí, no hemos entendido que la “autenticidad”, así vista, es lo que gusta en casa.

El punto es que llegan dos señales de ‘parroquialismo’ colombiano desde Washington:

i) creer que Obama fue neutral respecto de la reelección.

Lo habría sido si sólo dice “es un asunto interno”. Pero esa historia de George Washington y la referencia a cómo funcionan hoy en Estados Unidos la reelección y el cambio, fueron una declaración inequívoca en guante de seda.

ii) La “Declaración del Presidente Uribe, al término del encuentro”, publicada en la página web de la Presidencia. 

 http://web.presidencia.gov.co/sp/2009/junio/29/09292009.html

Sencillamente el mismo lenguaje que utiliza en Colombia. Alcanzó a hablar de “nutrición infantil (...), cobertura en educación para menores de 6 años, decretos en las próximas tres semanas”.

Para que quede claro: no estoy contento haciendo esta crítica.

Es más un pesar por ver que Obama usó un lenguaje ‘global’, conceptual, diplomático, y nuestro Presidente no tanto.

Pero como tal vez diría el señor de Cali, “de eso que usted quiere, no dan tanto. Vaya a que le piquen caña”.