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Pirámides: ¿espíritu narco del pueblo?

Semana
14 de noviembre de 2008

 

Se ha dicho demasiadas veces ya que la participación masiva en las pirámides se explicaría por el afán de dinero fácil que reforzó el narcotráfico. Permítanme matizar.

 

El fenómeno social de las “pirámides” es más antiguo (y oriundo de otros países) que el negocio ilícito de las drogas. También es dinero fácil el que desea la gente que juega la lotería. Y algo va de vender el carro para invertir en una pirámide a participar en la actividad ilegal del narcotráfico.

 

Parece bastante probable que se esté lavando dinero con el truco de las “tarjetas prepagadas”, pero es  muy arriesgado suponer que las personas “inversionistas” en las pirámides sabían y lo hacían a conciencia.

 

Tal vez la ignorancia y la esperanza ciega, aupadas por la evidencia del vecino o el amigo que multiplicó su dinero, expliquen más que la sospecha de “lavadores de dinero” en cada casa.

 

No deja de sorprender cómo la reacción de algunos ante hechos sociales como este de las pirámides es denigrar del “carácter nacional”. Bueno, para otros es una de sus líneas argumentales favoritas.

 

Se me hace que pueden generalizar y denigrar del carácter del pueblo, al que algunos tanto aman, porque en realidad se saben o sienten distintos del pueblo.

 

Yo prefiero a quienes andan con cuidado a la hora de juzgar el ser o la cultura nacional porque “todos somos el pueblo colombiano”, al menos cuando estampillan el pasaporte.

 

Es mucho castigo para la gente que haya perdido su plata. La sorna y las suposiciones de “espíritu narco”, sobran.

 

No conozco a nadie que haya invertido en las pirámides, pero en esas manifestaciones de gente estafada, seguro hay más personas desesperanzadas o desesperadas, indefensas, necesitadas, que colombianos capaces de hacer cosas ilegales por dinero fácil y rápido.

 

Es curioso: podría argumentarse que la falta de rigor de algunos juzgadores del “carácter nacional” está emparentada con la ignorancia de los juzgados.