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Poncho R. es gay

Semana
15 de septiembre de 2007

Poncho gracias por revelarme tu secreto con motivo del día del amor y la amistad. No sabes lo feliz que me hace que puedas sincerarte conmigo pero más me llena de alegría que tu puedas ser feliz.

Me dices que te preocupa lo que otros puedan pensar y hacer contigo lo que tu mismo, en tu negación, has hecho: violentar a otros homosexuales. Es parte de nuestra historia como seres vulnerados, vulnerables y vulneradores la falta de auto y heteroreconocimiento, por eso me llama la atención que desees que te responda con tu nombre y públicamente.

Tienes razón, te pueden reconocer amanerado. A los homosexuales y lesbianas les afecta mucho que los otros homosexuales y las otras lesbianas se relacionen experienciando amaneramientos de género en los que copian estereotipos del otro género porque se les dificulta darse cuenta que aquell@s otr@s no son una extensión de sí mism@s. Al no darse cuenta de esta situación les es difícil asumir que otr@s tienen derecho a una existencia que es tan válida como la suya, por esa razón es frecuente oír, en la vida cotidiana, comentarios como no me soporto a esa loca…

Eso de que dejen de hablarte es frecuente, pareciera que encontrarse fuera la posiblidad de negar a los otros; sucede de manera similar en el plano político, en el que algunos homosexuales y lesbianas luchan por sus derechos y para hacerlo excluyen a quienes consideran no piensan como ell@s, actúan como ell@s (léase drag Queen, transvestis, afeminados, intersexuales, mariquitas, lesbianas con comportamientos considerados “masculinos”, las que viven es estratos populares, no han ido a la universidad, no han estado en Europa, no tienen finca, trabajan en peluquería, mejor dicho a todo aquel que viva, ame, sienta, experiencia, entienda y explique el mundo de manera distinta).

Temes llegar a ser como los demás. Mijito los homosexuales, las lesbianas, los y las heterosexuales suelen creen que l@s demás son una extensión de sí mismos, por eso les afectan los amaneramientos de género de los demás, la manera como se visten, se comportan, lo que hacen o dejan de hacer en la cama, en la iglesia, la escuela, la familia.

Quiero decirte que todos los homosexuales y lesbianas no luchan por derechos comunes porque no son comunidad. Por no serlo no tienen una organización fuerte, y por tanto, tampoco tienen fuerza, poder, convocatoria, argumentos comunes, estrategias de negociación… hasta ahora se están construyendo.

Reconocerse como un ser político requiere evidenciar la importancia que reviste a l@s otr@s, darles sentido, hacerlos conciudadanos y sobre todo, cambiar las emociones desde las cuales nos contemplamos a nosotros mismos y a los demás.

Para ser común-unidad es necesario reconocer al(a) otr@ como un(a) verdadera otr@ y esto no es posible si no hay una identidad clara de sí mismo. Hay que reconocerse en la mismidad, en la otredad, en la liminaridad y en la alteridad, es necesario darse cuenta que los discurso del(a) otr@ no se dicen contra mí sino que son expresados, experienciados a partir de las propias emociones.
 
Además, te re-afirmo que si no se reconoce a l@s demás no nos reconocemos a nosotr@s mism@s; tenemos un problema de identidad porque ésta parte de reconocerse pleno de derechos pero también de obligaciones, en las que el otro y la otra sean verdader@s otr@s… me pregustas si son tus enemig@s quienes te coartan, quienes te evidencian, quienes te hacen “publico” y crees que no necesitas de ellos. Negar al otro de esta manera es darle el poder de construir y de-construir tu identidad y eso solo depende de ti.
 
Igualmente y para terminar de responder a tus interrigantes, quiero decirte que lo que uno da no es lo que el otro espera recibir, sobre todo cuando no sabemos que esperan… yo tampoco tengo claro qué esperas cuando me dices que te hable de la vida gay en general.
 
Por ejemplo puedo hablarte de las novelas con personajes homosexuales que cada vez salen más a la luz pública y entonces hacer una disquisición sobre si son o no una etnografía de la homosexualidad, una sociología de las homosexualidades o por qué algunos homosexuales están molestos por el contenido de las mismas… Lo están, probablemente, porque no sé han dado cuenta que los protagonistas de las mismas no son una extensión de ellos mismos…

También puedo hacerlo sobre los bares… y entonces mi critica sería sobre el tener que esconderse para poder ser lo que “quieren estar siendo”… Puedo conversarte de los espacios públicos y que a los ciudadanos del común les preocupa vivir cerca de personas con esta orientación sexual.

Qué quieres, sería mi pregunta y así sabré qué esperas, y desde tú respuesta, mi respuesta sería tan sólo mi pensar ya que no importa lo que yo escriba tu siempre tendrás tu propia mirada… tu propio verso…

Que viva la unicidad, me encanta porque no soportaría encontrarme con alguien que entendiera, viviera, explicara y se emocionara de la misma manera ante el mundo como yo; ya que lo que más me gusta del mundo es la posibilidad del multiverso, de la diferencia de explicaciones, emociones y prácticas, no por el conflicto que ello puede generar sino porque es precisamente en el encuentro de las diferencias el espacio en donde todos crecemos.
 
Precisamente porque no eres como yo es que te amo, es que me satisface profundamente ser tu amigo. Me dices que tu carta es un grito de dolor creo que es más bien un reconocimiento amoroso… Mario Benedetti ha expresado mejor que yo la necesidad de ese amor que te siento, en uno de sus poemas nos dice:


… hagamos un trato
yo quisiera contar con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presuroso en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.