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Por-no-grafíar

Semana
11 de noviembre de 2007

Grafía significa 'descripción', 'tratado', 'escritura' o 'representación gráfica.
Por no grafiar, mejor dicho, por no escribir nuestras experiencias, hemos perdido parte de la historia, y cuando ésta no se escribe y asume, no es posible trascenderla.
 
Durante muchos años nuestra palabra se quedó en el discurso de la oralidad, expresado en voz baja y a puerta cerrada, en la sala de un apartamento o en la silla trasera de un transporte publico.
 
En la medida que los homosexuales, posteriormente las lesbianas y mas recientemente las trans, nos dimos cuenta que uno de nuestros derechos es la libertad de expresión y lo asumimos, fuimos construyendo estrategias comunicativas.
 
Los/las/les LGTB decidimos escribir porque generalmente otros lo hacían/hacen por nosotros, escribían/en lo que les provoca a cerca de nuestras vidas, derechos, participación social… e ilustran/ban sus textos con las imágenes que desean/ban, casi siempre con contenidos LGTBfóbicos. "Comunicar requiere prudencia. Disentir acerca de lo que alguien hace o deja de hacer en su intimidad no es tarea de los periodistas". https://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=18152
 
Inicialmente, se nos empezó a tener en cuenta como fuente en los programas de opinión de los diversos medios de comunicación, En Colombia el pionero del tema de la sexualidad en la televisión fue Elkin Mesa, en hablemos de sexo, un programa de mediados de los 70.
 
La primera publicación hecha por homosexuales en Colombia fue la “Ventana gay”, de ella se publicaron 23 ediciones y salio a la luz publica en 1980. Después se nos dio la posibilidad de escribir en medios masivos de comunicación.
 
El primer artículo solicitado por una revista de amplia circulación, a una persona homosexual en Colombia, apareció en el Nº 16 de Revista Semana, el 09/20/1982, se tituló “Hacia una liberación gay”, fue escrito por mi.  https://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=64307.
 
Hace 20 años (03/10/1986), en el Nº 197 de la misma revista, respondiendo a la pregunta ¿Qué circunstancias y factores permitieron que la homosexualidad adquiriera carta de ciudadanía en el país? elaboró el primer informe sobre el tema a nivel nacional: “Colombia gay”. https://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=56387
 
Llegamos a la Internet muy rápidamente; iniciamos nuestra presencia con artículos ocasionales, luego semanales, posteriormente construimos nuestras páginas personales y acto seguido las de nuestras organizaciones, ahora además tenemos blogs tanto personales como institucionales.
 
La primera de las páginas de opinión gay para población LGBT se creó en Colombia en 1999 y se llamó elcloset.com; tuve la oportunidad de publicar en ella, durante más de un año, una columna semanal.

Luego se publicaron las páginas de salud, política y noticias hechas por gay, siendo las pioneras en este campo, la de la Liga colombiana de lucha contra el sida y la del Movimiento de solidaridad comunitaria, que promovía la candidatura de Manuel Velandia a la Cámara, en el 2001.
 
De los medios privados saltamos al mundo de la política y pasamos a ser los entrevistados y participantes en los grandes debates nacionales. Nuevamente Revista Semana fue el primer medio en solicitar artículos para ser publicados en la Web, el primero de ellos se tituló “Política Sexual en Colombia” lo escribí y salio a la luz publica el 09/03/2001 en la edición Nº 1005, en la sección denominada “Opinión on line”. https://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=18291
 
Dejémonos de maricadas en semana.com, este en el que usted está leyendo, fue el primer blog homosexual en Colombia. Se publicó por primera vez el 11/10/2006 y su titulo fue “Salir o no salir: esa es la cuestión”. Luego el periódico El Tiempo abrió en su página Web posibilidades a bloguers homosexuales y lesbianas. 
 
Romper el silencio
No siempre trascender el círculo del silencio es un acto agradable para quien decide vivirlo. En quienes hemos decidido romper con la “no-grafía”, recae el peso de la opinión sexista y LGTBfóbica, y se no hace blanco de los estragos de la mal entendida opinión publica. Sigue siendo frecuente en nuestra vida cotidiana que los cristianos y otros grupos de derecha, incluyendo a los paramilitares, nos obliguen al desplazamiento forzado, nos amenacen de muerte e incluso que atenten contra nuestras vidas.
 
Cuando escribimos, los ataques de estos grupos y personas son bajos y viscerales; pareciera ser que en general, no se toman la molestia de entender los contenidos, sino que tan sólo están interesados es restregarnos los textos bíblicos, como si no los conociéramos.
 
Se esfuerzan en atacarnos desde cualquier flanco, por ejemplo se nos acusa de vulneradores sexuales de niños, así sea conocido que los informes de Medicina legal demuestren que no somos nosotros sino los heterosexuales los agresores frecuentes, y que justo son sus familiares cercanos y padrastros quienes mas les agreden. Los ataques se escriben así el tema ni siquiera exponga tangencialmente dicho aspecto, porque el objetivo no es debatir ni construir, sino violentar y destruir.
 
Suelen no opinar cuando son los jerarcas y pastores de las diferentes iglesias quienes abusan de los niños, niñas y adolescentes. Esto es entendible porque no hay un discurso que apoye dicha situación, pero tampoco poseen la decencia conceptual y política para atacar a sus propios dirigentes. Lo hacen porque les es imposible permitirse revisar sus propias experiencias vitales y prefieren ver la paja en el ojo ajeno.
 
El respecto, la tolerancia, la apertura mental no caben como alternativa de construcción y de-construcción en aquellos para quienes su propia ceguera les es imposible comprender que la solidaridad y el respeto no están por encima de nuestras propias creencias, sino que son la base de la convivencia democrática, la cual asumo necesaria e importante para alcanzar la paz en nuestro país.
 
Un año más para opinar
A pesar de tanta intolerancia he iniciado con alegría un nuevo año de blogs. Escribo porque necesito hacerlo, porque es un acto político decir lo que pienso, porque ni siquiera las amenazas de muerte o un atentado contra mi vida son razones suficientes para dejar de pensar y expresar las ideas.
 
Blogueo porque espero que aun después de fallecido alguien tenga acceso a mis escritos y encuentre en ellos una voz de aliento que le ayude a convencerse de que tiene derecho a ser lo que desee ser; y que, sin importar quienes y cuanto le contradigan, tiene el derecho a opinar, sentir y vivir lo que ha decidido para su propia existencia.
 
Escribo porque no podemos permitirnos callar, porque se hace necesario denunciar, porque es mejor morir feliz que oculto en un closet y porque de nada sirve pensar si nadie conoce nuestros pensamientos.
 
Opino porque el mundo avanza en la contradicción, incluso en aquella tan violenta y agresiva como la que puede encontrarse en los comentarios de algunos de los lectores y en especial, porque de ellos también aprendo a ser más respetuoso y tolerante con aquellos que consideran que la única verdad posible es la suya.
 
En últimas, escribo porque no me molesta que otros expresen sus ideas; moriría porque pudieran hacerlo. Porque tengo claro que la democracia es el camino hacia un mundo en el que todos podamos ser, sin distingos de etnia, orientación sexual, género, pensamiento político o credo.